JESUS Y LOS MENSAJES DE LOS OVNIS.

JESUS Y LOS MENSAJES DE LOS OVNIS.






(1 Tim 4:1) "Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios,..."

- (Gal 1:8) "Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anuncia un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema."

Estas advertencias hechas en la biblia nos aclara que en estos tiempos en que estamos viviendo muchos hermanos apostataran de la fe en Jesucristo, creyendo que?, creyendo a espíritus engañosos como por ejemplo a los que defienden la hipótesis de los extraterrestres.

Los que sostienen esta hipótesis, plantean que los extraterrestres hablan de Jesús, pero nunca de su obra redentora, estos seres con los espíritus maestros que también, según ellos son buenos, te hablan de Jesús, pero el Jesús cósmico, el Cristo universal, pero no el Cristo salvador del mundo, nunca podrás leer en sus libros que Cristo es Dios, que Dios se hizo hombre, que vivió entre los hombres, que murió y resucito para que tanto Ud. como yo tuviéramos vida eterna, que su sangre derramada en la cruz nos limpia de todo pecado, y que el regresa a la tierra y que TODO OJO LE VERA Y TODA RODILLA SE DOBRARA Y TODA LENGUA CONFESARA QUE JESUCRISTO ES EL SENOR, AMEN,

Tampoco nos van a decir que. “El que empezó la buena obra en nosotros la perfeccionara” eso es el Espíritu Santo en nuestra vida.

Al contrario nos dicen que reencarnaremos, que evolucionaremos, que su mensaje es de paz, que somos creados por la genética, intergaláctica, que tenemos grandes poderes de telequineccia, telepatía, transportación astral, etc., que Jesús era un espíritu maestro, muy iluminado, que los espíritus guías viven en el sol, que ellos se materializan algunas veces, que existen personas que tienen facultades espirituales donde estos espíritus utilizan el cuerpo de alguien para hablar, ósea los médiums., pero los que creemos en Cristo como nuestro Dios y salvador, lo tenemos a Él, que nos perfecciona a través de su espíritu Santo, y al final del tiempo seremos tan perfectos como Jesús mismo, no por n nuestros esfuerzos sino por lo que él hizo en aquella Cruz. Amén.