Diáspora
Artículo principal: Diáspora
La destrucción de Judea y el que gran parte de la población judía fuera asesinada, esclavizada o exiliada, y la religión judía prohibida, trajo consigo que la autoridad religiosa pasara del Templo a los rabinos, que recogieron sus interpretaciones sobre el Tanaj en el Talmud: los que permanecieron en la recién creada provincia romana de Palestina lo hicieron en el Talmud de Jerusalén (Talmud Yerushalmi), y los exiliados en el Talmud de Babilonia (Talmud Bavli), que fue redactado en esa ciudad.
Los judíos fueron aceptados en el Imperio romano e incluso llegaron a ser ciudadanos, pero con la llegada del cristianismo las restricciones crecieron. Las expulsiones y persecuciones forzadas dieron lugar a cambios substanciales en los centros de la vida judía a los que las comunidades de lugares alejados seguían, aunque no se mantuvo la unidad debido a la dispersión. Hubo asentamientos en todas las provincias romanas de Oriente Medio, Europa y África.
[editar] Periodo bizantino
Era política oficial el convertir a los judíos al cristianismo (catolicismo para ser exactos), y se utilizó el poder oficial de Roma en estas tentativas. En el 351 los judíos se rebelaron contra las presiones de su gobernador, Gallus. Gallus aplastó la rebelión y destruyó las principales ciudades de Galilea, donde la rebelión había comenzado. Tzippori y Lydda (sitio de dos de las academias legales principales) nunca fueron reconstruidas.
En este período el Nasi del Sanedrín, Hillel II creó un calendario oficial basado en cálculos matemáticos y astronómicos, y que prescindía de las observaciones empíricas de que se valieron hasta entonces. También entonces la academia judía de Tiberius comenzó a redactar la Mishnah, bajo la dirección de Yehudah Ha-Nasi. El texto está organizado de forma que cada párrafo de Mishnah fue seguido por una compilación de todas las interpretaciones, historias, y respuestas asociadas a ese Mishnah.
Los judíos de Judea recibieron un breve respiro en la persecución oficial durante el reinado del emperador Juliano que animó a los judíos a reconstruir Jerusalén. Su breve reinado impidió la realización de esta promesa antes de que el cristianismo fuese de nuevo impuesto en el imperio. En el 398 fue consagrado Patriarca Juan Crisóstomo, que hizo una serie de sermones contra los cristianos judaizantes que construirían un clima de desconfianza y odio en los establecimientos judíos grandes, tales como los de Antioquía y Constantinopla.
En el siglo V, Teodosio I convirtió el cristianismo en religión oficial del Imperio, prohibiendo a los judíos el tener esclavos, construir sinagogas nuevas o acceder a cargos públicos. El matrimonio entre judíos y cristianos se consideraba delito capital, al igual que un cristiano se convirtiese al judaísmo. Teodosio eliminó el Sanedrín y suprimió el puesto de Nasi. Con Justiniano I las autoridades restringieron los derechos civiles de los judíos y amenazaron sus privilegios religiosos.[8] El emperador también interfirió en los asuntos internos de la sinagoga prohibiendo, entre otras cosas, el uso de la lengua hebrea en la adoración divina.
Justiniano y sus sucesores tenían abandonada la provincia de Judea, por lo que, irónicamente, en el siglo VI se construyeron allí sinagogas nuevas con los suelos cubiertos de hermosos mosaicos. Los judíos asimilaron en sus vidas las formas de arte de la cultura bizantina, y en los mosaicos se muestran gentes, animales, menorahs, zodiacos, y caracteres bíblicos. Ejemplos excelentes de estos suelos se han encontrado en Beit Alpha (que incluye la escena de Abraham sacrificando un carnero en lugar de a Isaac, junto con un zodiaco magnífico), Tiberius, Beit Shean y Tzippori.
[editar] Medievo
Como consecuencia de la diáspora un gran número de judíos se instalaron en la península arábiga, lejos del control romano que, tanto en su época pagana como en la cristiana, los perseguía. Su vida fue también inestable allí: tras la muerte de Mahoma a mediados del siglo VII fueron expulsados de Arabia occidental.
Peor les fue cuando las cruzadas cristianas conquistaron Jerusalén en 1099, ya que fueron considerados deicidas y, en muchos casos, masacrados. No había habido un movimiento general contra los judíos por parte de los cristianos desde las conversiones forzosas del siglo VII, salvo algunas persecuciones locales, hasta que el Papa Urbano II despertó las bajas pasiones del populacho, que se movilizó contra los judíos.
El antisemitismo era evidente; así, Godofredo de Bouillón:
...juró que él no abandonaría la Cruzada antes de vengar la sangre de Cristo [con los judíos]... de modo que allí no pudiera seguir vivo ningún resto de ellos.
El emperador Enrique IV (al ser avisado de este compromiso por Qalonymus, dirigente judío de Maguncia) publicó una orden prohibiendo tal acción; Godofredo aseguró que nunca se propuso matar judíos, aunque había admitido un soborno de las comunidades judías de Maguncia y Colonia, que le enviaron de 500 marcos de plata cada una.[9]
[editar] Califatos musulmanes
Los judíos siguieron controlando parte del comercio en Palestina, y prosperaron bajo la institución del dhimmi. A pesar de ser ciudadanos de segunda, no sufrieron ninguna persecución, ya que los preceptos sobre dieta e higiene eran parecidos y, no menos importante, nunca fueron una amenaza política. Los judíos se adaptaron al mundo árabe, aprendieron el idioma y se encontraban en todos los escalones de la escala social, incluso en la corte.[10] Culturalmente continuaron evolucionando, por ejemplo el sistema niqud fue desarrollado en Tiberíades durante el califato.
[editar] Imperio otomano
Los judíos han vivido en Asia Menor durante más de 2400 años. La prosperidad inicial en épocas helenísticas se deterioró bajo los bizantinos, pero se recuperó bajo los varios gobiernos musulmanes. Durante el período otomano, Turquía era un asilo seguro para los judíos que huían de la persecución, y continúa teniendo una pequeña población judía hoy en día.
Cuando se desarrolló la batalla de Yarmuk y el Levante pasó a poder otomano, había comunidades judías en muchas poblaciones. Entre ellas Safed, que se convirtió en un centro espiritual para los judíos y en donde fue compilado el Shulján Aruj y otros textos cabalísticos. El primer periódico hebreo comenzó a editarse en el Imperio en 1577.
[editar] España
Mapa de las expulsiones de judíos en Europa entre 1100 y 1600.Artículo principal: Historia de los judíos en España
Como en el resto de países musulmanes, en Al-Ándalus los judíos fueron bien tratados, experimentando una Edad de Oro entre los años 900 y 1100, en el Califato de Córdoba. También eran aceptados en la corte de algunos reyes cristianos, como en la de Alfonso X.[11]
A partir del siglo XI hubo alborotos que obligaron a los judíos a refugiarse en guetos, sobre todo en Marruecos, Libia y Argelia.[12] También hubo varias persecuciones por parte de los musulmanes, como en Córdoba en 1011 y en Granada en 1066.[13] Se dictaron decretos que pedían la destrucción de sinagogas en Egipto, Siria, Iraq y Yemen, y en algunos casos forzaron a los judíos a convertirse al Islam.[14] Los almohades, que conquistaron la península ibérica en 1172, fueron fundamentalistas que trataron mal a los dhimmis. Expulsaron a judíos y cristianos de Marruecos y de Al-Ándalus, con lo que muchos huyeron al este a tierras más tolerantes, como Maimónides.[15]
En los reinos cristianos de la península la situación se fue deteriorando con el tiempo, hasta llegar a la expulsión de 1492. Estos expulsados son los sefarditas, y mantienen vivo el ladino, un lenguaje derivado del antiguo castellano. Los judíos que se quedaron fueron obligados a convertirse al catolicismo, y fueron víctimas frecuentes de la Inquisición.[16] [17]
[editar] Europa
Ha habido poblaciones judías en Europa desde épocas muy tempranas, especialmente en la zona que formó parte del Imperio romano, constituidas por conversos al judaísmo, comerciantes y, más adelante, por los judíos expulsados por Adriano. Según James Carroll, los judíos constituían el 10% de la población total del Imperio romano. Según esta proporción, y si no hubieran intervenido otros factores, hoy habría 200 millones de judíos en el mundo en vez de algo más de 13 millones.[18]
Hay registros de comunidades judías en Francia y Alemania a partir del siglo IV, y comunidades judías en España desde épocas anteriores. Generalmente, fueron perseguidos. Puesto que eran los únicos a quien les estaba permitido prestar dinero con interés, algo (prohibido a los católicos por la Iglesia), algunos judíos se convirtieron en importantes y conocidos prestamistas. Los reyes cristianos comprobaron la ventaja de tener unos súbditos que pudieran proveerles de capital para su uso sin ser excomulgados, así que el comercio de dinero en Europa occidental recayó en manos de los judíos.
Las persecuciones fueron más intensas a partir de la Primera Cruzada, y fueron seguidas por expulsiones. Los judíos expulsados de Francia (1396) y Austria (1421) huyeron a Polonia; son los askenazíes, que hablan yidis, lenguaje derivado del alemán.[19] La mayoría de los cerca de 200.000 sefarditas se refugiaron en el Imperio otomano, Holanda y África del norte.
Como consecuencia, en el siglo XVII casi no vivían judíos en Europa occidental. La tolerante Polonia tenía la mayor población judía de Europa, pero la tranquilidad acabó tras la sublevación de los cosacos en 1648 y las guerras suecas de 1655.
[editar] Renacimiento europeo
Durante el Renacimiento y la Ilustración hubo cambios en la comunidad judía. La Haskalá fue paralela a la Ilustración, pues los judíos comenzaron en el 1700 a hacer campaña para integrarse en la sociedad europea. La educación secular y científica se agregó a la instrucción religiosa tradicional, y el interés por una identidad judía nacional, y comenzó un interés por el estudio de la historia judía y del hebreo. la Haskalá dio a luz tanto a movimientos reformistas como conservadores, y plantó las semillas del sionismo al mismo tiempo que animaba a la asimilación cultural dentro de los países en los cuales residían los judíos.
Al mismo tiempo surgía el Judaísmo jasídico, predicado por el rabino Israel ben Eliezer, que reclamaba el seguimiento estricto de los preceptos de la Toráh. Estos dos movimientos, haskalá y jasidismo, formaron la base de las divisiones modernas dentro de la sociedad judía.
Mientras cambiaba el mundo interior a las comunidades judías, comenzaron las discusiones para aplicarles la desigualdad de derechos políticos . El primer país en hacerlo fue Rumania, durante la revolución de 1789. Incluso así se esperaba que los judíos se integraran, abandonando sus tradiciones. Esta ambivalencia se demuestra en el famoso discurso de Clermont-Tonnerre ante la Asamblea Nacional en 1789:
Debemos rechazar contundentemente a los judíos como nación, y aceptarlos como individuos. Debemos retirar el reconocimiento de sus jueces: deben solamente tener nuestros jueces. Debemos rechazar la protección legal al mantenimiento de unas supuestas leyes judías; no se debe permitir que formen dentro del Estado un cuerpo político o una orden aparte. Deben ser ciudadanos individualmente. Pero, algunos me dirán, ellos no desean ser ciudadanos. ¡Fuera entonces! Si no desean ser ciudadanos, deben decirlo así, y entonces los desterraremos. Es repugnante tener dentro del estado una asociación de no ciudadanos, una nación dentro de la nación.
[editar] Siglo XIX
Aunque todavía había persecuciones esporádicas, la emancipación se extendió a través de Europa, por la invitación de Napoleón a abandonar los guetos amparados en el Código Napoleónico. Antes de 1871 cada país europeo, excepto Rusia, había emancipado a sus ciudadanos judíos.
A pesar de la integración surgió una nueva forma de antisemitismo, basado en las ideas de la raza y del nacionalismo más que en el odio religioso de la Edad Media. Esta teoría sostuvo que los judíos eran una raza separada e inferior de la gente aria de Europa occidental, y condujo a la aparición de partidos políticos en Francia, Alemania, y Austria-Hungría que hicieron campaña para anular la emancipación. El episodio más conocido es el caso Dreyfus, en Francia. Estas persecuciones, junto con pogroms patrocinados en Rusia por el estado, llevaron a un gran número de judíos, como a Theodor Herzl, a creer que solamente estarían seguros en su propia nación.
Al mismo tiempo, la migración judía a los Estados Unidos creó una nueva comunidad liberada de las restricciones existentes en Europa. Alrededor de 2 millones de judíos llegaron a EE UU entre 1890 y 1924, la mayoría desde Rusia y Europa Oriental.
[editar] Siglo XX
Aunque los judíos se integraron cada vez más en Europa, luchando con sus países de origen en la Primera Guerra Mundial y formando parte de los movimientos artísticos y culturales de los años 20 y 30, el antisemitismo racial permanecía. Alcanzó su forma más virulenta en la matanza de alrededor de seis millones de judíos durante el Holocausto, borrando una historia de 2000 años.
El 29 de noviembre de 1947 las Naciones Unidas aprueban la creación de un estado judío y otro árabe en el Mandato Británico de Palestina, y el 14 de mayo de 1948 el estado de Israel se declara independiente, representando la primera nación judía desde la destrución de Jerusalén. Andréi Gromyko, embajador de la URSS en la ONU, propone que Israel sea aceptado como miembro de pleno derecho. El pleno de la ONU lo aprueba.
El día siguiente, 15 de mayo de 1948, comienza la guerra árabe-israelí, al no aceptar los países árabes la declaración unilateral de Israel. Fue la primera de las subsecuentes guerras entre Israel y sus vecinos árabes, que han traído el éxodo de los palestinos y la persecución de los casi 900.000 judíos que vivían en países árabes
Momentos antes del fin
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domingo, 24 de octubre de 2010
sábado, 23 de octubre de 2010
QUIENES SON LOS JUDIOS?
Durante algun tiempo se ha leido de profecias, del fin del mundo, de Israel, del rapto, de los crimenes contra los Judios, pero vamos a leer ahora, quienes son los Judios? de donde vienen?, cual es la diferencia entre Judios y Palestinos, y tambien Arabes?
Lo siguiente es tomado de Wikipedia.
Historia de los judíos
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La historia de los judios es la de la gente, la fe, y la cultura judías. Esta historia abarca casi cuatro mil años y a centenares de diversas poblaciones.
Al igual que otras religiones, el judaísmo conoció distintas corrientes o cismas. La particularidad del pueblo judío, y lo que le diferencia de otros, es su distribución en el mundo y su unidad en torno a los valores culturales transmitidos por los libros religiosos (Torá, Talmud) y por las prácticas rituales (Shabat, Pésaj, Yom Kipur, Cashrut...).
El Génesis remonta el principio de la historia a tres patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob, el último también conocido como Israel y del cual derivó posteriormente el nombre de la Tierra Prometida. No obstante, la primera mención es de fuentes asirias, que hablan de la victoria de Salmanasar III sobre Jehú, de la casa de Omrí, en 838 a. C. Para Flinders Petrie, en la Estela de Merenptah se menciona por primera vez a los israelitas, ca. 1200 a.C.
Historia antigua
Artículo principal: Historia del Antiguo Israel
Los primeros períodos la historia de los judíos coinciden con la del Creciente fértil, Comienza con tribus que ocuparon el área comprendida entre los ríos Nilo en el oeste y el Tigris y Éufrates en el este. Rodeado por los imperios de Egipto y Babilonia y por el desierto de Arabia, y las montañas de Asia Menor, la tierra de Canaán (conocida sucesivamente por Israel, Judá, Cele-Siria, Judea, Palestina, Levante y finalmente Israel otra vez) era un punto de unión de civilizaciones. La zona estaba atravesada por antiguas rutas comerciales, como la vía Maris, el camino de los Reyes y el camino de Horus, que unían el golfo Pérsico con la costa mediterránea y Egipto con Asiria, lo que llevaba al Creciente fértil influencias de otras culturas.
Reparto de tierras entre las 12 tribus.Los judíos de todo el mundo se consideran descendientes de los antiguos israelitas o hebreos, que remontaron su linaje al patriarca Abraham. La tradición judía sostiene que el origen de los israelitas está en los doce hijos de Jacob que se trasladaron a Egipto, donde sus descendientes se dividieron en doce tribus que fueron esclavizadas durante el reinado de un faraón egipcio, identificado a menudo de forma errónea como Ramsés II. En la tradición judía, la emigración de los israelitas desde Egipto a Canaán (el éxodo) conducidos por el profeta Moisés, marca la formación de los israelitas como pueblo.
El Tanaj cuenta que después de cuarenta y un años de vagar por el desierto los israelitas llegaron a Canaán y la conquistaron bajo el mando de Josué, que repartió la tierra entre las doce tribus. Durante un tiempo el pueblo fue regido por una serie de gobernantes llamados jueces. Saúl, de la tribu de Benjamín, fue el primer rey de Israel, seguido por David, de la tribu de Judá quien establecería el linaje del que saldrían los demás reyes. Tras el reinado de Salomón la nación se dividió en dos: Judá al sur, formado por las tribus de Judá y Benjamín e Israel al norte, con las diez tribus restantes. En el siglo VIII a. C. Salmanasar V conquistó el reino de Israel y deportó a sus habitantes, de los que se perdió constancia: se suele referir a ellos como las diez tribus perdidas.
Por su parte, el reino de Judá fue conquistado por el ejército babilónico a principios del siglo VI a. C. La élite fue deportada a Babilonia pero parte de ella regresó a su patria conducida por los profetas Esdras y Nehemías, cuando el rey persa Artajerjes I invadió Babilonia.
A partir de esta época comenzaron las divisiones entre los israelitas, con la formación de partidos político-religiosos como los saduceos y fariseos.
[editar] Imperio seléucida
Artículo principal: Imperio seléucida
En el año 334 a. C. Alejandro comenzaba la conquista del Imperio persa, dominando el Oriente Medio en el 332. A su fallecimiento, tras la división del imperio entre sus generales, se impuso el Imperio seléucida en una zona que abarcaba desde el Mediterráneo hasta la frontera con la India.
Herederos de la cultura helenística que procuraron difundir, los reyes de la dinastía gobernaron al modo de sus antecesores asirios, mesopotámicos y persas, haciéndose adorar como a dioses. Frecuentemente estuvieron en guerra con la dinastía Ptolemaica de Egipto.
Antíoco IV Epífanes comenzó una de las primeras persecuciones religiosas conocidas, fenómeno casi desconocido hasta entonces. A su vuelta de Egipto, organizó una expedición contra Jerusalén, destruyéndola y matando a muchos de sus habitantes. El deterioro de las relaciones con los judíos religiosos condujo a Antíoco a dictar decretos prohibiendo determinados ritos y tradiciones religiosas, por lo que los judíos ortodoxos se rebelaron bajo la dirección de los Macabeos.[1]
[editar] Judaísmo helenístico
A partir del siglo II a. C. todos los escritores (Filón, Séneca, Estrabón) mencionan poblaciones judías en muchas ciudades de la cuenca del Mediterráneo.
La corriente del judaísmo influenciada por la filosofía helenística se desarrolló notablemente a partir del siglo III a. C. entre la diáspora judía de Alejandría, culminando en la compilación de la Septuaginta. Un representante de la simbiosis entre la teología judía y el pensamiento helenístico es Filón de Alejandría.
[editar] Macabeos
Artículo principal: Macabeos
Los Macabeos levantaron al pueblo y consiguieron la independencia. Eran los hijos del sacerdote Matatías, que prendió la mecha al negarse a adorar a los dioses griegos. La familia huyó a las montañas, desde donde Judas Macabeo volvió con un ejército de judíos disidentes consiguiendo la victoria, restableciendo los servicios tradicionales judíos en el Templo y nombrando a Jonatán Macabeo como sumo sacerdote.
En el 142 a. C. Simón Macabeo, el último hijo de Matatías, ascendió al poder. Ese mismo año Demetrio II de Siria garantizó a los judíos la independencia política completa, y Simón, sumo sacerdote y comandante de los ejércitos judíos, gobernó hasta el año 135 a. C., cuando fue asesinado. Su hijo Juan Hircano fundó la dinastía Asmonea.
[editar] Asmoneos
Artículo principal: Asmoneos
Más preocupados que sus antecesores por el poderío militar, los asmoneos establecieron un reino desde el año 134 a. C. hasta el advenimiento del Imperio romano en Israel en el 63 a. C. Con los asmoneos, las fronteras del reino judío llegaron a tener las dimensiones de los tiempos de David y Salomón, ya que anexionaron Samaria, Galilea e Idumea, y forzaron a los idumeos a convertirse al judaísmo.
La dinastía se desintegró como resultado de la guerra civil entre Hircano II y Aristóbulo II, hijos de Salomé Alejandra: la última de los asmoneos y la única mujer que gobernó en Israel. Las peticiones de ayuda a la República Romana trajeron como consecuencia la conquista del reino por parte de Cneo Pompeyo Magno.[2]
[editar] Roma
Artículo principal: Judea (provincia romana)
En el año 63 a. C. Pompeyo conquistó la región, convirtiéndola en reino tributario de Roma, que repartió el reino en 5 distritos bajo la jurisdicción de un Sanedrín, y nombró sumo sacerdote a Juan Hircano II. A partir de entonces, el Sumo Sacerdote fue nombrado por los romanos.
En 40 a. C. el Senado romano nombró rey de los judíos a Herodes el Grande, concediendo una cierta autonomía, que fue casi anulada cuando Augusto unió el territorio de Israel con el de Siria, formando la Provincia de Judea bajo gobierno de un legado, Publio Sulpicio Quirino, aunque mantuvo en el trono a Herodes. La orden de Quirino de censar a la población, (los censos estaban prohibidos por las leyes judías), encendió una revuelta duramente reprimida.[3] Las relaciones entre judíos y romanos se deterioraron seriamente durante el reinado de Calígula, que ordenó colocar una estatua suya en el Templo, aunque su muerte calmó la situación.
Tras la muerte de Herodes el Grande el año 39, Claudio designó como rey de los judíos a Herodes Antipas (41-44), a Herodes de Calcis y posteriormente a Herodes Agripa II, (48-100), séptimo y último rey de la familia Herodes.
Posteriormente hubo tres rebeliones:
En el año 66 estalló la primera Guerra Judeo-Romana, cuya causa fue la orden de Vitelio de adorar a los dioses romanos. Vespasiano y después su hijo Tito fueron enviados a sofocar la revuelta, destruyendo Jericó en el año 68, Jerusalén, cuyo Templo fue arrasado, en el año 70 y Masada en el 73. Se nombró un pretor y la X legión fue la encargada de mantener el orden, quedando anulada la monarquía y encargado el Sanedrín, que fue trasladado a la ciudad de Yavne, de los aspectos religioso, político y judicial de la vida judía.[4]
En 115 estalló una segunda sublevación, esta vez generalizada entre los judíos de todo el oriente del Imperio, comenzando en Cirene. En el 118 el emperador Adriano, prometió autorizar la reconstrucción del Templo, lo que calmó la revuelta.[5] [6]
Entre los años 132 al 135 d. C. estalló una tercera guerra debido a las leyes de Adriano, que prohibió el Brit Milá, la celebración del Shabat, y las leyes de pureza en la familia, así como por el rumor de que se iba a construir un templo en honor a Júpiter en el solar del Templo. Después de la derrota de los judíos, Adriano dictó varias normas para humillarlos y evitar nuevas sublevaciones: Jesusalén pasó a llamarse Aelia Capitolina y la provincia Syria Palaestina (Siria Palestina) en lugar de Judea. También se prohibió a los judíos vivir en Aelia Capitolina y la religión judía prohibida.[7] Los judíos permanecieron en Galilea, en los Altos del Golán, en el sur del antiguo reino de Judá, y en alguna otra zona.
Lo siguiente es tomado de Wikipedia.
Historia de los judíos
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La historia de los judios es la de la gente, la fe, y la cultura judías. Esta historia abarca casi cuatro mil años y a centenares de diversas poblaciones.
Al igual que otras religiones, el judaísmo conoció distintas corrientes o cismas. La particularidad del pueblo judío, y lo que le diferencia de otros, es su distribución en el mundo y su unidad en torno a los valores culturales transmitidos por los libros religiosos (Torá, Talmud) y por las prácticas rituales (Shabat, Pésaj, Yom Kipur, Cashrut...).
El Génesis remonta el principio de la historia a tres patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob, el último también conocido como Israel y del cual derivó posteriormente el nombre de la Tierra Prometida. No obstante, la primera mención es de fuentes asirias, que hablan de la victoria de Salmanasar III sobre Jehú, de la casa de Omrí, en 838 a. C. Para Flinders Petrie, en la Estela de Merenptah se menciona por primera vez a los israelitas, ca. 1200 a.C.
Historia antigua
Artículo principal: Historia del Antiguo Israel
Los primeros períodos la historia de los judíos coinciden con la del Creciente fértil, Comienza con tribus que ocuparon el área comprendida entre los ríos Nilo en el oeste y el Tigris y Éufrates en el este. Rodeado por los imperios de Egipto y Babilonia y por el desierto de Arabia, y las montañas de Asia Menor, la tierra de Canaán (conocida sucesivamente por Israel, Judá, Cele-Siria, Judea, Palestina, Levante y finalmente Israel otra vez) era un punto de unión de civilizaciones. La zona estaba atravesada por antiguas rutas comerciales, como la vía Maris, el camino de los Reyes y el camino de Horus, que unían el golfo Pérsico con la costa mediterránea y Egipto con Asiria, lo que llevaba al Creciente fértil influencias de otras culturas.
Reparto de tierras entre las 12 tribus.Los judíos de todo el mundo se consideran descendientes de los antiguos israelitas o hebreos, que remontaron su linaje al patriarca Abraham. La tradición judía sostiene que el origen de los israelitas está en los doce hijos de Jacob que se trasladaron a Egipto, donde sus descendientes se dividieron en doce tribus que fueron esclavizadas durante el reinado de un faraón egipcio, identificado a menudo de forma errónea como Ramsés II. En la tradición judía, la emigración de los israelitas desde Egipto a Canaán (el éxodo) conducidos por el profeta Moisés, marca la formación de los israelitas como pueblo.
El Tanaj cuenta que después de cuarenta y un años de vagar por el desierto los israelitas llegaron a Canaán y la conquistaron bajo el mando de Josué, que repartió la tierra entre las doce tribus. Durante un tiempo el pueblo fue regido por una serie de gobernantes llamados jueces. Saúl, de la tribu de Benjamín, fue el primer rey de Israel, seguido por David, de la tribu de Judá quien establecería el linaje del que saldrían los demás reyes. Tras el reinado de Salomón la nación se dividió en dos: Judá al sur, formado por las tribus de Judá y Benjamín e Israel al norte, con las diez tribus restantes. En el siglo VIII a. C. Salmanasar V conquistó el reino de Israel y deportó a sus habitantes, de los que se perdió constancia: se suele referir a ellos como las diez tribus perdidas.
Por su parte, el reino de Judá fue conquistado por el ejército babilónico a principios del siglo VI a. C. La élite fue deportada a Babilonia pero parte de ella regresó a su patria conducida por los profetas Esdras y Nehemías, cuando el rey persa Artajerjes I invadió Babilonia.
A partir de esta época comenzaron las divisiones entre los israelitas, con la formación de partidos político-religiosos como los saduceos y fariseos.
[editar] Imperio seléucida
Artículo principal: Imperio seléucida
En el año 334 a. C. Alejandro comenzaba la conquista del Imperio persa, dominando el Oriente Medio en el 332. A su fallecimiento, tras la división del imperio entre sus generales, se impuso el Imperio seléucida en una zona que abarcaba desde el Mediterráneo hasta la frontera con la India.
Herederos de la cultura helenística que procuraron difundir, los reyes de la dinastía gobernaron al modo de sus antecesores asirios, mesopotámicos y persas, haciéndose adorar como a dioses. Frecuentemente estuvieron en guerra con la dinastía Ptolemaica de Egipto.
Antíoco IV Epífanes comenzó una de las primeras persecuciones religiosas conocidas, fenómeno casi desconocido hasta entonces. A su vuelta de Egipto, organizó una expedición contra Jerusalén, destruyéndola y matando a muchos de sus habitantes. El deterioro de las relaciones con los judíos religiosos condujo a Antíoco a dictar decretos prohibiendo determinados ritos y tradiciones religiosas, por lo que los judíos ortodoxos se rebelaron bajo la dirección de los Macabeos.[1]
[editar] Judaísmo helenístico
A partir del siglo II a. C. todos los escritores (Filón, Séneca, Estrabón) mencionan poblaciones judías en muchas ciudades de la cuenca del Mediterráneo.
La corriente del judaísmo influenciada por la filosofía helenística se desarrolló notablemente a partir del siglo III a. C. entre la diáspora judía de Alejandría, culminando en la compilación de la Septuaginta. Un representante de la simbiosis entre la teología judía y el pensamiento helenístico es Filón de Alejandría.
[editar] Macabeos
Artículo principal: Macabeos
Los Macabeos levantaron al pueblo y consiguieron la independencia. Eran los hijos del sacerdote Matatías, que prendió la mecha al negarse a adorar a los dioses griegos. La familia huyó a las montañas, desde donde Judas Macabeo volvió con un ejército de judíos disidentes consiguiendo la victoria, restableciendo los servicios tradicionales judíos en el Templo y nombrando a Jonatán Macabeo como sumo sacerdote.
En el 142 a. C. Simón Macabeo, el último hijo de Matatías, ascendió al poder. Ese mismo año Demetrio II de Siria garantizó a los judíos la independencia política completa, y Simón, sumo sacerdote y comandante de los ejércitos judíos, gobernó hasta el año 135 a. C., cuando fue asesinado. Su hijo Juan Hircano fundó la dinastía Asmonea.
[editar] Asmoneos
Artículo principal: Asmoneos
Más preocupados que sus antecesores por el poderío militar, los asmoneos establecieron un reino desde el año 134 a. C. hasta el advenimiento del Imperio romano en Israel en el 63 a. C. Con los asmoneos, las fronteras del reino judío llegaron a tener las dimensiones de los tiempos de David y Salomón, ya que anexionaron Samaria, Galilea e Idumea, y forzaron a los idumeos a convertirse al judaísmo.
La dinastía se desintegró como resultado de la guerra civil entre Hircano II y Aristóbulo II, hijos de Salomé Alejandra: la última de los asmoneos y la única mujer que gobernó en Israel. Las peticiones de ayuda a la República Romana trajeron como consecuencia la conquista del reino por parte de Cneo Pompeyo Magno.[2]
[editar] Roma
Artículo principal: Judea (provincia romana)
En el año 63 a. C. Pompeyo conquistó la región, convirtiéndola en reino tributario de Roma, que repartió el reino en 5 distritos bajo la jurisdicción de un Sanedrín, y nombró sumo sacerdote a Juan Hircano II. A partir de entonces, el Sumo Sacerdote fue nombrado por los romanos.
En 40 a. C. el Senado romano nombró rey de los judíos a Herodes el Grande, concediendo una cierta autonomía, que fue casi anulada cuando Augusto unió el territorio de Israel con el de Siria, formando la Provincia de Judea bajo gobierno de un legado, Publio Sulpicio Quirino, aunque mantuvo en el trono a Herodes. La orden de Quirino de censar a la población, (los censos estaban prohibidos por las leyes judías), encendió una revuelta duramente reprimida.[3] Las relaciones entre judíos y romanos se deterioraron seriamente durante el reinado de Calígula, que ordenó colocar una estatua suya en el Templo, aunque su muerte calmó la situación.
Tras la muerte de Herodes el Grande el año 39, Claudio designó como rey de los judíos a Herodes Antipas (41-44), a Herodes de Calcis y posteriormente a Herodes Agripa II, (48-100), séptimo y último rey de la familia Herodes.
Posteriormente hubo tres rebeliones:
En el año 66 estalló la primera Guerra Judeo-Romana, cuya causa fue la orden de Vitelio de adorar a los dioses romanos. Vespasiano y después su hijo Tito fueron enviados a sofocar la revuelta, destruyendo Jericó en el año 68, Jerusalén, cuyo Templo fue arrasado, en el año 70 y Masada en el 73. Se nombró un pretor y la X legión fue la encargada de mantener el orden, quedando anulada la monarquía y encargado el Sanedrín, que fue trasladado a la ciudad de Yavne, de los aspectos religioso, político y judicial de la vida judía.[4]
En 115 estalló una segunda sublevación, esta vez generalizada entre los judíos de todo el oriente del Imperio, comenzando en Cirene. En el 118 el emperador Adriano, prometió autorizar la reconstrucción del Templo, lo que calmó la revuelta.[5] [6]
Entre los años 132 al 135 d. C. estalló una tercera guerra debido a las leyes de Adriano, que prohibió el Brit Milá, la celebración del Shabat, y las leyes de pureza en la familia, así como por el rumor de que se iba a construir un templo en honor a Júpiter en el solar del Templo. Después de la derrota de los judíos, Adriano dictó varias normas para humillarlos y evitar nuevas sublevaciones: Jesusalén pasó a llamarse Aelia Capitolina y la provincia Syria Palaestina (Siria Palestina) en lugar de Judea. También se prohibió a los judíos vivir en Aelia Capitolina y la religión judía prohibida.[7] Los judíos permanecieron en Galilea, en los Altos del Golán, en el sur del antiguo reino de Judá, y en alguna otra zona.
martes, 19 de octubre de 2010
TEOLOGIA DEL REEMPLAZO II
Interpretaciones judías
El teólogo judío y académico rabínico David Novak considera el nuevo pacto de [2] , sugiriendo que hay tres opciones:
El nuevo pacto es una extensión del viejo pacto.
El nuevo pacto es una adición al viejo pacto.
El nuevo pacto es un reemplazo del viejo pacto.
Novak observa, "En la temprana iglesia, parece, el nuevo pacto presentado por el Nuevo Testamento fue o tomado como una adición al viejo pacto (la religión de la Torá y la tradición judía farisea, resumida en los Diez Mandamientos), o fue tomado como reemplazo del viejo pacto.
Novak considera que las dos ideas son formas de la Teoría del Reemplazo o Supersesionismo. El designa a la primera como "Teoría del Reemplazo suave" y a la segunda como "Teoría del Reemplazo dura". La primera "no afirma que Dios terminó el pacto del Éxodo-Sinaí con el pueblo judío. En cambio, afirma que Jesús vino a completar la promesa del viejo pacto, primero para aquellos judíos que ya estaban iniciados en el pacto, quienes entonces aceptaron su mesianidad como la completitud del pacto. Y, afirma que Jesús vino tanto para iniciar y completar la promesa del pacto para aquellos gentiles cuya sola conexión con el pacto es a través de él. Por lo tanto, en este tipo de Teoría del Reemplazo, aquellos judíos que no aceptan la mesianidad de Jesús son aún parte del pacto en el sentido de 'lo que Dios ha unido no dejen que ningún hombre lo divida' [énfasis en el original]."
La Teoría del Reemplazo dura, en cambio, afirma que "el viejo pacto está muerto. Los judíos por sus pecados, principalmente por rechazar a Jesús como el Mesías, han perdido el derecho a cualquier estatus testamental." Ver también Antinomianismo.
Esta clasificación provee opciones mutuamente exclusivas. La Teoría del Reemplazo dura implica tanto reemplazo económico como punitivo, mientras que la Teoría del Reemplazo suave no cae en niguna de estas tres clases reconocidas como supersesionismo por los teólogos cristianos.
[editar] La visión judía
Desde una perspectiva judía, la Torá fue otorgada al pueblo judío como un pacto eterno y nunca será reemplazado ni se le harán adiciones (ver también Deuteronomio[3] , 12:32), y por lo tanto el judaísmo rechaza la Teoría del Reemplazo como contrario a la Biblia hebrea en el mejor de los casos y antisemita en el peor. Para el judaísmo y otros críticos, el supersesionismo es una teología del reemplazo, que substituye a los judíos y los hijos de Noé por la iglesia cristiana, formada por cristianos.
Los supersesionistas, sin embargo, entienden su visión como una teología de la concreción, en la cual ningún judío que verdaderamente cree en el Evangelio es jamás reemplazado (pero para los judíos, una persona que cree en el Evangelio no es judía), y en la cual cualquier judío no creyente (como Ahab o Judas Iscariote) fue nunca parte del pueblo elegido de Dios porque él o élla nunca habían seguido a Dios. Aún cuando el judaísmo anticipa su propia completitud en la llegada de un mesías judío, el cristianismo afirma que Jesús, en su "Segunda Venida", será la concreción de esta esperanza, más que un reemplazo de ella.
Debe ser notado que la creencia cristiana tradicional en la Teoría del Reemplazo (aún sostenida por la Iglesia Católica pero no en ciertos movimientos protestantes que siguen una teoría diferente llamada "Dispensionalismo") es considerada ofensiva para los judíos modernos y es muchas veces citada por los historiadores como una de las raíces del antisemitismo en la cultura occidental.
[editar] Ejemplos modernos en la liturgia católica
"El Talmud es el libro por excelencia del judaísmo postbíblico. Decir que los judíos son los hombres del antiguo testamento es no entender nada. Los hombres del antiguo testamento ya murieron. Sus herederos legítimos son, en todo caso, los cristianos. El judaísmo posterior al 70 no es sino la inflación pavorosa del orgulloso legalismo fariseo."[4]
Esta cita fue tomada del sermón del 28 de octubre de 2001 de Mons. Gustavo E. Podestá, Profesor Titular de la materia Teología Dogmática II B: Antropología Teológica, en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires [5] que se puede hallar en el sitio web www.catecismo.com.ar. Notable en este sermón es además el lenguaje agresivo contra el judaísmo y la adopción de teorías conspiracionistas reaccionarias y antisemitas tomadas de los Protocolos de los Sabios de Sion, como por ejemplo la idea de que el judaísmo "ha estado detrás del nacimiento de la masonería, del protestantismo, de la revolución francesa, del marxismo..." Lo cual apoya la idea de que la Teoría del Reemplazo está estréchamente ligada con una visión negativa hacia los judíos y/o el judaísmo.
El teólogo judío y académico rabínico David Novak considera el nuevo pacto de [2] , sugiriendo que hay tres opciones:
El nuevo pacto es una extensión del viejo pacto.
El nuevo pacto es una adición al viejo pacto.
El nuevo pacto es un reemplazo del viejo pacto.
Novak observa, "En la temprana iglesia, parece, el nuevo pacto presentado por el Nuevo Testamento fue o tomado como una adición al viejo pacto (la religión de la Torá y la tradición judía farisea, resumida en los Diez Mandamientos), o fue tomado como reemplazo del viejo pacto.
Novak considera que las dos ideas son formas de la Teoría del Reemplazo o Supersesionismo. El designa a la primera como "Teoría del Reemplazo suave" y a la segunda como "Teoría del Reemplazo dura". La primera "no afirma que Dios terminó el pacto del Éxodo-Sinaí con el pueblo judío. En cambio, afirma que Jesús vino a completar la promesa del viejo pacto, primero para aquellos judíos que ya estaban iniciados en el pacto, quienes entonces aceptaron su mesianidad como la completitud del pacto. Y, afirma que Jesús vino tanto para iniciar y completar la promesa del pacto para aquellos gentiles cuya sola conexión con el pacto es a través de él. Por lo tanto, en este tipo de Teoría del Reemplazo, aquellos judíos que no aceptan la mesianidad de Jesús son aún parte del pacto en el sentido de 'lo que Dios ha unido no dejen que ningún hombre lo divida' [énfasis en el original]."
La Teoría del Reemplazo dura, en cambio, afirma que "el viejo pacto está muerto. Los judíos por sus pecados, principalmente por rechazar a Jesús como el Mesías, han perdido el derecho a cualquier estatus testamental." Ver también Antinomianismo.
Esta clasificación provee opciones mutuamente exclusivas. La Teoría del Reemplazo dura implica tanto reemplazo económico como punitivo, mientras que la Teoría del Reemplazo suave no cae en niguna de estas tres clases reconocidas como supersesionismo por los teólogos cristianos.
[editar] La visión judía
Desde una perspectiva judía, la Torá fue otorgada al pueblo judío como un pacto eterno y nunca será reemplazado ni se le harán adiciones (ver también Deuteronomio[3] , 12:32), y por lo tanto el judaísmo rechaza la Teoría del Reemplazo como contrario a la Biblia hebrea en el mejor de los casos y antisemita en el peor. Para el judaísmo y otros críticos, el supersesionismo es una teología del reemplazo, que substituye a los judíos y los hijos de Noé por la iglesia cristiana, formada por cristianos.
Los supersesionistas, sin embargo, entienden su visión como una teología de la concreción, en la cual ningún judío que verdaderamente cree en el Evangelio es jamás reemplazado (pero para los judíos, una persona que cree en el Evangelio no es judía), y en la cual cualquier judío no creyente (como Ahab o Judas Iscariote) fue nunca parte del pueblo elegido de Dios porque él o élla nunca habían seguido a Dios. Aún cuando el judaísmo anticipa su propia completitud en la llegada de un mesías judío, el cristianismo afirma que Jesús, en su "Segunda Venida", será la concreción de esta esperanza, más que un reemplazo de ella.
Debe ser notado que la creencia cristiana tradicional en la Teoría del Reemplazo (aún sostenida por la Iglesia Católica pero no en ciertos movimientos protestantes que siguen una teoría diferente llamada "Dispensionalismo") es considerada ofensiva para los judíos modernos y es muchas veces citada por los historiadores como una de las raíces del antisemitismo en la cultura occidental.
[editar] Ejemplos modernos en la liturgia católica
"El Talmud es el libro por excelencia del judaísmo postbíblico. Decir que los judíos son los hombres del antiguo testamento es no entender nada. Los hombres del antiguo testamento ya murieron. Sus herederos legítimos son, en todo caso, los cristianos. El judaísmo posterior al 70 no es sino la inflación pavorosa del orgulloso legalismo fariseo."[4]
Esta cita fue tomada del sermón del 28 de octubre de 2001 de Mons. Gustavo E. Podestá, Profesor Titular de la materia Teología Dogmática II B: Antropología Teológica, en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires [5] que se puede hallar en el sitio web www.catecismo.com.ar. Notable en este sermón es además el lenguaje agresivo contra el judaísmo y la adopción de teorías conspiracionistas reaccionarias y antisemitas tomadas de los Protocolos de los Sabios de Sion, como por ejemplo la idea de que el judaísmo "ha estado detrás del nacimiento de la masonería, del protestantismo, de la revolución francesa, del marxismo..." Lo cual apoya la idea de que la Teoría del Reemplazo está estréchamente ligada con una visión negativa hacia los judíos y/o el judaísmo.
lunes, 18 de octubre de 2010
QUE ES LA TEOLOGIA DEL REEMPLAZO?
En wikipedia, explica este concepto muy claramente sobre lo que significa esta teologia, por encimita les digo que se refiere a la sustitucion del pueblo de Israel, pueblo elegido por Dios, por el concepto Griego helenistico de Iglesia.
La Teoría del Reemplazo en teología, también llamada Teología de la Suplantación, o Teoría de la Substitución (en Inglés: w:supercessionism o w:supersessionism) es un conjunto de interpretaciones particulares de alegatos del Nuevo Testamento (Biblia cristiana), que ven a la relación de Dios con los cristianos como reemplazando su anterior relación con los judíos (o israelitas) y los prosélitos judíos. Las expresiones bíblicas de las relaciones de Dios con la gente se conocen como testamentos, así que el elemento contencioso de la Teoría del Reemplazo es la idea de que el Nuevo Testamento de Dios con la Iglesia reemplaza el Testamento mosaico con Israel, en particular la Ley Mosaica (o Torá). En el Islam, la Teoría del Reemplazo también está presente, ya que para los musulmanes la revelación del profeta Mahoma reemplaza y supera a todas las anteriores, incluyendo a la de Jesús (quien es visto como Profeta, no como Dios).
Etimología
En alemán y francés, la teoría del reemplazo se conoce como Teología de la Substitución — (Aleman) Substitutionstheologie, (Francés) théologie de la substitution.
[editar] ¿En qué consiste la Teoría del Reemplazo?
La Teología de la Suplantación surgió en la Iglesia poco después que el liderato gentil sustituyera al liderato judío en Jerusalén y los judíos fueran expulsados de la tierra. ¿Cuáles han sido sus premisas? [3]
1. Israel (refiriéndose al pueblo judío y su tierra) ha sido destituido y reemplazado por la Iglesia Cristiana en los propósitos de Dios. Esto implica que la Iglesia es la continuación histórica de Israel, y ahora Israel queda excluido .
2. El pueblo judío ya no es el “pueblo escogido ”. De hecho, ya es igual a cualquier otro grupo étnico, como son los británicos, los españoles o los africanos.
3. Fuera del arrepentimiento, el nuevo nacimiento y la incorporación a la Iglesia, el pueblo judío carece del monopolio de la atención de Dios.
4. A partir del día de Pentecostés, el término “Israel ”, según es utilizado en la Biblia, ahora se refiere a la Iglesia.
5. Las promesas, los pactos y las bendiciones propias de Israel desde tiempos antiguos le han sido quitadas a los judíos y dadas a la Iglesia, la cual ha sustituido a Israel. No obstante, las maldiciones mencionadas en la Biblia todavía pertenecen a los judíos como resultado de haber rechazado a Cristo.
[editar] Tipos de Reemplazo
Tanto los teólogos cristianos como judíos han identificado diferentes tipos de teorías de reemplazo en la lectura cristiana de la Biblia.
Interpretaciones cristianas
R. Kendall Soulen considera que tres categorías de reemplazo son identificadas por teólogos cristianos: punitivo, "económico" y estructural.[1]
La Teoría del Reemplazo punitivo es representado por las citas de Hipólito, Orígenes y Lutero.
Hipólito de Roma (considerado por los cristianos mártir el 13 August 235): "[Los judíos] han sido oscurecidos a los ojos de tu alma con una oscuridad total y definitiva."
Orígenes (circa 185 a 254): "[Los judíos] nunca serán devueltos a su antigua condición."
Más de un milenio después, con la llegada del protestantismo, Martín Lutero (1483–1546) escribió,
"Los judíos, ciertamente rechazados por Dios, no son más su pueblo, y tampoco es El ya más su Dios."
Es punitivo por la idea de que los judíos, los cuales rechazan a Jesús como Mesías son en consecuencias condenados por Dios, perdiendo el derecho a las promesas que se les debían según el testamento. La Teoría del Reemplazo económico no se refiere al dinero, sino que es usada en el sentido técnico teológico de función (ver trinidad económica). Es la postura de que el propósito práctico de la nación de Israel en los planes de Dios es reemplazado por el rol de la Iglesia (representado por las citas de Justino y Agustín).
Agustín de Hipona (354–430) parece seguir estas opiniones de los tempranos Padres de la Iglesia.
"Porque si sostenemos con el corazón firme la gracia de Dios que nos ha sido dada, entonces somos Israel."
"El pueblo cristiano es en realidad Israel."
Sin embargo, Agustín introduce un nuevo punto de vista en la importancia para la cristiandad de la continuada existencia del pueblo judío.
"Los judíos ... son entonces por sus propias Escrituras un testimonio para nosotros de que no hemos falsificado las profecías sobre Cristo."
Justino Mártir (circa 100 a 165): "Porque el verdadero Israel espiritual ... somos nosotros quienes hemos sido guiados a Dios a través de este Cristo crucificado."
La Teoría del Reemplazo estructural es el término de Soulen para la marginalización de facto del Antiguo Testamento (Tanaj hebreo) como normativo para el pensamiento cristiano. En sus palabras, "el supersecionismo estructural se refiere a la lógica narrativa del modelo estándar por el cual se convierten a las Escrituras Hebreas en fundamentalmente indecisas para dar forma a las creencias cristianas sobre como las obras de Dios como Consumador y Redimidor se relacionan con la humanidad en formas universales y duraderas." La terminología de Soulen es usada por Craig A. Blaising, en 'The Future of Israel as a Theological Question'. Ver también la ley bíblica en Cristianismo, Antinomianismo, y Marcionismo.
Estas tres visiones no son ni mutuamente excluyentes, ni lógicamente dependientes, y es posible sostener las tres o cualquiera de ellas con o sin las otras.
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jueves, 14 de octubre de 2010
LA PROFECIA BIBLICA PARTE III
En el mensaje: La profecía bíblica – una prueba de Dios, veníamos viendo a Jesús como Profeta, y que las palabras y afirmaciones de Jesús se cumplirán en un cien por ciento, porque son eternas, y además son espíritu y vida. Para dar peso a sus promesas y demostrar, por ejemplo, que él es capaz de dar vida aún más allá de la tumba, Jesús resucitó a Lázaro, a la hija de Jairo y, también, al hijo de la viuda de Naín. La gente vio, entonces, que:
Esto era la: Profecía cumplida, como prueba de la credibilidad y del poder de Jesús
En el evangelio de Juan, el Señor Jesús subraya dos veces la credibilidad de sus palabras y sus hechos, con profecías que realmente se cumplieron, que pudieron presenciarse y observarse: En el cap. 13, vers. 19 leemos: “Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy”. Y en el cap. 14, vs. 29: “… ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis”.
Veamos ahora cómo anunció: La crucifixión. Jesús anunció e ilustró muy concretamente la forma de su muerte con un acontecimiento del Antiguo Testamento (que se encuentra en Números 21, vers. 4 al 9): Así como Moisés, siguiendo el mandato del Señor para salvación de los israelitas mordidos por las serpientes venenosas, levantó una serpiente de bronce bien visible sobre una asta (“… y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”, como dice el versículo 9), así también el Hijo del hombre iba a ser físicamente elevado para señal y para salvación (según sus propias palabras de Juan 3:14 y 15). Esto sucedió a pesar de que Jesús, según el derecho romano, no podría haber sido crucificado, lo que Pilato aseguró un par de veces durante su interrogatorio. Pero, aún así, Jesús fue condenado a muerte y levantado en la cruz para ser exhibido. ¡La Palabra de Dios siempre debe cumplirse!
Hablemos ahora de la profecía de: La destrucción del templo y de Jerusalén.
Jesús horrorizó a sus discípulos cuando anunció la destrucción del templo (lo vemos en Mateo 24:1 y 2), el cual el rey Herodes había mandado a reconstruir y mejorar durante años. A pesar de que cuarenta años más tarde, durante la conquista de Jerusalén, el general romano Tito ordenó expresamente a sus soldados no tocar el templo, y mucho menos destruirlo, en el año 70 d.C. se cumplió justamente aquello que Jesús había anunciado (también en Lucas 19:41 al 44; y 21:24). Fue el juicio divino por el rechazo del Mesías encarnado. Pero, para nosotros ¡todo esto ya es historia! ¿Reconocemos aquí el cumplimiento de la palabra profética, incluido en la historia? Ahora la profecía de la: Eternidad de la Palabra de Dios, y la proclamación mundial del evangelio.
Qué afirmaciones totalmente insensatas las de aquel joven predicador callejero, a quien perseguían aquellos primitivos galileos prehistóricos. “Ese debe estar loco”, habrán murmurado los fariseos y escribas. Pero Jesús lo dijo completamente convencido: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (así lo leemos en Mateo 24:35), y profetizó también la proclamación mundial del evangelio (en Mateo 26:13). Hoy alguno que otro todavía se burla, pero con una inexcusable miopía: porque desde Nueva Zelanda, pasando por Siberia hasta Portugal, desde Tanger (en Marruecos) hasta Ciudad del Cabo (en Sudáfrica), y desde los esquimales hasta Tierra del Fuego, en todos partes de este mundo encontramos seguidores de Jesucristo, y hasta el día de hoy existen 2.426 idiomas a los cuales toda la Biblia, o el Nuevo Testamento, o algunas partes de la misma, han sido traducidas.
Todas estas profecías bíblicas cumplidas nos exhortan a estar despiertos, y nos retan a esperar completa y confiadamente los acontecimientos que se han anunciado y aún no han sucedido, y a prepararnos para ellos. Pensemos en las señales, especialmente en dirección al tiempo de la tribulación y la posterior aparición gloriosa del Rey de reyes, pero también en el rapto de la iglesia-la esposa de Jesucristo, y preparémonos para eso. ¡Los cristianos nacidos de nuevo ya sienten como una atmósfera de partida!
Analicemos ahora: La Profecía y el Espíritu Santo
Comencemos con: La venida del Espíritu Santo.
Jesús les prometió a sus discípulos la llegada y compañía del Espíritu Santo y los preparó para eso (esto lo podemos ver en Juan 16:7 al 15; y en Hechos 1:4 y 5). Lo recordamos especialmente en Pentecostés, la fecha del nacimiento de la Iglesia de Jesús. Ésta representa en todos lados los efectos visibles del actuar del Espíritu Santo, cuando los cristianos rescatados y reconciliados se reúnen. Después de tantas persecuciones, de distintas falsas doctrinas, de énfasis mal puestos y de una constante mundanalidad y enfriamiento, ¡esto es realmente un milagro! Como hijos de Dios, nosotros mismos vivimos una y otra vez su intervención alentadora y la realidad universal de la palabra de Jesús, cuando dijo que sobre la roca de la afirmación de Pedro (“Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”, Mateo 16:16), él construirá su iglesia (versículo 18).
Pero, hay un aspecto más que muchas veces es pasado por alto, y que leemos en Juan 16:12 y 13: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”. En el versículo 12, Jesús anuncia la venida del Espíritu Santo. Muchos, sin embargo, pasan por alto la última parte de la promesa, donde él claramente menciona que el Espíritu de Dios, luego, también revelará “las cosas que han de venir” o las “cosas futuras”. Después de Pentecostés habrá, por lo tanto, declaraciones proféticas especiales, las que encontramos en las cartas de Pablo, Pedro, Judas y Juan (como revelación de Jesucristo). A continuación, veremos sólo un ejemplo de lo que el Espíritu Santo ha revelado después de Pentecostés:
El arrebatamiento.
Entre cristianos a veces hay discusiones con respecto a si la segunda venida de Jesús ocurrirá en una o en dos etapas. Esto también se podría definir como un síntoma de “analfabetismo” profético, el cual trae mucha confusión. En la primera carta a la iglesia de Corinto, la cual Pablo escribió aproximadamente 23 años después de Pentecostés, el apóstol deja saber a sus lectores que a él, por el Espíritu Santo, le fue revelado un mysterium (o misterio, según consta en 1 Corintios 15:51 y 52). Se trata de la venida del esposo celestial, para “traer de regreso” a su amada esposa. Ya que la iglesia, la esposa comprada por precio de sangre, también era un misterio, esta venida especial de Jesús no era conocida anteriormente. Es revelado y explicado aquí como un misterio. En conexión con 1 Tesalonicenses 4:13 al 18 es absolutamente comprensible, cuando en el versículo 17 aparece el concepto de “arrebatamiento”. ¿Cómo es posible que haya personas que realmente aseguran que el término “arrebatamiento” no aparece en la Biblia? En el Nuevo Testamento se revelan ocho misterios importantes en lo concerniente a la historia de la salvación.
La otra aparición gloriosa conocida del divino Mesías: “… con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre…” (ver Daniel 7:13-14), es evidente. Incontables veces Jesús se identificó con esta figura profética, el “Hijo del hombre”, dándose a sí mismo ese título. La última vez frente al sumo sacerdote (como leemos en Mateo 26:63 y 64), quien definitivamente tomó esta expresión como una blasfemia contra Dios (versículo 65), confirmando así el juicio divino sobre Israel. Veamos ahora la: Aplicación práctica
En Lucas 21:28 se nos pide que observemos atentamente los sucesos que ocurren a nuestro alrededor y en el mundo, y que los evaluemos a la luz de la Biblia: “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.” Aunque muchas de las llamadas señales del fin y sus antesalas, las cuales anunció el Señor Jesús, son de naturaleza negativa, su cercanía nos debe hacer recordar los cumplimientos proféticos. Dios lo ha anunciado, él está sentado en el trono, su palabra es realidad, y en eso podemos confiar en todo sentido. Esto genera una gozosa certeza, que nos hace mirar agradecidos como dice Hebreos 12:2: “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. Algo parecido encontramos en Hebreos 10:25, donde somos llamados a “no (dejar) de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
Adormecerse al volante de un auto puede tener consecuencias fatales. ¡Pero aquí se trata de la salvación o la perdición eternas! En vez de sólo alegrarnos de nuestra propia salvación como cristianos nacidos de nuevo, debería sacudirnos la profecía cumplida y las, cada vez más, continuas apariciones de la cuenta regresiva apocalíptica, como si se tratara de una adrenalina espiritual, para no dejarnos estar en nuestra conformidad, dormitando y apáticos. Debería impulsarnos a llevar a otras personas, con hechos y palabras, al camino a la salvación en Jesucristo, para que también ellos puedan tomarse de su mano horadada en la cruz del Gólgota, y sean sanados por sus heridas. El perdón de pecados solamente puede ocurrir por la sangre derramada del Cordero de Dios, por Jesucristo, quien era libre de pecado pero se hizo pecado por nosotros, y al cargarlos sobre Él, soportó voluntariamente la terrible muerte de cruz: “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (así dice Isaías 53:5).
Dios nos quiere usar precisamente en estos últimos tiempos, antes del arrebatamiento, para que como dice Gálatas 6:10: “hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”, dando testimonio a las personas que aún están viviendo en sus pecados que Jesús vino a este mundo para “llamar a los pecadores” y no a los supuestos justos (Mateo 9:13). 1 Timoteo 2:4 nos dice que Dios quiere “que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. Por eso, Jesús nos llama, metafóricamente, en Lucas 14:23, de la siguiente manera: “Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa”.
Quien por razones de salud o de vejez ya no pueda salir, está llamado a apoyar la proclamación del evangelio, posiblemente con sus bienes, pero especialmente con la oración. La recompensa no faltará, ya que en 1 Corintios 2:9 dice: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”.
TOMADO DE LLAMADA DE MEDIANOCHE
Esto era la: Profecía cumplida, como prueba de la credibilidad y del poder de Jesús
En el evangelio de Juan, el Señor Jesús subraya dos veces la credibilidad de sus palabras y sus hechos, con profecías que realmente se cumplieron, que pudieron presenciarse y observarse: En el cap. 13, vers. 19 leemos: “Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy”. Y en el cap. 14, vs. 29: “… ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis”.
Veamos ahora cómo anunció: La crucifixión. Jesús anunció e ilustró muy concretamente la forma de su muerte con un acontecimiento del Antiguo Testamento (que se encuentra en Números 21, vers. 4 al 9): Así como Moisés, siguiendo el mandato del Señor para salvación de los israelitas mordidos por las serpientes venenosas, levantó una serpiente de bronce bien visible sobre una asta (“… y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”, como dice el versículo 9), así también el Hijo del hombre iba a ser físicamente elevado para señal y para salvación (según sus propias palabras de Juan 3:14 y 15). Esto sucedió a pesar de que Jesús, según el derecho romano, no podría haber sido crucificado, lo que Pilato aseguró un par de veces durante su interrogatorio. Pero, aún así, Jesús fue condenado a muerte y levantado en la cruz para ser exhibido. ¡La Palabra de Dios siempre debe cumplirse!
Hablemos ahora de la profecía de: La destrucción del templo y de Jerusalén.
Jesús horrorizó a sus discípulos cuando anunció la destrucción del templo (lo vemos en Mateo 24:1 y 2), el cual el rey Herodes había mandado a reconstruir y mejorar durante años. A pesar de que cuarenta años más tarde, durante la conquista de Jerusalén, el general romano Tito ordenó expresamente a sus soldados no tocar el templo, y mucho menos destruirlo, en el año 70 d.C. se cumplió justamente aquello que Jesús había anunciado (también en Lucas 19:41 al 44; y 21:24). Fue el juicio divino por el rechazo del Mesías encarnado. Pero, para nosotros ¡todo esto ya es historia! ¿Reconocemos aquí el cumplimiento de la palabra profética, incluido en la historia? Ahora la profecía de la: Eternidad de la Palabra de Dios, y la proclamación mundial del evangelio.
Qué afirmaciones totalmente insensatas las de aquel joven predicador callejero, a quien perseguían aquellos primitivos galileos prehistóricos. “Ese debe estar loco”, habrán murmurado los fariseos y escribas. Pero Jesús lo dijo completamente convencido: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (así lo leemos en Mateo 24:35), y profetizó también la proclamación mundial del evangelio (en Mateo 26:13). Hoy alguno que otro todavía se burla, pero con una inexcusable miopía: porque desde Nueva Zelanda, pasando por Siberia hasta Portugal, desde Tanger (en Marruecos) hasta Ciudad del Cabo (en Sudáfrica), y desde los esquimales hasta Tierra del Fuego, en todos partes de este mundo encontramos seguidores de Jesucristo, y hasta el día de hoy existen 2.426 idiomas a los cuales toda la Biblia, o el Nuevo Testamento, o algunas partes de la misma, han sido traducidas.
Todas estas profecías bíblicas cumplidas nos exhortan a estar despiertos, y nos retan a esperar completa y confiadamente los acontecimientos que se han anunciado y aún no han sucedido, y a prepararnos para ellos. Pensemos en las señales, especialmente en dirección al tiempo de la tribulación y la posterior aparición gloriosa del Rey de reyes, pero también en el rapto de la iglesia-la esposa de Jesucristo, y preparémonos para eso. ¡Los cristianos nacidos de nuevo ya sienten como una atmósfera de partida!
Analicemos ahora: La Profecía y el Espíritu Santo
Comencemos con: La venida del Espíritu Santo.
Jesús les prometió a sus discípulos la llegada y compañía del Espíritu Santo y los preparó para eso (esto lo podemos ver en Juan 16:7 al 15; y en Hechos 1:4 y 5). Lo recordamos especialmente en Pentecostés, la fecha del nacimiento de la Iglesia de Jesús. Ésta representa en todos lados los efectos visibles del actuar del Espíritu Santo, cuando los cristianos rescatados y reconciliados se reúnen. Después de tantas persecuciones, de distintas falsas doctrinas, de énfasis mal puestos y de una constante mundanalidad y enfriamiento, ¡esto es realmente un milagro! Como hijos de Dios, nosotros mismos vivimos una y otra vez su intervención alentadora y la realidad universal de la palabra de Jesús, cuando dijo que sobre la roca de la afirmación de Pedro (“Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”, Mateo 16:16), él construirá su iglesia (versículo 18).
Pero, hay un aspecto más que muchas veces es pasado por alto, y que leemos en Juan 16:12 y 13: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”. En el versículo 12, Jesús anuncia la venida del Espíritu Santo. Muchos, sin embargo, pasan por alto la última parte de la promesa, donde él claramente menciona que el Espíritu de Dios, luego, también revelará “las cosas que han de venir” o las “cosas futuras”. Después de Pentecostés habrá, por lo tanto, declaraciones proféticas especiales, las que encontramos en las cartas de Pablo, Pedro, Judas y Juan (como revelación de Jesucristo). A continuación, veremos sólo un ejemplo de lo que el Espíritu Santo ha revelado después de Pentecostés:
El arrebatamiento.
Entre cristianos a veces hay discusiones con respecto a si la segunda venida de Jesús ocurrirá en una o en dos etapas. Esto también se podría definir como un síntoma de “analfabetismo” profético, el cual trae mucha confusión. En la primera carta a la iglesia de Corinto, la cual Pablo escribió aproximadamente 23 años después de Pentecostés, el apóstol deja saber a sus lectores que a él, por el Espíritu Santo, le fue revelado un mysterium (o misterio, según consta en 1 Corintios 15:51 y 52). Se trata de la venida del esposo celestial, para “traer de regreso” a su amada esposa. Ya que la iglesia, la esposa comprada por precio de sangre, también era un misterio, esta venida especial de Jesús no era conocida anteriormente. Es revelado y explicado aquí como un misterio. En conexión con 1 Tesalonicenses 4:13 al 18 es absolutamente comprensible, cuando en el versículo 17 aparece el concepto de “arrebatamiento”. ¿Cómo es posible que haya personas que realmente aseguran que el término “arrebatamiento” no aparece en la Biblia? En el Nuevo Testamento se revelan ocho misterios importantes en lo concerniente a la historia de la salvación.
La otra aparición gloriosa conocida del divino Mesías: “… con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre…” (ver Daniel 7:13-14), es evidente. Incontables veces Jesús se identificó con esta figura profética, el “Hijo del hombre”, dándose a sí mismo ese título. La última vez frente al sumo sacerdote (como leemos en Mateo 26:63 y 64), quien definitivamente tomó esta expresión como una blasfemia contra Dios (versículo 65), confirmando así el juicio divino sobre Israel. Veamos ahora la: Aplicación práctica
En Lucas 21:28 se nos pide que observemos atentamente los sucesos que ocurren a nuestro alrededor y en el mundo, y que los evaluemos a la luz de la Biblia: “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.” Aunque muchas de las llamadas señales del fin y sus antesalas, las cuales anunció el Señor Jesús, son de naturaleza negativa, su cercanía nos debe hacer recordar los cumplimientos proféticos. Dios lo ha anunciado, él está sentado en el trono, su palabra es realidad, y en eso podemos confiar en todo sentido. Esto genera una gozosa certeza, que nos hace mirar agradecidos como dice Hebreos 12:2: “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. Algo parecido encontramos en Hebreos 10:25, donde somos llamados a “no (dejar) de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
Adormecerse al volante de un auto puede tener consecuencias fatales. ¡Pero aquí se trata de la salvación o la perdición eternas! En vez de sólo alegrarnos de nuestra propia salvación como cristianos nacidos de nuevo, debería sacudirnos la profecía cumplida y las, cada vez más, continuas apariciones de la cuenta regresiva apocalíptica, como si se tratara de una adrenalina espiritual, para no dejarnos estar en nuestra conformidad, dormitando y apáticos. Debería impulsarnos a llevar a otras personas, con hechos y palabras, al camino a la salvación en Jesucristo, para que también ellos puedan tomarse de su mano horadada en la cruz del Gólgota, y sean sanados por sus heridas. El perdón de pecados solamente puede ocurrir por la sangre derramada del Cordero de Dios, por Jesucristo, quien era libre de pecado pero se hizo pecado por nosotros, y al cargarlos sobre Él, soportó voluntariamente la terrible muerte de cruz: “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (así dice Isaías 53:5).
Dios nos quiere usar precisamente en estos últimos tiempos, antes del arrebatamiento, para que como dice Gálatas 6:10: “hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”, dando testimonio a las personas que aún están viviendo en sus pecados que Jesús vino a este mundo para “llamar a los pecadores” y no a los supuestos justos (Mateo 9:13). 1 Timoteo 2:4 nos dice que Dios quiere “que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. Por eso, Jesús nos llama, metafóricamente, en Lucas 14:23, de la siguiente manera: “Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa”.
Quien por razones de salud o de vejez ya no pueda salir, está llamado a apoyar la proclamación del evangelio, posiblemente con sus bienes, pero especialmente con la oración. La recompensa no faltará, ya que en 1 Corintios 2:9 dice: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”.
TOMADO DE LLAMADA DE MEDIANOCHE
miércoles, 13 de octubre de 2010
PROFECIA BIBLICA PARTE II
La profecía bíblica efectivamente es la prueba de que aquí –¡y sólo aquí!- estamos tratando con el Dios verdadero. Eso también tendrían que escribírselo en la frente nuestros científicos e intelectuales, tan marcados por el ateísmo. Incluso por medio de cálculos de probabilidad se puede probar ciertamente que el Dios de la Biblia, el Dios de Israel, existe y se ha revelado a Sí mismo en el tiempo y en el espacio.
Analicemos, entonces, ahora: La Profecía y Jesús
Siglos antes de que sucediera, los profetas de Dios anunciaron tanto el lugar, así como también el nacimiento virginal, y la manera de obrar de Jesús (con otros nombres):
Por ejemplo, acerca de Su Nacimiento:
¿Dónde? Leemos en Miqueas 5:2: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”.
¿De quién? Lo encontramos en Isaías 7:14: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”.
¿Cómo y quién? Lo dice Isaías 9:6: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”.
Después de que resucitó, el Señor Jesús le dio gran valor a que los discípulos reconocieran el cumplimiento de la profecía bíblica, así lo leemos en Lucas 24:44 al 46: “Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día”.
Y vemos aquí, también, que no se trata de una fe ciega, casi mística, sino de una demostración lógica, sobre la base de las profecías del Antiguo Testamento.
Veamos ahora a: Jesús, el Profeta
En la conversación nocturna con Nicodemo, Jesús señala la lógica y la meta de los anuncios proféticos (lo que podemos ver en Juan 3:1 en adelante). Eso vale también para nosotros: por el cumplimiento de anuncios concretos que uno mismo puede observar o encontrar confirmados en la historia, somos guiados un paso más adelante. Debemos aprender a confiar que aún lo que ahora no se ve, la Palabra de Dios anunciada para el futuro, lo celestial, se cumplirá de igual forma. Pero eso es cosa de fe. Así dice en Juan 3:12: “Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?”
Jesucristo, el verbo hecho carne, el Hijo del Dios vivo (lo que se afirma en Juan 1:14, y en 1 Timoteo 3:16), demostró de distintas formas y muy claramente, que lo que él decía se cumplía al pie de la letra. Aquí tenemos algunos ejemplos: cuando los recaudadores de impuestos del templo preguntaron acerca de las dos dracmas que había que pagar, Jesús envió al pescador profesional, Pedro, con un anzuelo a la orilla, y le anunció que el primer pez que sacara tendría un estatero (moneda) en la boca, justamente la suma de dinero para pagar el impuesto de dos personas (esto lo leemos en Mateo 17:24 al 27). ¿Qué pensamientos pasarían por la cabeza de Pedro antes y después de esto?
En otro momento, cuando se acercaba el día de profundo contenido histórico, único en la historia de la salvación, el “día del Mesías”, y se necesitaba un asno junto con su pollino, Jesús les describió a dos de sus discípulos exactamente dónde lo encontrarían y cómo reaccionaría la gente ante el hecho de que alguien desatara los animales. Al mismo tiempo, se cumplió así una profecía mesiánica muy importante de hace aproximadamente 500 años, la de Zacarías 9:9 (vemos su cumplimiento en Mateo 21:1 al 5; y en Lucas 19:29 al 34).
Que Jesús era el profeta anunciado por Moisés (en Deuteronomio 18:15), lo confirmó una segunda vez en Mateo 26:31, cuando les dijo a sus discípulos: “Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas” (profecía de Zacarías 13:7). Y cuando Pedro protestó a viva voz, y completamente seguro de sí mismo: “Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré” (versículo 33), Jesús le bajó los humos con las palabras: “De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces” (versículo 34). Y a pesar de que Pedro le aseguró “… Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré” (versículo 35), se cumplió literalmente aquello que Jesús le había profetizado anteriormente (lo podemos ver en los versículos 69 al 75).
Promesas más allá de la muerte
Las afirmaciones que recién se cumplen después de la muerte, pueden ser muy peligrosas. ¿Por qué? Porque para aquellos que se dejan seducir por ellas, no hay marcha atrás. Mahoma, por ejemplo, les prometió a sus guerreros “santos” (los Dschihaddim o Shahuda), para incitarlos a la valentía y que dejaran el temor de lado, que después de su muerte llegarían al paraíso, donde 72 hermosas Huris (vírgenes) los estarían esperando. ¿Con qué fundamentó esta promesa? ¡Con nada!
O pensemos en los dos líderes de la secta Heavens-Gate, Marshall Applewhite y Bonnie Nettles, quienes en el año 1997, junto con otros 16 hombres y 21 mujeres en el estado americano de California, practicaron el suicidio colectivo. Por ese medio sus almas podrían subir a una nave intergaláctica que viajaba en la cola del cometa Hale-Bopp, el cual supuestamente transportaba a Jesús. ¡No eran más que mentiras y engaños!
Pero, las palabras y afirmaciones de Jesús se cumplirán al cien por ciento, porque son eternas (Marcos 13:31), y además son espíritu y vida (Juan 6:63). Observemos algunas de ellas. Jesús ha prometido:
“Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida” (Juan 5:21). “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).
“De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo” (Juan 5:25 y 26).
Para darle peso a estas promesas y demostrar que él es capaz de dar vida aún más allá de la tumba, Jesús se paró frente a la tumba de Lázaro, fallecido cuatro días antes (lo leemos en Juan 11:39), y le ordenó con voz potente: “¡Lázaro, ven fuera!” (versículo 43). Inmediatamente ocurrió lo que dice el vs. 44: “Y el que había muerto salió…” Esta resurrección fue confirmada incluso por los oponentes de Jesús, quienes después no sólo querían matar a Jesús, sino también a Lázaro (como se relata en Juan 12:1 y 2, y 9 al 11).
Pero esa no fue la única vez que Jesús demostró su poder más allá de la muerte. En Marcos 5:41, podemos ver al Hijo de Dios, tomando la mano de la hija muerta de uno de los principales de la sinagoga, Jairo, y diciéndole: “Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate”. ¿Y qué sucedió? Vs. 42: “Y luego la niña se levantó y andaba”.
Una tercera vez Jesús dio testimonio de su poder sobre la muerte, en Naín. Junto con muchos discípulos y una gran multitud (= muchos testigos oculares) el Hijo de Dios se acercaba a la puerta de la ciudad, en el momento preciso en que salía un cortejo fúnebre. El fallecido era un joven. Su madre, una viuda, cuyo único hijo era el ahora fallecido, caminaba llorando detrás del muerto. Jesús observó toda la tragedia, consoló a la viuda afligida diciéndole: “¡No llores!” (Lucas 7:12), tocó el féretro sobre la cual estaba el muerto y dijo: “Joven, a ti te digo, levántate” (versículos 13 y 14). Inmediatamente el cuerpo comenzó a moverse, lo leemos en el vers. 15: “Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar”. La reacción, mencionada en los vers. 16 y 17, fue increíble: “Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor”. Esto era la: Profecía cumplida, como prueba de la credibilidad y el poder de Jesús
En el evangelio de Juan, el Señor Jesús subraya dos veces la credibilidad de sus palabras y sus hechos, con profecías que realmente se cumplieron, que pudieron presenciarse y observarse: En el cap. 13:19: “Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy”. Y en el cap. 14, vs. 29: “… ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis”.
Analicemos, entonces, ahora: La Profecía y Jesús
Siglos antes de que sucediera, los profetas de Dios anunciaron tanto el lugar, así como también el nacimiento virginal, y la manera de obrar de Jesús (con otros nombres):
Por ejemplo, acerca de Su Nacimiento:
¿Dónde? Leemos en Miqueas 5:2: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”.
¿De quién? Lo encontramos en Isaías 7:14: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”.
¿Cómo y quién? Lo dice Isaías 9:6: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”.
Después de que resucitó, el Señor Jesús le dio gran valor a que los discípulos reconocieran el cumplimiento de la profecía bíblica, así lo leemos en Lucas 24:44 al 46: “Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día”.
Y vemos aquí, también, que no se trata de una fe ciega, casi mística, sino de una demostración lógica, sobre la base de las profecías del Antiguo Testamento.
Veamos ahora a: Jesús, el Profeta
En la conversación nocturna con Nicodemo, Jesús señala la lógica y la meta de los anuncios proféticos (lo que podemos ver en Juan 3:1 en adelante). Eso vale también para nosotros: por el cumplimiento de anuncios concretos que uno mismo puede observar o encontrar confirmados en la historia, somos guiados un paso más adelante. Debemos aprender a confiar que aún lo que ahora no se ve, la Palabra de Dios anunciada para el futuro, lo celestial, se cumplirá de igual forma. Pero eso es cosa de fe. Así dice en Juan 3:12: “Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?”
Jesucristo, el verbo hecho carne, el Hijo del Dios vivo (lo que se afirma en Juan 1:14, y en 1 Timoteo 3:16), demostró de distintas formas y muy claramente, que lo que él decía se cumplía al pie de la letra. Aquí tenemos algunos ejemplos: cuando los recaudadores de impuestos del templo preguntaron acerca de las dos dracmas que había que pagar, Jesús envió al pescador profesional, Pedro, con un anzuelo a la orilla, y le anunció que el primer pez que sacara tendría un estatero (moneda) en la boca, justamente la suma de dinero para pagar el impuesto de dos personas (esto lo leemos en Mateo 17:24 al 27). ¿Qué pensamientos pasarían por la cabeza de Pedro antes y después de esto?
En otro momento, cuando se acercaba el día de profundo contenido histórico, único en la historia de la salvación, el “día del Mesías”, y se necesitaba un asno junto con su pollino, Jesús les describió a dos de sus discípulos exactamente dónde lo encontrarían y cómo reaccionaría la gente ante el hecho de que alguien desatara los animales. Al mismo tiempo, se cumplió así una profecía mesiánica muy importante de hace aproximadamente 500 años, la de Zacarías 9:9 (vemos su cumplimiento en Mateo 21:1 al 5; y en Lucas 19:29 al 34).
Que Jesús era el profeta anunciado por Moisés (en Deuteronomio 18:15), lo confirmó una segunda vez en Mateo 26:31, cuando les dijo a sus discípulos: “Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas” (profecía de Zacarías 13:7). Y cuando Pedro protestó a viva voz, y completamente seguro de sí mismo: “Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré” (versículo 33), Jesús le bajó los humos con las palabras: “De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces” (versículo 34). Y a pesar de que Pedro le aseguró “… Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré” (versículo 35), se cumplió literalmente aquello que Jesús le había profetizado anteriormente (lo podemos ver en los versículos 69 al 75).
Promesas más allá de la muerte
Las afirmaciones que recién se cumplen después de la muerte, pueden ser muy peligrosas. ¿Por qué? Porque para aquellos que se dejan seducir por ellas, no hay marcha atrás. Mahoma, por ejemplo, les prometió a sus guerreros “santos” (los Dschihaddim o Shahuda), para incitarlos a la valentía y que dejaran el temor de lado, que después de su muerte llegarían al paraíso, donde 72 hermosas Huris (vírgenes) los estarían esperando. ¿Con qué fundamentó esta promesa? ¡Con nada!
O pensemos en los dos líderes de la secta Heavens-Gate, Marshall Applewhite y Bonnie Nettles, quienes en el año 1997, junto con otros 16 hombres y 21 mujeres en el estado americano de California, practicaron el suicidio colectivo. Por ese medio sus almas podrían subir a una nave intergaláctica que viajaba en la cola del cometa Hale-Bopp, el cual supuestamente transportaba a Jesús. ¡No eran más que mentiras y engaños!
Pero, las palabras y afirmaciones de Jesús se cumplirán al cien por ciento, porque son eternas (Marcos 13:31), y además son espíritu y vida (Juan 6:63). Observemos algunas de ellas. Jesús ha prometido:
“Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida” (Juan 5:21). “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).
“De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo” (Juan 5:25 y 26).
Para darle peso a estas promesas y demostrar que él es capaz de dar vida aún más allá de la tumba, Jesús se paró frente a la tumba de Lázaro, fallecido cuatro días antes (lo leemos en Juan 11:39), y le ordenó con voz potente: “¡Lázaro, ven fuera!” (versículo 43). Inmediatamente ocurrió lo que dice el vs. 44: “Y el que había muerto salió…” Esta resurrección fue confirmada incluso por los oponentes de Jesús, quienes después no sólo querían matar a Jesús, sino también a Lázaro (como se relata en Juan 12:1 y 2, y 9 al 11).
Pero esa no fue la única vez que Jesús demostró su poder más allá de la muerte. En Marcos 5:41, podemos ver al Hijo de Dios, tomando la mano de la hija muerta de uno de los principales de la sinagoga, Jairo, y diciéndole: “Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate”. ¿Y qué sucedió? Vs. 42: “Y luego la niña se levantó y andaba”.
Una tercera vez Jesús dio testimonio de su poder sobre la muerte, en Naín. Junto con muchos discípulos y una gran multitud (= muchos testigos oculares) el Hijo de Dios se acercaba a la puerta de la ciudad, en el momento preciso en que salía un cortejo fúnebre. El fallecido era un joven. Su madre, una viuda, cuyo único hijo era el ahora fallecido, caminaba llorando detrás del muerto. Jesús observó toda la tragedia, consoló a la viuda afligida diciéndole: “¡No llores!” (Lucas 7:12), tocó el féretro sobre la cual estaba el muerto y dijo: “Joven, a ti te digo, levántate” (versículos 13 y 14). Inmediatamente el cuerpo comenzó a moverse, lo leemos en el vers. 15: “Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar”. La reacción, mencionada en los vers. 16 y 17, fue increíble: “Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor”. Esto era la: Profecía cumplida, como prueba de la credibilidad y el poder de Jesús
En el evangelio de Juan, el Señor Jesús subraya dos veces la credibilidad de sus palabras y sus hechos, con profecías que realmente se cumplieron, que pudieron presenciarse y observarse: En el cap. 13:19: “Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy”. Y en el cap. 14, vs. 29: “… ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis”.
martes, 12 de octubre de 2010
La profecía bíblica – una prueba de Dios.
SALUDOS me parecio interesante este punto de vista de este autor sobre profecia biblica, espreo que les interese como a mi.
Autor: Reinhold Federolf
El estudio de la profecía bíblica procura transformarnos en cristianos más calificados, capaces y activos, que tengan a Jesús como centro, vivan y actúen de esa forma. Dichos cristianos están convencidos de que Dios siempre cumple sus promesas y tiene la última palabra en la historia del mundo y de la salvación.
La profecía bíblica – una prueba de Dios.
Como ya se dijo en la introducción, el estudio de la profecía bíblica procura transformarnos en cristianos más calificados, capaces y activos, que tengan a Jesús como centro, vivan y actúen de esa forma. Dichos cristianos están convencidos de que Dios siempre cumple sus promesas y tiene la última palabra en la historia del mundo y de la salvación.
La profecía bíblica no sirve para complacer la simple curiosidad, ni para jugar con locas especulaciones, ni para confirmar “revelaciones” privadas especiales. Más bien nos quiere convertir en hacedores de la Palabra de Dios, con Jesús en el centro, para que vivamos y actuemos de esa forma. El Señor mismo nos exhorta a analizar nuestro tiempo a la luz de la profecía bíblica. Veamos la profecía en la actualidad: las señales del tiempo
Cuando los fariseos y saduceos tentaron al Señor Jesús, pidiéndole señales del cielo, él les respondió con las palabras de Mateo 16:2 y 3: “Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!”.
Las personas religiosas, en aquel entonces, no se dieron cuenta de que la mayor señal de todos los tiempos estaba parada frente a ellos, en carne y sangre: el Salvador prometido. ¿Y qué pasa con nosotros, en cuanto a los sucesos del fin del mundo? ¿Estamos igualmente ciegos como aquella alta sociedad religiosa?
La profecía bíblica – es la prueba de Dios
Muchas veces no sabemos a ciencia cierta quién era en realidad un profeta “auténticamente bíblico”, confirmado por Dios. Analicemos este asunto. En 1 Samuel 9:3 al 5, se relata que Cis, el padre de Saúl, había enviado a su hijo, con uno de sus siervos, para buscar unas asnas que se habían perdido. Pero a pesar de todo su esfuerzo, no encontraron los animales. Saúl ya había decidido volver con su padre, cuando su siervo tuvo una idea brillante, y le dijo estas palabras que encontramos en el versículo 6: “He aquí ahora hay en esta ciudad un varón de Dios, que es hombre insigne; todo lo que él dice acontece sin falta. Vamos, pues, allá; quizá nos dará algún indicio acerca del objeto por el cual emprendimos nuestro camino”. Así que se pusieron en marcha y encontraron al profeta Samuel. Luego, éste ungió a Saúl como rey de Israel y le profetizó los acontecimientos que sucedieron a continuación. Lo leemos en 1 Samuel 10:1 al 9:
“Tomando entonces Samuel una redoma de aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel? Hoy, después que te hayas apartado de mí, hallarás dos hombres junto al sepulcro de Raquel, en el territorio de Benjamín, en Selsa, los cuales te dirán: Las asnas que habías ido a buscar se han hallado; tu padre ha dejado ya de inquietarse por las asnas, y está afligido por vosotros, diciendo: ¿Qué haré acerca de mi hijo? Y luego que de allí sigas más adelante, y llegues a la encina de Tabor, te saldrán al encuentro tres hombres que suben a Dios en Bet-el, llevando uno tres cabritos, otro tres tortas de pan, y el tercero una vasija de vino; los cuales, luego que te hayan saludado, te darán dos panes, los que tomarás de mano de ellos. Después de esto llegarás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y cuando entres allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto, y delante de ellos salterio, pandero, flauta y arpa, y ellos profetizando. Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre. Y cuando te hayan sucedido estas señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios está contigo. Luego bajarás delante de mí a Gilgal; entonces descenderé yo a ti para ofrecer holocaustos y sacrificar ofrendas de paz. Espera siete días, hasta que yo venga a ti y te enseñe lo que has de hacer. Aconteció luego, que al volver él la espalda para apartarse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas señales acontecieron en aquel día”.
Por medio de la boca de su profeta Samuel, Dios mencionó lugares muy precisos donde Saúl encontraría personas que dirían esto o aquello, llevarían ciertas cosas y se comportarían de una u otra forma. Por el cumplimiento exacto de todos estos anuncios se llegó a la sólida y certera comprobación de que era el todopoderoso quien estaba actuando, el cual también está sobre los misterios del tiempo: el Dios eterno.
Por esta misma razón, el Dios de Israel también retó a los otros dioses a los cuales Israel adoraba, a profetizar algo y encargarse también de su pronto cumplimiento. En Isaías 41:21 al 24 leemos: “Alegad por vuestra causa, dice Jehová; presentad vuestras pruebas, dice el Rey de Jacob. Traigan, anúnciennos lo que ha de venir; dígannos lo que ha pasado desde el principio, y pondremos nuestro corazón en ello; sepamos también su postrimería, y hacednos entender lo que ha de venir. Dadnos nuevas de lo que ha de ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses; o a lo menos haced bien, o mal, para que tengamos qué contar, y juntamente nos maravillemos. He aquí que vosotros sois nada, y vuestras obras vanidad; abominación es el que os escogió”. No se trata sólo de señales y milagros, sino de la demostración, del anuncio y la llegada de sucesos bien concretos.
Roger Liebi escribe en la contratapa de su libro “El Salvador prometido”:
“Al leer el Antiguo Testamento a uno le da la profunda impresión del anhelo y el deseo de la llegada de un Salvador, el Mesías, quien eliminaría el problema raíz de la humanidad e introduciría una justicia eterna. Este anunciado Mesías es descrito en las escrituras del Antiguo Testamento hasta el más mínimo detalle.
Se trata de más de 330 profecías increíblemente exactas y totalmente diferenciadas. En este libro se demostrará con pruebas históricamente correctas, que estas profecías se cumplieron literalmente en el histórico Jesús de Nazaret.
El Nuevo Testamento muestra que por medio de la profecía mesiánica puede ser “demostrado” (en el sentido más literal de esta palabra) que Jesús de Nazaret es el Mesías profetizado.
¡No se puede resaltar lo suficiente que ninguna religión, aparte del cristianismo bíblico, conoce este tipo de demostración!”
La profecía bíblica efectivamente es la prueba de que aquí –¡y sólo aquí!- estamos tratando con el Dios verdadero. Eso también tendrían que escribírselo en la frente nuestros científicos e intelectuales, tan marcados por el ateísmo. Incluso por medio de cálculos de probabilidad se puede probar ciertamente que el Dios de la Biblia, el Dios de Israel, existe y se ha revelado a Sí mismo en el tiempo y en el espacio.
Autor: Reinhold Federolf
El estudio de la profecía bíblica procura transformarnos en cristianos más calificados, capaces y activos, que tengan a Jesús como centro, vivan y actúen de esa forma. Dichos cristianos están convencidos de que Dios siempre cumple sus promesas y tiene la última palabra en la historia del mundo y de la salvación.
La profecía bíblica – una prueba de Dios.
Como ya se dijo en la introducción, el estudio de la profecía bíblica procura transformarnos en cristianos más calificados, capaces y activos, que tengan a Jesús como centro, vivan y actúen de esa forma. Dichos cristianos están convencidos de que Dios siempre cumple sus promesas y tiene la última palabra en la historia del mundo y de la salvación.
La profecía bíblica no sirve para complacer la simple curiosidad, ni para jugar con locas especulaciones, ni para confirmar “revelaciones” privadas especiales. Más bien nos quiere convertir en hacedores de la Palabra de Dios, con Jesús en el centro, para que vivamos y actuemos de esa forma. El Señor mismo nos exhorta a analizar nuestro tiempo a la luz de la profecía bíblica. Veamos la profecía en la actualidad: las señales del tiempo
Cuando los fariseos y saduceos tentaron al Señor Jesús, pidiéndole señales del cielo, él les respondió con las palabras de Mateo 16:2 y 3: “Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!”.
Las personas religiosas, en aquel entonces, no se dieron cuenta de que la mayor señal de todos los tiempos estaba parada frente a ellos, en carne y sangre: el Salvador prometido. ¿Y qué pasa con nosotros, en cuanto a los sucesos del fin del mundo? ¿Estamos igualmente ciegos como aquella alta sociedad religiosa?
La profecía bíblica – es la prueba de Dios
Muchas veces no sabemos a ciencia cierta quién era en realidad un profeta “auténticamente bíblico”, confirmado por Dios. Analicemos este asunto. En 1 Samuel 9:3 al 5, se relata que Cis, el padre de Saúl, había enviado a su hijo, con uno de sus siervos, para buscar unas asnas que se habían perdido. Pero a pesar de todo su esfuerzo, no encontraron los animales. Saúl ya había decidido volver con su padre, cuando su siervo tuvo una idea brillante, y le dijo estas palabras que encontramos en el versículo 6: “He aquí ahora hay en esta ciudad un varón de Dios, que es hombre insigne; todo lo que él dice acontece sin falta. Vamos, pues, allá; quizá nos dará algún indicio acerca del objeto por el cual emprendimos nuestro camino”. Así que se pusieron en marcha y encontraron al profeta Samuel. Luego, éste ungió a Saúl como rey de Israel y le profetizó los acontecimientos que sucedieron a continuación. Lo leemos en 1 Samuel 10:1 al 9:
“Tomando entonces Samuel una redoma de aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel? Hoy, después que te hayas apartado de mí, hallarás dos hombres junto al sepulcro de Raquel, en el territorio de Benjamín, en Selsa, los cuales te dirán: Las asnas que habías ido a buscar se han hallado; tu padre ha dejado ya de inquietarse por las asnas, y está afligido por vosotros, diciendo: ¿Qué haré acerca de mi hijo? Y luego que de allí sigas más adelante, y llegues a la encina de Tabor, te saldrán al encuentro tres hombres que suben a Dios en Bet-el, llevando uno tres cabritos, otro tres tortas de pan, y el tercero una vasija de vino; los cuales, luego que te hayan saludado, te darán dos panes, los que tomarás de mano de ellos. Después de esto llegarás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y cuando entres allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto, y delante de ellos salterio, pandero, flauta y arpa, y ellos profetizando. Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre. Y cuando te hayan sucedido estas señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios está contigo. Luego bajarás delante de mí a Gilgal; entonces descenderé yo a ti para ofrecer holocaustos y sacrificar ofrendas de paz. Espera siete días, hasta que yo venga a ti y te enseñe lo que has de hacer. Aconteció luego, que al volver él la espalda para apartarse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas señales acontecieron en aquel día”.
Por medio de la boca de su profeta Samuel, Dios mencionó lugares muy precisos donde Saúl encontraría personas que dirían esto o aquello, llevarían ciertas cosas y se comportarían de una u otra forma. Por el cumplimiento exacto de todos estos anuncios se llegó a la sólida y certera comprobación de que era el todopoderoso quien estaba actuando, el cual también está sobre los misterios del tiempo: el Dios eterno.
Por esta misma razón, el Dios de Israel también retó a los otros dioses a los cuales Israel adoraba, a profetizar algo y encargarse también de su pronto cumplimiento. En Isaías 41:21 al 24 leemos: “Alegad por vuestra causa, dice Jehová; presentad vuestras pruebas, dice el Rey de Jacob. Traigan, anúnciennos lo que ha de venir; dígannos lo que ha pasado desde el principio, y pondremos nuestro corazón en ello; sepamos también su postrimería, y hacednos entender lo que ha de venir. Dadnos nuevas de lo que ha de ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses; o a lo menos haced bien, o mal, para que tengamos qué contar, y juntamente nos maravillemos. He aquí que vosotros sois nada, y vuestras obras vanidad; abominación es el que os escogió”. No se trata sólo de señales y milagros, sino de la demostración, del anuncio y la llegada de sucesos bien concretos.
Roger Liebi escribe en la contratapa de su libro “El Salvador prometido”:
“Al leer el Antiguo Testamento a uno le da la profunda impresión del anhelo y el deseo de la llegada de un Salvador, el Mesías, quien eliminaría el problema raíz de la humanidad e introduciría una justicia eterna. Este anunciado Mesías es descrito en las escrituras del Antiguo Testamento hasta el más mínimo detalle.
Se trata de más de 330 profecías increíblemente exactas y totalmente diferenciadas. En este libro se demostrará con pruebas históricamente correctas, que estas profecías se cumplieron literalmente en el histórico Jesús de Nazaret.
El Nuevo Testamento muestra que por medio de la profecía mesiánica puede ser “demostrado” (en el sentido más literal de esta palabra) que Jesús de Nazaret es el Mesías profetizado.
¡No se puede resaltar lo suficiente que ninguna religión, aparte del cristianismo bíblico, conoce este tipo de demostración!”
La profecía bíblica efectivamente es la prueba de que aquí –¡y sólo aquí!- estamos tratando con el Dios verdadero. Eso también tendrían que escribírselo en la frente nuestros científicos e intelectuales, tan marcados por el ateísmo. Incluso por medio de cálculos de probabilidad se puede probar ciertamente que el Dios de la Biblia, el Dios de Israel, existe y se ha revelado a Sí mismo en el tiempo y en el espacio.
sábado, 9 de octubre de 2010
Siria y el Líbano aumentan arsenales
Siguiendo el proceso de paz en Israel podemos ver que cada día esta mas lejos de conseguir esta ya que los países circunvecinos están armándose hasta los dientes para atacar al pueblo elegido de Dios, pensaran ellos que podrán ganarle?, por supuesto que no, pues esta Israel no es la de antes, nunca más perderá una batalla pues el Señor esta con ella.
Siria y el Líbano aumentan arsenales
Tanto Siria, como también el Hizbolá en el Líbano, repetidas veces en las pasadas semanas ocuparon los titulares. Las tendencias indican un rotundo rearme.
Cuando en Israel, con una maniobra, hacía pruebas para un caso de emergencia, algunos países vecinos se quejaron y culparon una vez más a Israel de estar preparándose para una guerra. Desde el punto de vista de esos países árabes, se trata de preparaciones agresivas de ataque para una guerra, lo que el estado judío, supuestamente, estaría preparando. Y eso que Israel regularmente realiza ese tipo de ejercicios con el ejército, la policía, el servicio de salvamento, los servicios de rescate y, también, los hospitales. Del mismo modo, regularmente se pueden escuchar declaraciones de que eso significaría una guerra, aunque dichas declaraciones ya no ocupan los titulares. Mucho más se puede encontrar a Siria y al Líbano en los medios de comunicación internacionales, a causa de su rearme masivo.
El hombre todopoderoso de Siria, el presidente Bashar al-Assad, dio la impresión de estar muy satisfecho al poder saludar, en Damasco, a Dimitri Medwedew, el presidente de Rusia. Después de todo, fue una visita cargada de historia: Era la primera vez, desde la revolución comunista de 1917, que un soberano ruso visitaba este país del Cercano Oriente. A la expresión satisfecha, por no decir orgullosa, de Assad, también puede haber contribuido lo que informaron los medios de comunicación. Aparentemente, se habrían mantenido diálogos sobre un posible apoyo ruso en la construcción de un reactor nuclear sirio. Además, se publicó que Rusia, ya anteriormente a esta visita histórica, habría autorizado la venta de medios bélicos a Siria. Según informes rusos, se trata de jets de combate del tipo MIG-29 y de misiles de corto y mediano alcance del tipo “Pantsir”, al igual que de armas anti-tanques. En Israel no se mostró sorpresa, porque ya hacía mucho que se tenía claro que Siria no se abriría al occidente. No obstante, otro aspecto se comentó en Israel: Medwedew también se encontró en Damasco con Khaled Mashaal, el comandante del Hamas, lo que llevó al Ministerio del Exterior israelí a expresar su “profunda desilusión sobre la postura del presidente ruso ante a una organización terrorista”.
Mucha sensación causó, además, un informe de la revista norteamericana Time. Uno de sus reporteros, Nicolás Blanford, había viajado por el Sur del Líbano, queriendo hacerse una idea de las actividades de la milicia del Hizbolá. La declaración de un combatiente del mismo, llamado Ali (él quiso permanecer en el anonimato por no tener autorización para ofrecer una entrevista), posiblemente sea la mejor expresión de lo que Blanford percibió: “La próxima guerra viene, con un 100 por ciento de seguridad, sólo que no sabemos cuando. Tenemos grandes planes para esa guerra. De ser la voluntad de Alá, en esa guerra verás el fin de Israel.”
En su informe, Blanford, sin embargo, llegó a la conclusión de que probablemente no sea la situación en el Líbano la que decida si tiene lugar una próxima guerra. Él cree, más bien, que Irán será decisivo con respecto a ello. En su informe, también se refiere a nuevas informaciones que están circulando en cuanto al envío de misiles Skud. Israel había anunciado estar informado que Siria quiere proveer de misiles Skud a la milicia del Hizbolá (alcance 250 Km). El comandante del Hizbolá, el Jeque Nasrallah, ya habló extensamente sobre eso en los medios de comunicación. Él se jactó, en el canal de televisión del Hizbolá, de poder bombardear Tel Aviv.
Si bien Blanford no vio esos misiles Skud con sus propios ojos (según indicaciones israelíes, los mismos por ahora estarían almacenados en depósitos directamente sobre la frontera con el Líbano), enfatizó, en su informe, que la milicia del Hizbolá, de todas formas, dispondría de un arsenal de armas muy bien equipado. Si bien no siempre se trataría de los tipos de armas más novedosas, la cantidad de medios bélicos sería considerable y se puede observar con facilidad que el Hezbolá se esfuerza en practicar técnicas bélicas modernas, las cuales, en definitiva, “también aportan mucho a la utilización más efectiva de armas más antiguas”, según dice en la conclusión del informe del Time Magazine.
jueves, 7 de octubre de 2010
Judíos a enfrentar otro holocausto más
Judíos a enfrentar otro holocausto más
Primera plana: “Sufrir en el Fuego es el destino de los judíos en este mundo y en el venidero.”
“… ustedes saborearán el castigo del Fuego Abrasador.” [Corán 3:181].
“Este versículo [del Corán] amenaza a los judíos con el castigo de Fuego… la razón para el castigo de Fuego es, que es una retribución adecuada por lo que han hecho… pero la pregunta urgente es, ¿será posible que ellos tuvieran el castigo del Fuego en este mundo, antes del gran castigo [el Fuego del Infierno]?… Muchos de los líderes religiosos [del islam] creen que el castigo de Fuego [de los judíos] es en este mundo, antes del próximo mundo… De ahí que estamos seguros, que el holocausto está aun por venir sobre los judíos.” [Jeque Yunus Al-Astal, MP de Hamas, en su columna habitual en Al-Rissala, (Semanario de Hamas), 13/3/2008].
Es importante notar, que el MP de Hamas cambió de palabra en la última oración, de la palabra que usó a través de todo el artículo, “harik”, que significa “fuego”, a “mahraka” una palabra de la misma raíz, que es usada por oradores árabes y que significa “holocausto”.
3 – La promesa de Mahoma: Los judíos serán matados
“Concerniente a los judíos, nuestro asunto con ellos es solamente a través de bombas y de rifles… el profeta [Mahoma] prometió que nosotros los pelearíamos a ustedes, con la ayuda de Alá, hasta que el árbol y la piedra digan: “Oh Musulmán, siervo de Alá, hay un judío detrás de mí, ven y mátalo.”
[Nizar Rayan, líder religioso y militar de Hamas, Televisión Al-Aqsa (Hamas), 1/01/2009. Nota: Rayan fue asesinado el 2 de enero del 2009]
4 – La exterminación de judíos – bueno para la humanidad
En un artículo promoviendo el uso continuado del terrorismo de suicidio en el diario oficial de Hamas: “Encontramos más de una condenación y denuncia de las operaciones de resistencia y los bombardeos [ataques suicidas], llevados a cabo por Hamas y las ramas Palestinas de resistencia… [Eventualmente] todos sabrán que nosotros hicimos eso, solamente porque nuestro Señor lo ordenó así: ‘No lo hice por mi propia decisión’ [Corán] y para que la gente sepa, que la exterminación de los judíos es buena para los habitantes del mundo.”
[Al-Rissala, (Semanario Hamas) 23/04/2007]
5 – Matas a un judío, vas al cielo
Un cartel que los de Hamas pusieron en su vieja página Web enseñaba, que matar a un judío era suficiente para asegurar las recompensas del cielo.
Texto en el cartel, del ala terrorista de Hamas: Ezz Din Al Kassam : "Llamaré a la puerta del Cielo con los cráneos de los judíos. (El hacha está cortando la palabra “judíos.”)
6 – La resurrección depende de que los musulmanes maten a los judíos (1)
Los de Hamas van aun más lejos en su empaque religioso del genocidio. Hamas enseña, que la redención de toda la humanidad, la anticipada “hora” islámica de Resurrección, sucederá solamente cuando los musulmanes maten a los judíos y cuando los judíos restantes sean expuestos por los árboles y las rocas.
Hamas escribe en el Artículo 7 de la Carta de Hamas:
“Hamas ha estado anticipando la implementación de la promesa de Alá, sea cual fuere el tiempo que pueda llevar. El profeta [Mahoma] dijo: “El tiempo (de Resurrección) no vendrá hasta que los musulmanes combatan a los judíos; hasta que los judíos se escondan detrás de rocas y árboles, los cuales clamarán: ‘¡Oh, Musulmán! ¡Hay un judío escondido detrás de mí, ven y mátalo!”
[Sahih Muslim, Libro 041, Número 6985]
7 – La resurrección depende de que los musulmanes maten a los judíos (2)
La creencia de los de Hamas, que los judíos tienen que ser matados para que ocurra la redención, es un tema repetitivo de los líderes religiosos de la Autoridad Palestina (Fatah) y de la Televisión Hamas. El siguiente es un ejemplo:
“’La Hora [de la Resurrección] no tendrá lugar hasta que los musulmanes combatan a los judíos y los musulmanes los maten, y la roca y el árbol digan: ‘¡Oh, Musulmán, siervo de Alá, hay un judío escondido detrás de mí, mátalo!’ Debemos hacer recordar a nuestras naciones árabes y musulmanas, a sus líderes y a sus pueblos, a sus eruditos y estudiantes, hacerles recordar, que Palestina y la Mezquita Al-Aqsa no serán libertados a través de cumbres ni de resoluciones internacionales, sino que serán liberadas a través del rifle.”
[Portavoz de Hamas, Dr. Ismail Radwan, PA TV, 30 de marzo, 2007]
Conclusión:
Dada esta ideología de genocidio de los de Hamas, el problema esencial con Hamas no son los misiles y cohetes que ellos hacen llover sobre Israel, pero la creencia central de que matar a los judíos es un prerrequisito para la redención. El continuado esfuerzo de los de Hamas de matar judíos, que ha conducido a la actual Guerra de Gaza, son un síntoma de un problema mucho más profundo – la enseñanza ideológica de que Alá demanda la exterminación de los judíos.
Fuente: http://www.pmw.org.il/
Comentario:
¡Cuán diferente es el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo! El dice: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” Jn. 10:10 El Evangelio es un mensaje de vida y no de muerte Jesús dice: Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida nadie viene al Padre sino por mí. Jn 14:6
Orad por el Pueblo de Israel orad por la paz de Jerusalén, orad por el pueblo palestino para que todos salgan de la cultura de la muerte y vengan a Jesús. El articulo arriba muestra claramente que el conflicto en el Oriente Medio no es un problema de tierras, ni de armas sino que es espiritual.
Sólo el evangelio hará posible que los dos pueblos vivan en paz. Pues os digo, Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres, y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito: Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles, Y cantaré a tu nombre. Y otra vez dice: Alegraos, gentiles, con su pueblo. Y otra vez: Alabad al Señor todos los gentiles, Y magnificadle todos los pueblos Rom. 15:8-11
TOMADO DE llamadademedianoche.org
Primera plana: “Sufrir en el Fuego es el destino de los judíos en este mundo y en el venidero.”
“… ustedes saborearán el castigo del Fuego Abrasador.” [Corán 3:181].
“Este versículo [del Corán] amenaza a los judíos con el castigo de Fuego… la razón para el castigo de Fuego es, que es una retribución adecuada por lo que han hecho… pero la pregunta urgente es, ¿será posible que ellos tuvieran el castigo del Fuego en este mundo, antes del gran castigo [el Fuego del Infierno]?… Muchos de los líderes religiosos [del islam] creen que el castigo de Fuego [de los judíos] es en este mundo, antes del próximo mundo… De ahí que estamos seguros, que el holocausto está aun por venir sobre los judíos.” [Jeque Yunus Al-Astal, MP de Hamas, en su columna habitual en Al-Rissala, (Semanario de Hamas), 13/3/2008].
Es importante notar, que el MP de Hamas cambió de palabra en la última oración, de la palabra que usó a través de todo el artículo, “harik”, que significa “fuego”, a “mahraka” una palabra de la misma raíz, que es usada por oradores árabes y que significa “holocausto”.
3 – La promesa de Mahoma: Los judíos serán matados
“Concerniente a los judíos, nuestro asunto con ellos es solamente a través de bombas y de rifles… el profeta [Mahoma] prometió que nosotros los pelearíamos a ustedes, con la ayuda de Alá, hasta que el árbol y la piedra digan: “Oh Musulmán, siervo de Alá, hay un judío detrás de mí, ven y mátalo.”
[Nizar Rayan, líder religioso y militar de Hamas, Televisión Al-Aqsa (Hamas), 1/01/2009. Nota: Rayan fue asesinado el 2 de enero del 2009]
4 – La exterminación de judíos – bueno para la humanidad
En un artículo promoviendo el uso continuado del terrorismo de suicidio en el diario oficial de Hamas: “Encontramos más de una condenación y denuncia de las operaciones de resistencia y los bombardeos [ataques suicidas], llevados a cabo por Hamas y las ramas Palestinas de resistencia… [Eventualmente] todos sabrán que nosotros hicimos eso, solamente porque nuestro Señor lo ordenó así: ‘No lo hice por mi propia decisión’ [Corán] y para que la gente sepa, que la exterminación de los judíos es buena para los habitantes del mundo.”
[Al-Rissala, (Semanario Hamas) 23/04/2007]
5 – Matas a un judío, vas al cielo
Un cartel que los de Hamas pusieron en su vieja página Web enseñaba, que matar a un judío era suficiente para asegurar las recompensas del cielo.
Texto en el cartel, del ala terrorista de Hamas: Ezz Din Al Kassam : "Llamaré a la puerta del Cielo con los cráneos de los judíos. (El hacha está cortando la palabra “judíos.”)
6 – La resurrección depende de que los musulmanes maten a los judíos (1)
Los de Hamas van aun más lejos en su empaque religioso del genocidio. Hamas enseña, que la redención de toda la humanidad, la anticipada “hora” islámica de Resurrección, sucederá solamente cuando los musulmanes maten a los judíos y cuando los judíos restantes sean expuestos por los árboles y las rocas.
Hamas escribe en el Artículo 7 de la Carta de Hamas:
“Hamas ha estado anticipando la implementación de la promesa de Alá, sea cual fuere el tiempo que pueda llevar. El profeta [Mahoma] dijo: “El tiempo (de Resurrección) no vendrá hasta que los musulmanes combatan a los judíos; hasta que los judíos se escondan detrás de rocas y árboles, los cuales clamarán: ‘¡Oh, Musulmán! ¡Hay un judío escondido detrás de mí, ven y mátalo!”
[Sahih Muslim, Libro 041, Número 6985]
7 – La resurrección depende de que los musulmanes maten a los judíos (2)
La creencia de los de Hamas, que los judíos tienen que ser matados para que ocurra la redención, es un tema repetitivo de los líderes religiosos de la Autoridad Palestina (Fatah) y de la Televisión Hamas. El siguiente es un ejemplo:
“’La Hora [de la Resurrección] no tendrá lugar hasta que los musulmanes combatan a los judíos y los musulmanes los maten, y la roca y el árbol digan: ‘¡Oh, Musulmán, siervo de Alá, hay un judío escondido detrás de mí, mátalo!’ Debemos hacer recordar a nuestras naciones árabes y musulmanas, a sus líderes y a sus pueblos, a sus eruditos y estudiantes, hacerles recordar, que Palestina y la Mezquita Al-Aqsa no serán libertados a través de cumbres ni de resoluciones internacionales, sino que serán liberadas a través del rifle.”
[Portavoz de Hamas, Dr. Ismail Radwan, PA TV, 30 de marzo, 2007]
Conclusión:
Dada esta ideología de genocidio de los de Hamas, el problema esencial con Hamas no son los misiles y cohetes que ellos hacen llover sobre Israel, pero la creencia central de que matar a los judíos es un prerrequisito para la redención. El continuado esfuerzo de los de Hamas de matar judíos, que ha conducido a la actual Guerra de Gaza, son un síntoma de un problema mucho más profundo – la enseñanza ideológica de que Alá demanda la exterminación de los judíos.
Fuente: http://www.pmw.org.il/
Comentario:
¡Cuán diferente es el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo! El dice: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” Jn. 10:10 El Evangelio es un mensaje de vida y no de muerte Jesús dice: Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida nadie viene al Padre sino por mí. Jn 14:6
Orad por el Pueblo de Israel orad por la paz de Jerusalén, orad por el pueblo palestino para que todos salgan de la cultura de la muerte y vengan a Jesús. El articulo arriba muestra claramente que el conflicto en el Oriente Medio no es un problema de tierras, ni de armas sino que es espiritual.
Sólo el evangelio hará posible que los dos pueblos vivan en paz. Pues os digo, Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres, y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito: Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles, Y cantaré a tu nombre. Y otra vez dice: Alegraos, gentiles, con su pueblo. Y otra vez: Alabad al Señor todos los gentiles, Y magnificadle todos los pueblos Rom. 15:8-11
TOMADO DE llamadademedianoche.org
miércoles, 6 de octubre de 2010
EXTERMINIO DE LOS JUDIOS
Encontre esta pagina.www.llamadademedianoche.com y pude leer este articulo que creo que es muy importante
Exterminio de Judíos
PARA COMPRENDER las causas del conflicto de Gaza, es esencial comprender la ideología de Hamas. Esta organización se presenta a sí misma como un movimiento partidario de la supremacía islámica. Sus estatutos comienzan con una cita del Corán: “Tú [nación islámica] eres la mejor nación que ha sido levantada sobre la humanidad.” [3:110]. Sin embargo, mientras muchas religiones y culturas creen que sus propias tradiciones representan mensajes de verdad, Hamas cree que esta supremacía del islam los obliga a cometer genocidio, literalmente a exterminar millones de personas que tienen creencias diferentes, incluyendo a los judíos.
Los siguientes son algunos ejemplos recientes de cómo Hamas define esa ideología de genocidio, según la misma se aplica a los judíos:
1 - El Corán condena a los judíos a la exterminación
“El capítulo de Meca [del Corán] titulado ‘Judíos’ o ‘Hijos de Israel’ es notable… Es sobre los judíos actuales, aquellos de nuestro siglo, y habla solamente de exterminación y de cavar tumbas… Este capítulo sentencia a los judíos a la exterminación antes de que existiera un solo judío en la tierra… La bendición de Palestina está ligada a la destrucción del centro de la corrupción global [judíos de Israel], la cabeza de la serpiente. Cuando la cabeza de la serpiente de la corrupción [global] haya sido cortada, aquí en Palestina, y cuando los tentáculos del pulpo [judíos] hayan sido cortados en el mundo entero, la bendición verdadera vendrá con la destrucción de los judíos, aquí en Palestina, y es una de las bendiciones espléndidas y reales en Palestina.”
VER Clérigo Palestino, Televisión Al-Aqsa (Hamas), 3 de julio del 2008 (en Inglés)
Exterminio de Judíos
PARA COMPRENDER las causas del conflicto de Gaza, es esencial comprender la ideología de Hamas. Esta organización se presenta a sí misma como un movimiento partidario de la supremacía islámica. Sus estatutos comienzan con una cita del Corán: “Tú [nación islámica] eres la mejor nación que ha sido levantada sobre la humanidad.” [3:110]. Sin embargo, mientras muchas religiones y culturas creen que sus propias tradiciones representan mensajes de verdad, Hamas cree que esta supremacía del islam los obliga a cometer genocidio, literalmente a exterminar millones de personas que tienen creencias diferentes, incluyendo a los judíos.
Los siguientes son algunos ejemplos recientes de cómo Hamas define esa ideología de genocidio, según la misma se aplica a los judíos:
1 - El Corán condena a los judíos a la exterminación
“El capítulo de Meca [del Corán] titulado ‘Judíos’ o ‘Hijos de Israel’ es notable… Es sobre los judíos actuales, aquellos de nuestro siglo, y habla solamente de exterminación y de cavar tumbas… Este capítulo sentencia a los judíos a la exterminación antes de que existiera un solo judío en la tierra… La bendición de Palestina está ligada a la destrucción del centro de la corrupción global [judíos de Israel], la cabeza de la serpiente. Cuando la cabeza de la serpiente de la corrupción [global] haya sido cortada, aquí en Palestina, y cuando los tentáculos del pulpo [judíos] hayan sido cortados en el mundo entero, la bendición verdadera vendrá con la destrucción de los judíos, aquí en Palestina, y es una de las bendiciones espléndidas y reales en Palestina.”
VER Clérigo Palestino, Televisión Al-Aqsa (Hamas), 3 de julio del 2008 (en Inglés)
domingo, 3 de octubre de 2010
TEOLOGIA DEL EXTERMINIO 10 FINAL
TEOLOGIA DEL EXTERMINIO 10
Después de que estuvo en el desierto con los israelitas que huían de Egipto, el ejercito de faraón planifico acabar con ellos, pero los que fueron exterminados fueron ellos, me refiero a su ejército, que se ahogo en el Mar Rojo.
Ya una vez en la tierra prometida los reyes de esa región se unieron para combatir contra Josué, pero el siempre los derrotaba con la ayuda, por supuesto de Dios.
Luego de que pasan los años se consolidan como nación hasta que de nuevo vuelven a pecar separarse de dios y cuando el reino se divide en el del norte y el del sur, me refiero a Israel, fueron conquistados por los asirios y babilónicos, pero nunca fueron exterminados realmente, solo cuando aparece este personaje Aman es que se trata de hacerlo.
Ahora bien toda nación o persona que maquina un plan para exterminar a los judíos amparados con su poder es cuando se empieza a caer de la altura en que se encuentra tal cosa le paso a este Aman.
La historia continua cuando él cree que va a ser honrado por el rey en una cena, y siente tremenda decepción en el verso 10, allí es donde se da cuenta que con el Señor no se puede jugar pues hay una promesa que dice que El mandara a sus ángeles para que nos ayuden en todo, creo que Mardoqueo, no sabía la conversación que había tenido su enemigo con el rey Asuero.
Hay algo que es como un axioma a través de la escritura y la encontramos en el cap. 6 ver 13 “…Contó luego Amán a Zeres su mujer, y a todos sus amigos, todo lo que le había acontecido; y le dijeron sus sabios, y Zeres su mujer: Si de la simiente de los judíos es el Mardoqueo, delante de quien has comenzado a caer, no lo vencerás; antes caerás por cierto delante de él.”
Pero ¿Por qué caería a pesar de su alta posición?, pues por que Mardoqueo seguía los lineamiento de dios, no se apartaba ni a diestra ni siniestra de la palabra de Dios sin importarle nada de lo que pudiera ocurrir, de seguro sabía lo que le había ocurrido a Daniel en el foso de los leones y a sus tres amigos de Daniel en el horno de fuego y sabia que cualquier trama que se planificara contra el sabía también que un poderoso gigante lo defendería.
Aman había tramado la aniquilación total del pueblo de Israel y con su astucia había engañado al rey Asuero que firmara un decreto para la exterminación de dicho pueblo, como aparece en el capítulo 3 y ahora en el cap. 7 vemos a un Aman en el banquete dado por la reina , gozoso de que su plan va a funcionar, pero no contaba de que la reina no había hecho su petición al rey y es cuando ella entonces se lo declara en el ver 2 y en siguiente dice
Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.
4 Porque vendidos estamos yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser muertos y echados a perder. Si para siervos y siervas fuéramos vendidos, me callaría, aunque el enemigo no compensara el daño al rey.
Y el rey asombrado le contesta.” Y respondió el rey Asuero, y dijo a la reina Ester: ¿Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su corazón para obrar así?” pobre de aman, pues todos sus planes en un segundo se venían abajo. “
Entonces Ester dijo: El varón enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina.
7 Se levantó luego el rey del banquete del vino en su furor, y se fue al huerto del palacio; y se quedó Amán para procurar de la reina Ester por su vida; porque vio que se concluyó para él el mal de parte del rey.
Y aman asustado se arrodillo ante la reina, pidendo por su vida, pues sabía que ya nada detendría la furia del rey Asuero en su contra. “
Y volvió el rey del huerto del palacio al aposento del banquete del vino, y Amán había caído sobre el lecho en que estaba Ester. Entonces dijo el rey: ¿También para forzar la reina, estando conmigo en casa? Cuando esta palabra salió de la boca del rey, el rostro de Amán fue cubierto.
9 Y dijo Harbona, uno de los eunucos de delante del rey: He aquí también la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, el cual había hablado bien por el rey, está en casa de Amán. Entonces el rye dijo: Colgadlo en Ella.
10 Así colgaron a Amán en la horca que él había hecho aparejar para Mardoqueo; y se apaciguó la ira del rey.
Como hemos visto esta fue la primera maquinación de exterminio planificada con alevosía sobre Israel y con el correr del tiempo siempre se ha pensado que la causa de los problemas del medio oriente proviene solo de Israel. Pero lo que siempre ha hecho este pueblo es defenderse y destruir a sus enemigos, pues dios siempre ha estado con ellos, Dios bendiga a Israel.
Después de que estuvo en el desierto con los israelitas que huían de Egipto, el ejercito de faraón planifico acabar con ellos, pero los que fueron exterminados fueron ellos, me refiero a su ejército, que se ahogo en el Mar Rojo.
Ya una vez en la tierra prometida los reyes de esa región se unieron para combatir contra Josué, pero el siempre los derrotaba con la ayuda, por supuesto de Dios.
Luego de que pasan los años se consolidan como nación hasta que de nuevo vuelven a pecar separarse de dios y cuando el reino se divide en el del norte y el del sur, me refiero a Israel, fueron conquistados por los asirios y babilónicos, pero nunca fueron exterminados realmente, solo cuando aparece este personaje Aman es que se trata de hacerlo.
Ahora bien toda nación o persona que maquina un plan para exterminar a los judíos amparados con su poder es cuando se empieza a caer de la altura en que se encuentra tal cosa le paso a este Aman.
La historia continua cuando él cree que va a ser honrado por el rey en una cena, y siente tremenda decepción en el verso 10, allí es donde se da cuenta que con el Señor no se puede jugar pues hay una promesa que dice que El mandara a sus ángeles para que nos ayuden en todo, creo que Mardoqueo, no sabía la conversación que había tenido su enemigo con el rey Asuero.
Hay algo que es como un axioma a través de la escritura y la encontramos en el cap. 6 ver 13 “…Contó luego Amán a Zeres su mujer, y a todos sus amigos, todo lo que le había acontecido; y le dijeron sus sabios, y Zeres su mujer: Si de la simiente de los judíos es el Mardoqueo, delante de quien has comenzado a caer, no lo vencerás; antes caerás por cierto delante de él.”
Pero ¿Por qué caería a pesar de su alta posición?, pues por que Mardoqueo seguía los lineamiento de dios, no se apartaba ni a diestra ni siniestra de la palabra de Dios sin importarle nada de lo que pudiera ocurrir, de seguro sabía lo que le había ocurrido a Daniel en el foso de los leones y a sus tres amigos de Daniel en el horno de fuego y sabia que cualquier trama que se planificara contra el sabía también que un poderoso gigante lo defendería.
Aman había tramado la aniquilación total del pueblo de Israel y con su astucia había engañado al rey Asuero que firmara un decreto para la exterminación de dicho pueblo, como aparece en el capítulo 3 y ahora en el cap. 7 vemos a un Aman en el banquete dado por la reina , gozoso de que su plan va a funcionar, pero no contaba de que la reina no había hecho su petición al rey y es cuando ella entonces se lo declara en el ver 2 y en siguiente dice
Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.
4 Porque vendidos estamos yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser muertos y echados a perder. Si para siervos y siervas fuéramos vendidos, me callaría, aunque el enemigo no compensara el daño al rey.
Y el rey asombrado le contesta.” Y respondió el rey Asuero, y dijo a la reina Ester: ¿Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su corazón para obrar así?” pobre de aman, pues todos sus planes en un segundo se venían abajo. “
Entonces Ester dijo: El varón enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina.
7 Se levantó luego el rey del banquete del vino en su furor, y se fue al huerto del palacio; y se quedó Amán para procurar de la reina Ester por su vida; porque vio que se concluyó para él el mal de parte del rey.
Y aman asustado se arrodillo ante la reina, pidendo por su vida, pues sabía que ya nada detendría la furia del rey Asuero en su contra. “
Y volvió el rey del huerto del palacio al aposento del banquete del vino, y Amán había caído sobre el lecho en que estaba Ester. Entonces dijo el rey: ¿También para forzar la reina, estando conmigo en casa? Cuando esta palabra salió de la boca del rey, el rostro de Amán fue cubierto.
9 Y dijo Harbona, uno de los eunucos de delante del rey: He aquí también la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, el cual había hablado bien por el rey, está en casa de Amán. Entonces el rye dijo: Colgadlo en Ella.
10 Así colgaron a Amán en la horca que él había hecho aparejar para Mardoqueo; y se apaciguó la ira del rey.
Como hemos visto esta fue la primera maquinación de exterminio planificada con alevosía sobre Israel y con el correr del tiempo siempre se ha pensado que la causa de los problemas del medio oriente proviene solo de Israel. Pero lo que siempre ha hecho este pueblo es defenderse y destruir a sus enemigos, pues dios siempre ha estado con ellos, Dios bendiga a Israel.
jueves, 30 de septiembre de 2010
TEOLOGIA DEL EXTRMINIO X CONTINUACIO II
En el capítulo 5 ver 13, muestra su descontento al decir que después de que la reina lo había invitado a un banquete junto con el rey se enorgulleció mas, se sintió poderoso, otro síntoma que han tenido los que han querido borrar a Israel del mapa, odio, y ahora sentirse poderoso porque supuestamente las circunstancias están a su favor, si seguimos leyendo,, se sentía que todo lo que tenia no significaba nada para el ya que veía sentado en la puerta del rey al Judío Mardoqueo, sentía rabia y odio, como lo que la gente siempre ha sentido hacia este pueblo, tanto es así que hemos visto anteriormente estos sentimientos de odio que han hecho los crímenes más horrendos a través de la historia al pueblo elegido por Dios.
Acto seguido Aman le cuenta a su esposa su estado de ánimo y esta es la primera que lanza la piedra al sugerirle una horca de 25 metros de altura, es allí donde se empieza a planificar la muerte de los judíos como parte de un plan estratégico que luego el solicitara al rey como solución final.
En otros pasajes de la biblia cuando el pueblo estaba en Egipto se planifico una matanza pero era contra los niños pues la población masculina estaba en aumento y por temor que más adelante crecieran en número como iba a suceder, temían que se hicieran mas fuerte que ellos mismos y los vencieran, fue allí donde Moisés fue salvado de las aguas y todos sabemos lo que ocurrió después.
Acto seguido Aman le cuenta a su esposa su estado de ánimo y esta es la primera que lanza la piedra al sugerirle una horca de 25 metros de altura, es allí donde se empieza a planificar la muerte de los judíos como parte de un plan estratégico que luego el solicitara al rey como solución final.
En otros pasajes de la biblia cuando el pueblo estaba en Egipto se planifico una matanza pero era contra los niños pues la población masculina estaba en aumento y por temor que más adelante crecieran en número como iba a suceder, temían que se hicieran mas fuerte que ellos mismos y los vencieran, fue allí donde Moisés fue salvado de las aguas y todos sabemos lo que ocurrió después.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
TEOLOGIA DEL EXTERMINIO X.
TEOLOGIA DEL EXTERMINIO X.
CONTINUACION.
Ahora bien veamos como en la biblia aparece un plan para acabar con los Judíos, un plan orquestado por el odio racial, a pesar que en la historia el pueblo de Israel había tenido cientos de batallas, en las cuales había ganado unas y perdido otras, encontramos pues este plan escrito en el libro de Ester, bajo el imperio Medo- Persa y fue preparado en su capital de Susa, el rey tenia por nombre Asuero y este en su tercer año ofreció un banquete como dice en el capitulo ¡, verso 3, pero no era un banquete como nosotros lo conocemos de un solo día, este era de 180 días que es lo mismo que 6 meses y si seguimos leyendo tubo otro de 7 días y fue cuando empieza la historia , el manda a llamar a su reina para que vieran su belleza lo cual ella rehusó, cosa muy grave para entonces.
Ya más adelante en el capítulo 2, dice la escritura que “ Había un Judío de la tribu de benjamín llamado Mardoqueo, éste tenía una prima llamada Jadasa, conocida como ESTER, el la había criado, pues era huérfana, en la adopto como su hija.
El caso es que ella llega a ser la esposa del Rey Asuero y este se había enamorado de ella.
En el palacio había un hombre llamado Aman, quien por su buen servicio fue promovido a un cargo más alto que el de todos los demás funcionarios que le servían al rey y tanto se enorgulleció su corazón que quería que todas las personas se arrodillaran ante él cuando entrara por la puerta del Rey, cada quien lo hacía como si fuera un Dios que pasaba por allí, pero el judío Mardoqueo nunca lo hacia lo cual motivo a que Aman lo odiara; Aquí está el primer síntoma que tiene la gente o que ha tenido el mundo hacia el pueblo escogido por Dios, el odio este odio ha generado grandes matanzas y guerras pero siempre se ha visto que Israel ha salido victorioso….
CONTINUACION.
Ahora bien veamos como en la biblia aparece un plan para acabar con los Judíos, un plan orquestado por el odio racial, a pesar que en la historia el pueblo de Israel había tenido cientos de batallas, en las cuales había ganado unas y perdido otras, encontramos pues este plan escrito en el libro de Ester, bajo el imperio Medo- Persa y fue preparado en su capital de Susa, el rey tenia por nombre Asuero y este en su tercer año ofreció un banquete como dice en el capitulo ¡, verso 3, pero no era un banquete como nosotros lo conocemos de un solo día, este era de 180 días que es lo mismo que 6 meses y si seguimos leyendo tubo otro de 7 días y fue cuando empieza la historia , el manda a llamar a su reina para que vieran su belleza lo cual ella rehusó, cosa muy grave para entonces.
Ya más adelante en el capítulo 2, dice la escritura que “ Había un Judío de la tribu de benjamín llamado Mardoqueo, éste tenía una prima llamada Jadasa, conocida como ESTER, el la había criado, pues era huérfana, en la adopto como su hija.
El caso es que ella llega a ser la esposa del Rey Asuero y este se había enamorado de ella.
En el palacio había un hombre llamado Aman, quien por su buen servicio fue promovido a un cargo más alto que el de todos los demás funcionarios que le servían al rey y tanto se enorgulleció su corazón que quería que todas las personas se arrodillaran ante él cuando entrara por la puerta del Rey, cada quien lo hacía como si fuera un Dios que pasaba por allí, pero el judío Mardoqueo nunca lo hacia lo cual motivo a que Aman lo odiara; Aquí está el primer síntoma que tiene la gente o que ha tenido el mundo hacia el pueblo escogido por Dios, el odio este odio ha generado grandes matanzas y guerras pero siempre se ha visto que Israel ha salido victorioso….
CONTINUACION.
Ahora bien veamos como en la biblia aparece un plan para acabar con los Judíos, un plan orquestado por el odio racial, a pesar que en la historia el pueblo de Israel había tenido cientos de batallas, en las cuales había ganado unas y perdido otras, encontramos pues este plan escrito en el libro de Ester, bajo el imperio Medo- Persa y fue preparado en su capital de Susa, el rey tenia por nombre Asuero y este en su tercer año ofreció un banquete como dice en el capitulo ¡, verso 3, pero no era un banquete como nosotros lo conocemos de un solo día, este era de 180 días que es lo mismo que 6 meses y si seguimos leyendo tubo otro de 7 días y fue cuando empieza la historia , el manda a llamar a su reina para que vieran su belleza lo cual ella rehusó, cosa muy grave para entonces.
Ya más adelante en el capítulo 2, dice la escritura que “ Había un Judío de la tribu de benjamín llamado Mardoqueo, éste tenía una prima llamada Jadasa, conocida como ESTER, el la había criado, pues era huérfana, en la adopto como su hija.
El caso es que ella llega a ser la esposa del Rey Asuero y este se había enamorado de ella.
En el palacio había un hombre llamado Aman, quien por su buen servicio fue promovido a un cargo más alto que el de todos los demás funcionarios que le servían al rey y tanto se enorgulleció su corazón que quería que todas las personas se arrodillaran ante él cuando entrara por la puerta del Rey, cada quien lo hacía como si fuera un Dios que pasaba por allí, pero el judío Mardoqueo nunca lo hacia lo cual motivo a que Aman lo odiara; Aquí está el primer síntoma que tiene la gente o que ha tenido el mundo hacia el pueblo escogido por Dios, el odio este odio ha generado grandes matanzas y guerras pero siempre se ha visto que Israel ha salido victorioso….
CONTINUACION.
Ahora bien veamos como en la biblia aparece un plan para acabar con los Judíos, un plan orquestado por el odio racial, a pesar que en la historia el pueblo de Israel había tenido cientos de batallas, en las cuales había ganado unas y perdido otras, encontramos pues este plan escrito en el libro de Ester, bajo el imperio Medo- Persa y fue preparado en su capital de Susa, el rey tenia por nombre Asuero y este en su tercer año ofreció un banquete como dice en el capitulo ¡, verso 3, pero no era un banquete como nosotros lo conocemos de un solo día, este era de 180 días que es lo mismo que 6 meses y si seguimos leyendo tubo otro de 7 días y fue cuando empieza la historia , el manda a llamar a su reina para que vieran su belleza lo cual ella rehusó, cosa muy grave para entonces.
Ya más adelante en el capítulo 2, dice la escritura que “ Había un Judío de la tribu de benjamín llamado Mardoqueo, éste tenía una prima llamada Jadasa, conocida como ESTER, el la había criado, pues era huérfana, en la adopto como su hija.
El caso es que ella llega a ser la esposa del Rey Asuero y este se había enamorado de ella.
En el palacio había un hombre llamado Aman, quien por su buen servicio fue promovido a un cargo más alto que el de todos los demás funcionarios que le servían al rey y tanto se enorgulleció su corazón que quería que todas las personas se arrodillaran ante él cuando entrara por la puerta del Rey, cada quien lo hacía como si fuera un Dios que pasaba por allí, pero el judío Mardoqueo nunca lo hacia lo cual motivo a que Aman lo odiara; Aquí está el primer síntoma que tiene la gente o que ha tenido el mundo hacia el pueblo escogido por Dios, el odio este odio ha generado grandes matanzas y guerras pero siempre se ha visto que Israel ha salido victorioso….
martes, 28 de septiembre de 2010
TEOLOGIA DEL EXTERMINIO. X
TEOLOGIA DEL EXTERMINIO. X
Hemos visto en días atrás, como una de las mejores teología acecina que fue aprobada por toda una nación en contra de otra, solo por el hecho de ser diferente, claro también esta la influencia del darwinismo, o su creación, la evolución, que actuó en Hitler como la plataforma para llevar a cabo tales hechos ya que suponía Hitler que la raza Aria era superior y esta debía de acabar con otras razas inferiore4s.
La Eugenesia tenia la hipótesis de que el banco genético estaba siendo corrompido por genes menos actos por parte de personas inferiores.
Esta teoría, como lo señalo Michael Crichton, postulaba, “ Que los mejores seres humanos no se estaban engendrando tan rápidamente como los seres inferiores, es decir los extranjeros, los inmigrantes, los Judíos, los degenerados, los inadaptados y los de mentes débiles,”, los Judíos por consenso, eran los de mentes débiles; El plan era identificar a estos individuos, como los negros y extranjeros y una vez identificados detenerlos para que no engendraran y así salvar a la humanidad de la involución que producían estos seres.
Claro que a Hitler se le paso la mano y acabo con más de 6 millones de Judíos y otros tantos de diferente nacionalidades.
Esta teoría llego a su fin después de la segunda guerra al ver los campos de concentración de exterminio, todo era un plan orquestado por los dirigentes Nazis.
Hemos visto en días atrás, como una de las mejores teología acecina que fue aprobada por toda una nación en contra de otra, solo por el hecho de ser diferente, claro también esta la influencia del darwinismo, o su creación, la evolución, que actuó en Hitler como la plataforma para llevar a cabo tales hechos ya que suponía Hitler que la raza Aria era superior y esta debía de acabar con otras razas inferiore4s.
La Eugenesia tenia la hipótesis de que el banco genético estaba siendo corrompido por genes menos actos por parte de personas inferiores.
Esta teoría, como lo señalo Michael Crichton, postulaba, “ Que los mejores seres humanos no se estaban engendrando tan rápidamente como los seres inferiores, es decir los extranjeros, los inmigrantes, los Judíos, los degenerados, los inadaptados y los de mentes débiles,”, los Judíos por consenso, eran los de mentes débiles; El plan era identificar a estos individuos, como los negros y extranjeros y una vez identificados detenerlos para que no engendraran y así salvar a la humanidad de la involución que producían estos seres.
Claro que a Hitler se le paso la mano y acabo con más de 6 millones de Judíos y otros tantos de diferente nacionalidades.
Esta teoría llego a su fin después de la segunda guerra al ver los campos de concentración de exterminio, todo era un plan orquestado por los dirigentes Nazis.
lunes, 27 de septiembre de 2010
QUE ES EL SIONISMO
El sionismo es un movimiento político internacional que propugnó desde sus inicios el restablecimiento de una patria para el pueblo judío en la Tierra de Israel, («Eretz Israel»).[1] Dicho movimiento fue el promotor y responsable en gran medida de la fundación del moderno Estado de Israel.
Aunque sus orígenes son anteriores, el movimiento político laico actual fue establecido oficialmente por el periodista austro-húngaro Theodor Herzl a fines del siglo XIX. El movimiento tiene como objetivo fomentar la migración judía a la Tierra Prometida y fue exitoso en el establecimiento del Estado de Israel en 1948, siendo actualmente el único Estado judío del mundo. El sionismo constituye una rama del fenómeno más amplio del nacionalismo moderno.[2] [3] Descrito como un "nacionalismo en la diáspora",[4] el sionismo se autodefine como un movimiento de liberación nacional,[5] cuyo objetivo es la libre determinación del pueblo judío.
El término sionismo deriva de la palabra Sion (del hebreo: ציון, uno de los nombres bíblicos de Jerusalén). Este nombre se refiere inicialmente al Monte Sión, una montaña cerca de Jerusalén, y a la fortaleza de Sion en la misma. Más tarde, durante el reinado del Rey David, el término "Sion" se convirtió en una sinécdoque para referirse a toda la ciudad de Jerusalén y a la Tierra de Israel. En muchos versículos bíblicos, los israelitas fueron llamados el pueblo, hijos o hijas de Sión.
"Sionismo" fue acuñado como término por el editor austriaco de origen judío Nathan Birnbaum, fundador del movimiento estudiantil judío Kadima, en su diario Selbstemanzipation (Autoemancipación) en 1890. Algunos individuos y grupos utilizan el término "sionismo" peyorativamente para justificar los ataques contra los judíos. Según los historiadores Walter Laqueur, Howard Sachar y Jack Fischel, entre otros, la etiqueta de "sionista" también se usa como un eufemismo para los judíos, en general, por apologistas por el
Historia
Desde el Siglo I E.C. los judíos han vivido en el exilio, si bien ha habido una constante presencia de judíos en la Tierra de Israel («Eretz Israel»). De acuerdo con el judaísmo, la Tierra de Israel o Sión, es la Tierra Prometida por Dios para los judíos según la Biblia. Tras la Rebelión de Bar Kojba (132–135 EC), los judíos fueron expulsados de la Tierra de Israel para formar la Diáspora judía. Durante siglos existió entre los judíos de la Diáspora una gran nostalgia de origen religioso de retornar a la patria histórica del pueblo judío –«el año próximo, en Jerusalén...»– que, a mediados del siglo XIX, comenzó a secularizarse al entrar en contacto con las grandes corrientes ideológicas europeas de la época (liberalismo, socialismo, nacionalismo...).
El nacimiento del sionismo está ligado a la eclosión de los nacionalismos en el siglo XIX europeo, que tuvieron como bandera común la idea «un pueblo, un Estado» y que está en el origen del concepto de Estado-nación. Al calor de esa idea se formaron distintos Estados europeos, surgidos del desmembramiento de los imperios o bien a través de la unificación de Estados con similar cultura y lengua (como Italia y Alemania). Paralelamente a ese desarrollo nacionalista, atravesándolo en muchas ocasiones, se desarrolló el moderno antisemitismo.
El sionismo sostenía que los judíos eran primordialmente un grupo nacional (como los polacos o los alemanes) y no un grupo religioso (como los musulmanes o los católicos) y que, como tal, tenía derecho a crear su propio Estado en su territorio histórico. La formulación clásica de la idea es la que hizo Theodor Herzl en su opúsculo Der Judenstaat (El Estado Judío, publicado en Berlín y Viena en 1896), que tiene como precedentes doctrinales la obra de Moses Hess Roma y Jerusalén (1860) y la del médico judío ruso Leo Pinsker Autoemancipación (1882), que contiene ya la consigna «Ayudaos, que Dios os ayudará». El sionismo se puso como objetivo primario la creación de un Estado judío moderno, considerando que con ello devolvía al pueblo judío su estatus de nación y pondría fin a dos milenios de vida en el exilio. Ante las grandes dificultades a las que se enfrentaron los judíos para establecerse en la antigua Tierra de Israel, se barajaron algunas alternativas temporales, sin intención de establecer un estado nacional, solo como refugio ante la ola de pogromos y persecuciones en la Rusia zarista, como la Argentina — en la que se crearon numerosas colonias de inmigrantes judíos europeos—, y aun en una porción del África Oriental Británica (el conocido como «proyecto Uganda», en la actual Kenia), ofrecida por el gobierno de Londres; éstas fueron estudiadas (el propio Herzl estudia en su obra las ventajas comparativas de Argentina y Palestina)[7] y finalmente rechazadas por la dirigencia sionista, y se prefirió el establecimiento del futuro Estado en Palestina, una región en manos del Imperio Turco y que no se correspondía a ninguna división administrativa, por lo que sus límites no estaban establecidos. En paralelo a estas ideas, se fueron produciendo sucesivas oleadas migratorias (llamadas Aliyá) de muchos jóvenes obreros y estudiantes, que escapaban en su mayoría del antisemita ambiente ruso y dispuestos a levantar la antigua patria judía en base a dos ejes: el trabajo agrícola y la resurrección de la lengua hebrea, que dejó de hablarse alrededor del siglo I a. C., aunque siguió utilizándose en la literatura y, sobre todo, en la liturgia y con propósitos académicos.
Demografía de Palestina[8] año judíos no judíos
1800 6,700 268,000
1880 24,000 525,000
1915 87,500 590,000
1931 174,000 837,000
1947 630,000 1,310,000
La inmigración judía a Eretz Israel se inició en 1882. La denominada Primera Aliyá vio la llegada de alrededor de 35.000 judíos en el término de unos veinte años. La mayoría de los inmigrantes procedían de Rusia, donde el antisemitismo era rampante. Ellos fundaron una serie de asentamientos agrícolas con el apoyo financiero de filántropos judíos de Europa occidental. La Segunda Aliyá comenzó en 1904. Otras Aliyot, con cada vez más inmigrantes, se sucedieron entre las dos guerras mundiales, impulsadas en la década de 1930 por la persecución nazi. Actualmente siguen llegando inmigrantes a Israel, en los últimos años especialmente desde la antigua Unión Soviética.
La Declaración Balfour de 1917 apoyó la creación de una Patria Judía en el Mandato Británico de Palestina. En 1922, la Sociedad de Naciones hizo suya la declaración formulada en el mandato que dio a Gran Bretaña:
El Mandatario (…) garantizará el establecimiento del Hogar Nacional Judío, tal como se establece en el preámbulo, así como el desarrollo de instituciones autónomas, y también la salvaguardia de los derechos civiles y religiosos de todos los habitantes de Palestina, independientemente de su raza y de religión.[9]
A lo largo del siglo XX el sionismo fue ganando adeptos gradualmente, y después del Holocausto se transformó en el movimiento predominante dentro del mundo judío. Por otra parte, la aparición de un proyecto de nación territorializada inicialmente similar, puesto en marcha desde 1928 por el régimen soviético, la República Autónoma Hebrea, que devino en fracaso a mediados de la década de 1930, resultó no presentar el suficiente atractivo como para provocar una emigración masiva o estable.
El proyecto de una nueva Israel en Palestina fructificó por varios factores:
A pesar del paso de los siglos, los judíos nunca dejaron de añorar la vuelta a Jerusalén, anhelo reflejado en el deseo expresado en muchas festividades judías, Leshaná Haba'á Birushalayim («el año próximo, en Jerusalén»), o en la milenaria costumbre de romper una copa en cada casamiento judío, rememorando la destrucción del Templo de Jerusalén y la consecuente dispersión. La idea recobró cierta popularidad a finales del siglo XIX, siendo el componente emocional del naciente sionismo. Se necesitaba mano de obra y gran cantidad de dinero, los proyectos de Uganda o Argentina no resultaban tan atractivos. Los terrenos comprados a los terratenientes turcos eran pedregales, lodazales, pantanos y se necesitaba una gran transformación. Para principios del siglo XX, el 6 por ciento de las tierras de Eretz Israel eran de los judíos.[10]
Pequeñas comunidades de judíos llevaban siglos habitando la zona. Como por ejemplo, en Safed la comunidad cabalística de donde surgió Isaac Luria, formada principalmente por sefardíes expulsados en 1492 que fueron acogidos por el Imperio otomano, pero ya antes Saladino reclamó la entrada de judíos cuando decidió reconstruir Jerusalén, se habla de una familia que jamás abandonó la ciudad.
El Caso Dreyfus, que afectó negativamente a las esperanzas de igualdad de derechos y oportunidades que el Iluminismo había despertado en la comunidad judía europea.
La simpatía de los terratenientes turcos, que encontraron en el dinero y empuje judío una forma de levantar una zona que consideraban yerma;[cita requerida], opinión que duró hasta principios de los años 30 en los que el Mufti de Jerusalén empezó a expresar su talante filonazi (estuvo viviendo en Alemania, fue amigo personal de varios de los jerarcas nazis, lideró a los musulmanes bosnios filonazis que arrasaron la zona y huyó antes de ser detenido para ser juzgado).
La situación de los judíos en la Europa Oriental. En la Rusia zarista pasaban a un Zar fanáticamente antisemita, lo que acarreaba una legislación fuertemente restrictiva. Se llegó al secuestro de los niños judíos antes de que cumplieran los trece años para su entrada en un programa de rusificación, niños de hasta ocho años que no volvían a ver a sus padres hasta cumplir los 40, cuando acababa su servicio militar obligatorio. O los ataques continuos a las aldeas rusas, las prohibiciones de entrada en ciertas ciudades principales, la falta de libertad de movimiento... Eso hizo que el sionismo calara hondo en la sociedad judía de la época.
El progresivo avance de los fascismos, que fue acompañado con un recorte de ciertas libertades recién logradas y la reaparición de viejas restricciones.
TOMADO DE WIKIPEDIA
Aunque sus orígenes son anteriores, el movimiento político laico actual fue establecido oficialmente por el periodista austro-húngaro Theodor Herzl a fines del siglo XIX. El movimiento tiene como objetivo fomentar la migración judía a la Tierra Prometida y fue exitoso en el establecimiento del Estado de Israel en 1948, siendo actualmente el único Estado judío del mundo. El sionismo constituye una rama del fenómeno más amplio del nacionalismo moderno.[2] [3] Descrito como un "nacionalismo en la diáspora",[4] el sionismo se autodefine como un movimiento de liberación nacional,[5] cuyo objetivo es la libre determinación del pueblo judío.
El término sionismo deriva de la palabra Sion (del hebreo: ציון, uno de los nombres bíblicos de Jerusalén). Este nombre se refiere inicialmente al Monte Sión, una montaña cerca de Jerusalén, y a la fortaleza de Sion en la misma. Más tarde, durante el reinado del Rey David, el término "Sion" se convirtió en una sinécdoque para referirse a toda la ciudad de Jerusalén y a la Tierra de Israel. En muchos versículos bíblicos, los israelitas fueron llamados el pueblo, hijos o hijas de Sión.
"Sionismo" fue acuñado como término por el editor austriaco de origen judío Nathan Birnbaum, fundador del movimiento estudiantil judío Kadima, en su diario Selbstemanzipation (Autoemancipación) en 1890. Algunos individuos y grupos utilizan el término "sionismo" peyorativamente para justificar los ataques contra los judíos. Según los historiadores Walter Laqueur, Howard Sachar y Jack Fischel, entre otros, la etiqueta de "sionista" también se usa como un eufemismo para los judíos, en general, por apologistas por el
Historia
Desde el Siglo I E.C. los judíos han vivido en el exilio, si bien ha habido una constante presencia de judíos en la Tierra de Israel («Eretz Israel»). De acuerdo con el judaísmo, la Tierra de Israel o Sión, es la Tierra Prometida por Dios para los judíos según la Biblia. Tras la Rebelión de Bar Kojba (132–135 EC), los judíos fueron expulsados de la Tierra de Israel para formar la Diáspora judía. Durante siglos existió entre los judíos de la Diáspora una gran nostalgia de origen religioso de retornar a la patria histórica del pueblo judío –«el año próximo, en Jerusalén...»– que, a mediados del siglo XIX, comenzó a secularizarse al entrar en contacto con las grandes corrientes ideológicas europeas de la época (liberalismo, socialismo, nacionalismo...).
El nacimiento del sionismo está ligado a la eclosión de los nacionalismos en el siglo XIX europeo, que tuvieron como bandera común la idea «un pueblo, un Estado» y que está en el origen del concepto de Estado-nación. Al calor de esa idea se formaron distintos Estados europeos, surgidos del desmembramiento de los imperios o bien a través de la unificación de Estados con similar cultura y lengua (como Italia y Alemania). Paralelamente a ese desarrollo nacionalista, atravesándolo en muchas ocasiones, se desarrolló el moderno antisemitismo.
El sionismo sostenía que los judíos eran primordialmente un grupo nacional (como los polacos o los alemanes) y no un grupo religioso (como los musulmanes o los católicos) y que, como tal, tenía derecho a crear su propio Estado en su territorio histórico. La formulación clásica de la idea es la que hizo Theodor Herzl en su opúsculo Der Judenstaat (El Estado Judío, publicado en Berlín y Viena en 1896), que tiene como precedentes doctrinales la obra de Moses Hess Roma y Jerusalén (1860) y la del médico judío ruso Leo Pinsker Autoemancipación (1882), que contiene ya la consigna «Ayudaos, que Dios os ayudará». El sionismo se puso como objetivo primario la creación de un Estado judío moderno, considerando que con ello devolvía al pueblo judío su estatus de nación y pondría fin a dos milenios de vida en el exilio. Ante las grandes dificultades a las que se enfrentaron los judíos para establecerse en la antigua Tierra de Israel, se barajaron algunas alternativas temporales, sin intención de establecer un estado nacional, solo como refugio ante la ola de pogromos y persecuciones en la Rusia zarista, como la Argentina — en la que se crearon numerosas colonias de inmigrantes judíos europeos—, y aun en una porción del África Oriental Británica (el conocido como «proyecto Uganda», en la actual Kenia), ofrecida por el gobierno de Londres; éstas fueron estudiadas (el propio Herzl estudia en su obra las ventajas comparativas de Argentina y Palestina)[7] y finalmente rechazadas por la dirigencia sionista, y se prefirió el establecimiento del futuro Estado en Palestina, una región en manos del Imperio Turco y que no se correspondía a ninguna división administrativa, por lo que sus límites no estaban establecidos. En paralelo a estas ideas, se fueron produciendo sucesivas oleadas migratorias (llamadas Aliyá) de muchos jóvenes obreros y estudiantes, que escapaban en su mayoría del antisemita ambiente ruso y dispuestos a levantar la antigua patria judía en base a dos ejes: el trabajo agrícola y la resurrección de la lengua hebrea, que dejó de hablarse alrededor del siglo I a. C., aunque siguió utilizándose en la literatura y, sobre todo, en la liturgia y con propósitos académicos.
Demografía de Palestina[8] año judíos no judíos
1800 6,700 268,000
1880 24,000 525,000
1915 87,500 590,000
1931 174,000 837,000
1947 630,000 1,310,000
La inmigración judía a Eretz Israel se inició en 1882. La denominada Primera Aliyá vio la llegada de alrededor de 35.000 judíos en el término de unos veinte años. La mayoría de los inmigrantes procedían de Rusia, donde el antisemitismo era rampante. Ellos fundaron una serie de asentamientos agrícolas con el apoyo financiero de filántropos judíos de Europa occidental. La Segunda Aliyá comenzó en 1904. Otras Aliyot, con cada vez más inmigrantes, se sucedieron entre las dos guerras mundiales, impulsadas en la década de 1930 por la persecución nazi. Actualmente siguen llegando inmigrantes a Israel, en los últimos años especialmente desde la antigua Unión Soviética.
La Declaración Balfour de 1917 apoyó la creación de una Patria Judía en el Mandato Británico de Palestina. En 1922, la Sociedad de Naciones hizo suya la declaración formulada en el mandato que dio a Gran Bretaña:
El Mandatario (…) garantizará el establecimiento del Hogar Nacional Judío, tal como se establece en el preámbulo, así como el desarrollo de instituciones autónomas, y también la salvaguardia de los derechos civiles y religiosos de todos los habitantes de Palestina, independientemente de su raza y de religión.[9]
A lo largo del siglo XX el sionismo fue ganando adeptos gradualmente, y después del Holocausto se transformó en el movimiento predominante dentro del mundo judío. Por otra parte, la aparición de un proyecto de nación territorializada inicialmente similar, puesto en marcha desde 1928 por el régimen soviético, la República Autónoma Hebrea, que devino en fracaso a mediados de la década de 1930, resultó no presentar el suficiente atractivo como para provocar una emigración masiva o estable.
El proyecto de una nueva Israel en Palestina fructificó por varios factores:
A pesar del paso de los siglos, los judíos nunca dejaron de añorar la vuelta a Jerusalén, anhelo reflejado en el deseo expresado en muchas festividades judías, Leshaná Haba'á Birushalayim («el año próximo, en Jerusalén»), o en la milenaria costumbre de romper una copa en cada casamiento judío, rememorando la destrucción del Templo de Jerusalén y la consecuente dispersión. La idea recobró cierta popularidad a finales del siglo XIX, siendo el componente emocional del naciente sionismo. Se necesitaba mano de obra y gran cantidad de dinero, los proyectos de Uganda o Argentina no resultaban tan atractivos. Los terrenos comprados a los terratenientes turcos eran pedregales, lodazales, pantanos y se necesitaba una gran transformación. Para principios del siglo XX, el 6 por ciento de las tierras de Eretz Israel eran de los judíos.[10]
Pequeñas comunidades de judíos llevaban siglos habitando la zona. Como por ejemplo, en Safed la comunidad cabalística de donde surgió Isaac Luria, formada principalmente por sefardíes expulsados en 1492 que fueron acogidos por el Imperio otomano, pero ya antes Saladino reclamó la entrada de judíos cuando decidió reconstruir Jerusalén, se habla de una familia que jamás abandonó la ciudad.
El Caso Dreyfus, que afectó negativamente a las esperanzas de igualdad de derechos y oportunidades que el Iluminismo había despertado en la comunidad judía europea.
La simpatía de los terratenientes turcos, que encontraron en el dinero y empuje judío una forma de levantar una zona que consideraban yerma;[cita requerida], opinión que duró hasta principios de los años 30 en los que el Mufti de Jerusalén empezó a expresar su talante filonazi (estuvo viviendo en Alemania, fue amigo personal de varios de los jerarcas nazis, lideró a los musulmanes bosnios filonazis que arrasaron la zona y huyó antes de ser detenido para ser juzgado).
La situación de los judíos en la Europa Oriental. En la Rusia zarista pasaban a un Zar fanáticamente antisemita, lo que acarreaba una legislación fuertemente restrictiva. Se llegó al secuestro de los niños judíos antes de que cumplieran los trece años para su entrada en un programa de rusificación, niños de hasta ocho años que no volvían a ver a sus padres hasta cumplir los 40, cuando acababa su servicio militar obligatorio. O los ataques continuos a las aldeas rusas, las prohibiciones de entrada en ciertas ciudades principales, la falta de libertad de movimiento... Eso hizo que el sionismo calara hondo en la sociedad judía de la época.
El progresivo avance de los fascismos, que fue acompañado con un recorte de ciertas libertades recién logradas y la reaparición de viejas restricciones.
TOMADO DE WIKIPEDIA
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