Siempre se ha pensado a travez de la historia como se ha dicho que la solucion al problema Judio, entendiendo que Judio es solo una de las tribus de Israel y se piensa cque todo israelita es Judio lo cual es falso, es solo una tribu, pero la generalizan de esta forma, bueno, el problema, como si fuese en realidad un problema, era la aniquilacion, en la segunda guerra,, no hablo aqui de la aniquilacion por parte de los inquisidores, pues esta lejos en el tiempo, por ahora, estamos viendo lo que ha ocurrido apenas en el siglo pasado, creo que se asemeja mas a lo que va hacer el anticristo.
La «Solución al problema judío»
La primera mención a la «Solución final al problema judío» apareció en una circular de Eichmann de 20 de mayo de 1941 en la que aludía a ella como una futura vía en el tratamiento de los judíos europeos, tras comunicar que Göring prohibía la emigración de judíos de Francia y Bélgica. Dos meses más tarde, el mismo Göring comunicó a Heydrich que se preparara para «una solución total a la Cuestión judía».[112] Con todo, a lo largo de 1941 fue la política genocida efectuada contra los judíos rusos la que, habiéndose iniciado la invasión de la Unión Soviética, monopolizó la atención de los jerarcas nazis, política que se encuentra en el origen mismo del Holocausto.
En una orden del 2 de julio de 1941, Heydrich realizó una serie de indicaciones genéricas a los jefes superiores de las SS y la policía en el este sobre la necesidad de matar judíos, saboteadores, subversivos y funcionarios del Comintern (además de instigar a las poblaciones locales para desencadenar pogromos contra los judíos). La limitación del alcance de la orden parece ser una estratagema con el fin de justificar de alguna manera los fusilamientos en masa que la Wehrmacht y otras autoridades estaban ya practicando.
Ya el 3 de julio, por ejemplo, el jefe del Einsatzgruppen en Luzk había fusilado a 1.160 judíos para, como declaró, dejar su marca distintiva en la ciudad. Los pelotones de la muerte del Einsatzgruppen A en el Báltico llevaron a cabo una interpretación especialmente liberal de la orden. El Einsatzgruppen acabó realizando una gran contribución al asesinato de cerca de un total de dos millones de judíso rusos; sólo el Einsatzgruppen A, a principios de enero de 1942, informó de la «ejecución» de 229.052 judíos.[113]
Es probable, por tanto, que en esa reuniones informativas hubiese habido ya indicaciones indirectas de aniquilar a los judíos, de forma que pudiesen ser comprendidas de distintas maneras.
Un mes después, en una conferencia de planificación, Hitler afirmó que había que aniquilar a cualquiera que se interpusiese en el camino de Alemania.[114]
El 16 de julio de 1941, el jefe del Servicio de Seguridad (SD) en Posen, Rolf-Heinz Höppner envió a Adolf Eichmann, de la Oficina Principal de Seguridad del Reich en Berlín, un informe titulado Solución al problema judío, en el que recogía las conclusiones de diversas discusiones al respecto entre distintos organismos del Reich. La idea principal que se exponía en el informe era la de concentrar a todos los judíos del Warthegau en un campo para 300000 personas situado cerca del centro de la producción de carbón, para que los judíos aptos para el trabajo pudiesen ser explotados. Además, se señalaba, en relación con los judíos que no pudiesen trabajar y con aquellos a los que no fuese posible alimentar, que habría que considerar seriamente si la solución más humana no sería terminar con ellos mediante algún tipo de preparado de efecto rápido. Por lo demás, se sugería la estirilización de todas las judías para solventar el problema judío en esa misma generación. Así, pues, el informe destacaba la idea de genocidio en una fase embrionaria.[115]
El 31 de julio de 1941 Göring (...) encargó a Heyndrich llevar a cabo los preparativos necesarios para "la solución completa de la Cuestión Judía dentro de la esfera de influencia alemana en Europa". Todo lo que Göring hizo, en realidad, fue firmar un documento redactado en el despacho de Heydrich, casi con toda seguridad a partir de un borrador de Eichmann. (...) El mandato (...) se ha interpretado con frecuencia como el reflejo directo de la orden de Hitler de matar a los judíos de Europa. Pero es una interpretación que deja lugar a dudas. Parece más probable que el mando siguiera buscando aún una solución territorial, que se planteara el traslado de los judíos alemanes y de otros lugares de Europa a un reserva masiva situada en el este, más allá de los Urales.[116]
Esa solución territorial dependía, por un lado, de una victoria rápida de Alemania sobre la Unión Soviética y, por otro, de un cambio en los planes de Hitler, que todavía tenía en mente usar a los judíos alemanes como rehenes y que no quería que fuesen deportados al Este. Sin embargo, en septiembre las ideas empezaron a cambiar, cuando, probablemente, Rosemberg convenció a Hitler de utilizar la deportación de judíos como forma de represalia por las deportaciones de alemanes del Volga a Siberia por parte de los soviéticos.[117] Hitler ordenó en septiembre, cuando los Einsatzgruppen habían emprendido el genocidio total en la Unión Soviética, la deportación inmediata de los judíos de Alemania, Austria y Checoslovaquia.
Por lo tanto, en septiembre de 1941 empezaba a haber ya un caso convincente para establecer un vínculo entre el exterminio físico que empezaba a ser generalizado en el este, la imposibilidad de establecer una solución territorial en un futuro próximo, y el mandato que Heydrich había obtenido ya para organizar una solución general al «problema judío» en todas las zonas ocupadas por Alemania. Incluso así, seguía sin emerger aún del todo un programa generalizado de exterminio para toda la población judía europea.[118]
Carta de Hermann Goering a Reinhard Heydrich acerca de la Solución Final.A propósito de esto, un mensaje del 1 de agosto de Heinrich Müller, jefe de la Gestapo, indicaba que había que presentar informes continuos a Hitler acerca de los trabajos de los Einstazgruppen en el Este.[119] También, a mediados del verano determinados elementos radicales del nazismo habían convencido a Goebbels de la necesidad de eliminar a los judíos de la retaguardia, de las ciudades alemanas; el primer paso fue marcarlos con una estrella amarilla, algo que Hitler aceptó a mediados de agosto.[120]
Todo lo anterior, y muy especialmente la actividad desarrollada por los Einsatzgruppen, se corresponde con testimonios y pruebas documentales que apuntan a que el mandato de Hitler acerca de asesinar a determinado tipo de judíos rusos (sobre todo, dependiendo de su edad y sexo) fue transmitido a los Einsatzkommandos en el mes de agosto. El asesinato generalizado, que culminaría con los fusilamientos masivos de finales de septiembre en Babi-Yar (33.771 hombres, mujeres y niños), no habría sido ordenado explícitamente por Hitler, sino que este habría dado su respaldo a una sugerencia de, probablemente, Himmler, a partir de las impresiones transmitidas por los comandantes locales que tenían a su cargo los fusilamientos.[121]
Por lo demás, se ha demostrado que la Wehrmacht colaboró con los Einsatzgruppen implicándose directamente en el asesinato de casi dos tercios de los prisioneros de guerra soviéticos, muchos de los cuales serían los primeros en probar las cámaras de gas de Auschwitz.[122]
Así las cosas, el 18 de septiembre de 1941, Himmler envió a Arthur Greiser (jefe administrativo y gubernativo del Warthegau, el «Gauleiter») una notificación en la que daba cuenta del deseo de Hitler de librar al alto Reich, el territorio histórico de Alemania, y al Protectorado, Bohemia y Moravia, de judíos, enviándolos primero a Polonia y más tarde hacia el este.
Hacia (...) finales de septiembre o primeros de octubre de 1941, la decisión de llevar a cabo el exterminio físico -al menos el de los judíos no aptos para trabajar- estaba ya tomada, aunque era Rusia, y no Polonia, el área de implementación prevista. (...) A lo largo de los meses siguientes se dieron los pasos necesarios que culminaron en la Solución Final. Fue en octubre y noviembre de 1941 cuando se tejieron a toda velocidad los hilos de la red del exterminio.[123]
En este sentido, ya con la invasión de la Unión Soviética, el Einsatzgruppen había comenzado de manera autónoma, y sin que hubiese órdenes explícitas de nadie en particular,[124] a perpetrar diversas matanzas que fueron aumentando de forma gradual. A partir de agosto de 1941, tras unas aclaraciones de Himmler al respecto,
se produjo una drástica extensión de la matanza de todos los judíos, independientemente de su edad o su sexo. También fuera de la Unión Soviética, las obvias situaciones de punto muerto en la política antijudía fueron desarrollando una veloz y acelerada inercia hacia el genocidio más descarado y total.[124]
Los primeros asesinatos con gas realizados en Auschwitz afectaron a prisioneros soviéticos y tuvieron lugar a finales de verano y principios de otoño de 1941 (a finales del año, se inició la construcción de Auschwitz-Birkenau, el campo de exterminio por antonomasia).[125]
Explícitamente, en el contexto del aumento de la matanza de judíos soviéticos que se había producido a lo largo de septiembre, el 2 de octubre Hitler indicó que esas masacres gozaban de su plena aprobación.[126] Estas masacres habían contado con la ayuda de un camión que usaba los gases de escapa para matar y que utilizaba el Einsatzgruppe C. En una reunión de ocubre, Eichmann, Alfred Wetzel y Viktor Brack discutieron planes para la construcción de aparatos de gaseamiento, que estarían dedicados en principio para los judíos que no valiesen para trabajar.[127]
El 23 de octubre, el jefe de la Gestapo, Heinrich Müller, emitió una circular en nombre de Himmler en la que prohibía cualquier nueva deportación de judíos, debido a la saturación de las zonas de Polonia y del Este adonde habían sido enviados hasta el momento.
En octubre, en Polonia, tuvo lugar también la masacre por la cual perdió la vida la totalidad de los judíos de Konin (unas tres mil personas), que habían sido primero concentrados en Zagarow y luego transportados hacia los bosques de Kazimir; este tipo de asesinatos se habrían ido produciendo desde casi un año antes.[128] A finales de noviembre, por otro lado, unos 700 judíos de internados en un campo de Kozminek, cerca de Kalish, fueron poco a poco asesinados también mediante un furgón de gas.[129]
El 16 de noviembre, Goebbels publicó en su periódico, Das Reich, un artículo titulado «Los judíos son culpables» que fue amplicamente difundido; en él invocaba la profecía hitleriana de la aniquilación de la raza judía en Europa para asegurar que se estaba cumpliendo en el momento de escribir esas líneas.[130]
El 28 de noviembre, en una conversación con el gran muftí de Jerusalén exiliado en Berlín, Hitler había reiterado su visión del problema judío:
le dijo al muftí que «Alemania era favorable a una guerra intransigente contra los judíos [Deutschland trete für einem kompromisslosen Kampf gegen die Juden ein]»; estaba decidido, «paso a paso, a pedirle a una nación europea tras otra la resolución de su propio problema judío, y, en el momento adecuado, a dirigir también un llamamiento similar a las naciones no europeas». (...) Hitler también le pidió al muftí que guardara celosamente «en las profundidades más remotas de su corazón» la información de que «proseguiría la batalla hasta la destrucción total [Zerstörung] del imperio judeocomunista en Europa».[131]
La indecisión en esa época a la hora de tomar una medida clara y precisa respecto del tratamiento de los judíos llevó a que una orden de Himmler, con fecha de 30 de noviembre, en la que prohibía la liquidación de los mil judíos que iban en un transporte de Riga a Berlín, llegase tarde, de forma que a su llegada fueron efectivamente fusilados. Dado que al menos otros dos casos del mismo tenor se produjeron por aquellas fechas, parece claro que
con las autoridades nazis incapaces de hacer frente a los problemas -que, naturalmente, ellos mismos se habían creado- de albergar y alimentar a los judíos deportados, y con una política claramente genocida operando en las zonas ocupadas de la Unión Soviética, los jefes de las policías locales y los líderes locales del partido empezaban a ver la solución en el asesinato de los judíos deportados en sus zonas.[132]
A este respecto, entre las primeras acciones genocidas a escala local estuvieron la construcción en ese mismo mes del campo de exterminio de Belzec y el asesinato de judíos en furgones de gasificación a primeros de diciembre en Chelmno.
Con la invasión de la Unión Soviética, la Oficina Central de Seguridad del Reich (RSHA) mantuvo en principio la idea de deportar a los judíos al este, esto es, a las nuevas regiones que se iban conquistando en ese país. La perspectiva era que los aptos para el trabajo morirían por el agotamiento y las condiciones generales de frío, hambre, enfermedades, y los no aptos serían eliminados sin más (en octubre de 1941 se había dado permiso a Heinrich Lohse, comisario del Reich en Ostland, para que utilizase monóxido de carbono en furgones como medio para este fin).[133]
Sin embargo, la imposibilidad de obtener una victoria rápida, llevó a que no fuese posible conseguir más territorios, aun cuando los judíos seguían siendo deportados hacia la zona. La complejidad de la situación llevó a que la Wehrmacht, el ejército regular alemán, recibiese orden de asistir militar y logísticamente a los Einsatzgruppen, las unidades móviles de ejecución de las SS, para que pudiesen realizar sus acciones con facilidad y a que los jefes locales nazis tomasen decisiones al respecto por su cuenta. Así,
durante los primeros dieciocho meses de la campaña rusa, los cuatro batallones de la Einsatzgruppen que actuaban en el vasto frente que se extendía desde el Mar Báltico hasta el Mar Negro, asesinaron, con la ayuda de las unidades de la Wehrmacht y la policía nazi, a más de un millón de hombres, mujeres y niños judíos.[134]
Las primeras masacres, cometidas en los estados bálticos, contaron frecuentemente con el apoyo de los ciudadanos bálticos, especialmente de ucranianos y lituanos.[135]
Apenas unos días después, el 16 de diciembre, Hans Frank expresó a varios líderes del Gobierno General la necesidad de exterminar a los judíos fuese el que fuese el lugar donde se encontrasen. Por lo demás, comentó también su desconocimiento del modo en que eso podría llevarse a cabo (habló de tres millones y medio de judíos), lo que demostraría que todavía no se había esbozado un plan al respecto.[136]
El objetivo explícito era la limpieza sistemática de judíos, a los que se concentraba en una o más localidades para luego llevarlos a los lugares de ejecución donde previamente se habían excavado unas fosas; allí, en grupos de quinientos y distanciados unos dos kilómetros entre sí, eran asesinados.[137]
Consecuentemente, a principios de diciembre de 1941 se inició, con aquellos que pertenecían a pequeños guetos y campos anexos, el exterminio regular y sistemático de judíos en Chelmno, de lo que se encargó un equipo especial ya experimentado en el uso de furgones de gas (empezaron con dos furgones y llegaron a contar con tres): un grupo a cargo de Herbert Lange, que había asesinado, entre el 21 de mayo y el 6 de junio de 1940, a 1558 enfermos mentales de Prusia, precisamente, en un furgón mediante monóxido de carbono.[91] Los transportes desde el gueto de Lodz comenzaron el 16 de enero de 1942; hacia junio de 1942, habían sido ya asesinados en Chelmno unos 97.000 judíos. En marzo de 1943 se dieron por finalizadas las operaciones en Chelmno, pero un año después, en abril de 1944, se inició una nueva serie de asesinatos que terminaría el 17-18 de enero de 1945.[138]
Las cifras más precisas estiman que entre 1941 y 1945 fueron asesinados en Chelmno un mínimo de 150.000 judíos y 5000 gitanos. Sobrevivieron cuatro judíos.[139]
Según el historiador Ian Kershaw, la iniciativa para empezar la matanza partió del propio Warthegau (del mismo jefe supremo, Arthur Greiser) antes que de Berlín. El motivo más probable es que en esas semanas las autoridades locales de Litzmannstadt tuvieron que aceptar la recepción de 20.000 judíos venidos de Alemania, que se sumarían a los propios que ya no era posible deportar. En consecuencia, la política antijudía del Warthegau entró en un callejón sin salida y las matanzas se vieron como una alternativa. A este respecto, el responsable máximo pudo haber sido el jefe de los servicios de seguridad, mayor de las SS y jefe de policía, Wilhelm Koppe. Las órdenes, con todo, venían autorizadas desde Berlín, en tanto que ya desde octubre de 1941 Hitler había tomado o sancionado la decisión de exterminar a los judíos de Europa:[140]
el papel de Hitler aquí, como en todas partes, era marcar la pauta y luego sancionar de forma general las acciones apuntadas y puestas en marcha por otros. [Así, pues,] en cuanto a la aplicación del genocidio en el Warthegau, puede llegarse a la conclusión de que la responsabilidad sobre las cuestiones de personal y económicas relacionadas con el Sonderkommando en Chelmno recayeron sobre el SS mayor y jefe de policía Koppe, habiéndole sido delegadas por el inspector de policía de seguridad y la SD, Damzog, mientras que la responsabilidad general estuvo en manos del gobernador del Reich y gauletier Greiser, que operó con permiso del Reichsführer SS Himmler, y del jefe de la seguridad del Reich Heyndrich, con la autorización general para actuar como considerara conveniente de Hitler en persona.[141]
En este contexto de genocidio ya en marcha, pero no explicitado por orden o programa alguno, el 20 de enero de 1942, cuando los asesinatos en el Warthegau llevaban ya seis semanas en marcha,[142] se celebró la conocida como «Conferencia de Wannsee», a las afueras de Berlín.[143]
Organizada por Reinhard Heyndrich, plenipotenciario para la Preparación de la Solución Final de la Cuestión Judía, la reunión ya había tenido que ser pospuesta desde la fecha inicial, el 9 de diciembre de 1941, a la nueva, debido al ataque japonés a Pearl Harbor. El historiador Christian Gerlach entiende que ese hecho decidió a Hitler, quien había declarado la guerra a Estados Unidos dos días después, a acometer el exterminio general de todos los judíos. De hecho, en una reunión celebrada el 12 de diciembre entre Hitler y una cincuentena de jefes del partido nazi, Hitler, según las notas tomadas por goebbels que estuvo presente, habría recordado su profecía de 1939 en la que señaló que una nueva guerra mundial provocaría la aniquilación de los judíos.[144] Lo dicho en esta y otras reuniones celebradas en fechas próximas ha llevado a algún historiador a situar en este mes de diciembre de 1941 el momento en que Hitler habría tomada una decisión determinante respecto del genocidio del pueblo judío europeo;[145] en cualquier caso, durante ese mes se extendieron y radicalizaron las medidas genocidas, aunque no existiese una idea clara ni de cómo se podría llevar a cabo la deportación y exterminio a gran escala, ni con qué métodos y en qué tiempo se habrían de llevar a cabo.
Con la reunión del 20 de enero, Heyndrich, que se refirió explícitamente a «la llegada de la Solución Final de la Cuestión Judía» (die kommende Endlösung der Judenfrage),[146] pretendía organizar un plan general destinado a exterminar a toda la comunidad judía europea. Se preveía, literalmente, registrar a fondo toda Europa, partiendo desde el oeste hacia el este y desde el norte hacia el sur, para deportar a todas las personas de ascendencia judía a los campos de exterminio.[78] [147] [148] En la reunión, participaron cinco representantes de las SS y la policía (entre ellos, el jefe de la Gestapo y Adolf Eichmann, quien levantó acta) y cinco civiles representando a distintos ministerios. Heyndrich remitió a Goering el mandato original para un plan de esas características y designó a Himmler y a sí mismo como depositarios de la responsabilidad de dirigirlo.
De entrada, Henydrich apuntó a la evacuación de los judíos, ya no a la emigración, hacia el Este, de acuerdo además con los deseos de Hitler. Sin embargo, señaló que aquella «evacuación» o deportación al Este era solo un mecanismo temporal en el camino hacia «la próxima solución final de la cuestión judía (die kommende Endlösung der Judenfrage). Además, se refirió a la experiencia práctica ya conseguida, en una velada referencia a los distintos ensayos de deportaciones y asesinatos masivos ya realizados en los seis meses anteriores en el Este.[149] De acuerdo con sus cálculos, la solución final afectaría a once millones de judíos, entre los que incluía a todos los residentes en los distintos países europeos.
Con su lenguaje aséptico, el documento resultante (el único oficial que se ha conservado que lo hace con tanto detalle) de la reunión traza la líneas generales de lo que pronto se materializaría en la masacre de la totalidad de la comunidad judía europea.[150]
El significado histórico de la conferencia de Wannsee es que constituyó el punto de inflexión entre la hasta entonces perspectiva dominante de que la solución al problema judío pasaba por la deportación y muerte de los judíos en los campos de trabajo instalados en la Rusia ocupada (tras la guerra), y la nueva de la necesidad de eliminar a los judíos durante la guerra y en el Gobierno General. No se estableció en ella ningún plan específico, pero marcó el comienzo de la fase final de la política de exterminio, que en la primavera de 1942 (finales de abril y comienzos de mayo) se materializó en
las decisiones para extender la matanza de los distritos de Lublin y Galitzia a toda Polonia, en lo que empezaba a conocerse como la Aktion Reinhard (que vinculaba los tres campos de exterminio de Belzec, Sobibor y Treblinka), y de liquidar prácticamente a todos los judíos deportados del Reich y de otras partes de la Europa Central. A primeros de junio se había esbozado ya un programa destinado a iniciar la deportación de los judíos del oeste de Europa a partir del mes de julio. En su mayoría fueron transportados al mayor campo de exterminio que estaba en funcionamiento en aquel momento, Auschwitz-Birkenau. En el verano de 1942, por lo tanto, la Solución Final, tal y como la historia la conoce, estaba ya en marcha. A finales de 1942, había sido asesinada ya una proporción muy importante de las víctimas del Holocausto, cerca de cuatro millones según cálculos de las SS.[151]
En las semanas siguientes, Hitler, en distintas declaraciones públicas y privadas, insistió en la idea de la aniquilación de los judíos, vinculándola además a una posguerra europea estable. El 27 de marzo de 1942, Goebbels describió la deportación de judíos hacia el Este «como un asunto bastante bárbaro», estimando el porcentaje de judíos muertos en un 60%, quedando el 40 restante para los trabajos forzados. Por lo demás, afirmaba que Hitler era el espíritu que impulsaba esa solución radical.[152]
Hans Frank, en un discurso pronunciado en Cracovia en diciembre de 1942, afirmó:
Debemos destruir a los judíos dondequiera que los encontremos y siempre que se ofrezca la oportunidad, con el fin de poder sostener toda la estructura del Reich en este lugar... Los judíos viven a costa de nosotros hasta un extremo excepcionalmente perjudicial. De forma aproximada, tenemos en el Gobierno General unos 2,5 millones de individuos, y quizá un total de 3,5 millones que tienen algo que ver con los judíos. No podemos fusilar a esos 3,5 millones de judíos, ni podemos envenenarlos, pero podemos adoptar medidas que, de uno u otro modo, conduzcan al exterminio, en combinación con las actuaciones de mayor alcance que se están estudiando en el Reich.[153]
En mayo de 1942, Arthur Greiser recomendó asesinar a 35000 polacos afectados por una tuberculosis incurable. La impopularidad del anterior programa de eutanasia desarrollado en Alemania llevó a que algunos colaboradores pusieran reparos a su ejecución. Greiser, ante la invitación de que se consultase a Hitler al respecto, contestó que no creía necesario
"preguntar de nuevo al Führer al respecto, sobre todo teniendo en cuenta que durante nuestra última discusión sobre los judíos me dijo que podía proceder de acuerdo con mi propio criterio". Este criterio, de hecho, había ya recomendado a Hitler el "tratamiento especial" (es decir, el asesinato) para los cien mil judíos del Warthegau, es decir, el inicio de la Solución Final en esta región.[154]
Aunque el ejército alemán se había opuesto al asesinato de judíos aptos para el trabajo en Polonia y Lituania, no tuvo reparos en ejecutar este tipo de matanzas en la Unión Soviética, llevado por las directrices de sus mandos que recordaban que
los judíos son los intermediarios entre el enemigo situado a retaguardia y los restos del Ejército Rojo y la dirección roja que aún combaten; ejercen un control mucho más fuerte que en Europa sobre todas las posiciones clave de la dirección política y la administración, ocupan el comercio y los negocios y además forman células para toda clase de disturbios y posibles rebeliones. (...) El soldado debe demostrar que comprende la severa expiación que corresponde al judaísmo, el portador espiritual del terror bolchevique.[155]
Para algún historiador, el salto cualitativo que suponía esta serie de acciones asesinas hace que puedan considerarse como parte del Holocausto.[156]
El 4 de octubre de 1943, Himmler pronunció un discurso en Poznan ante oficiales de alto rango de las SS en el que identificó la solución final con una medida higiénica frente a los judíos, lo que comportaba la necesidad de «borrar a esa raza de la faz de la tierra». Por lo demás,
no ocultaba el hecho de que la «solución final» era un «asunto grave», e incluso era lo bastante franco como para referirse a ella en público como «el exterminio [Ausrottung] de la raza judía» y admitir que era una de «las órdenes más aterradoras que podía recibir jamás una organización». [Pero] el asesinato masivo era permisible e incluso admirable en una causa «idealista» como el nacionalsocialismo (...).[157]
El 7 de marzo de 1944, Greiser envió un telegrama a Hitler en el que informaba de que en el Warthegau la «judería» había quedado reducida a un «minúsculo remanente».[158]
Momentos antes del fin
BIENVENIDO A MI BLOG ESPERO QUE TE GUSTE.
martes, 7 de septiembre de 2010
lunes, 6 de septiembre de 2010
TEORIA DEL EXTERMINIO VI
. En este paso seguramente todos recordaran lo que hizo la Alemania Nazi, para acabar con los Judios su plan de solucion final, habia propaganda Nazi influenciando a la poblacion de que la culpa de todos los males de la sociedad alemana era de los judios, asi que como se ha dicho se fue lavando el cerebro de esa poblacion para que aceptaran la idea del exterminio, igualmente pasara con los cristianos y el bendito pueblo de Israel, pues todas las naciones se uniran para acabarlo, pero sabemos,segun las promesaS DE JESUS que eso nunca lo podran hacer, pues Israel siempre saldra victorioso, recuerden hitler era un anticristo, y peor va ser el que va a llegar
La Solución Final
Hay un Mapa que muestra la ubicación de todos los campos de exterminio, la mayoría de los campos de concentración, campos de trabajo, prisiones, ghetos, las principales rutas de deportación y los lugares de masacres.Solución final o Solución final al problema judío (Endlösung der Judenfrage, en alemán) fue el nombre técnico que utilizaron los nazis para identificar su intención genocida respecto de la población judía europea. El término fue acuñado por Adolf Eichmann,[78] un funcionario nazi que supervisó en primera instancia la campaña, a la que se denominaba reinstalación. Tomada la decisión hacia septiembre de 1941, en marzo de 1942 la ejecución del exterminio estaba ya funcionando con el perfil con el que sería definitivamente conocido.
Los rumores en Alemania sobre el destino de los judíos fueron generalizados y contenían datos suficientes como para entender que en el este se estaba produciendo un asesinato masivo de judíos. Incluso, el conocimiento de las gasificaciones y del exterminio en los campos fue relativamente limitado.[79]
Y aunque la planificación y ejecución de la Solución Final se llevó con un grado muy elevado de secretismo, lo que probablemente demuestra que los jerarcas nazis eran conscientes de que no podían contar para ello con el respaldo popular, la misma no
se habría hecho realidad (...) sin la colaboración activa de la Wehrmacht, la única fuerza aún capaz de contener el régimen nazi; o en cualquier caso, sin el consentimiento equivalente a la complicidad activa de la burocracia civil, que se esforzó por satisfacer los requerimientos de vertiginosa discriminación, o de los líderes de las industrias alemanas, que fabricaron la maquinaria de la muerte e instalaron sus fábricas en los campos de concentración. Y dentro del complejo organizativo de las SS-SD-Gestapo, fueron menos los fanáticos raciales que los organizadores ambiciosos y los administradores competentes como Eichmann, y los ejecutores a sangre fría como Höss, quienes convertieron la infernal visión en un infierno en la tierra. [Y tampoco habría sido posible] sin los pasos progresivos que fueron excluyendo paulatinamente a los judíos de la sociedad alemana y que tuvieron lugar delante de todo el mundo, en su forma legal recibidos con la aprobación general de la población, y dando como resultado la despersonalización y la degradación de la figura del judío. No habría sido posible sin la apatía y la indiferencia generalizada, que fue la respuesta común a la propaganda del odio. Y, finalmente, no habría sido posible sin el silencio de las jerarquías de la Iglesia, que no lograron expresar la oposición que pudiera haber a las políticas raciales nazis, y sin el consentimiento en forma de complicidad activa de otras destacadas secciones de la élites alemanas.[80]
Con la aprobación y sanción por parte de Hitler de las distintas fases de intensificación, la Solución Final, como proceso, arrancó en la primavera de 1941 con la planificación de la «Operación Barbarroja», se amplió durante el verano con el paso a un genocidio a gran escala en la Unión Soviética recién invadida (radicalizado en otoño por la deportación masiva hacia el este ordenada por Hitler de los judíos del Reich, Bohemia y Moravia) y se encaminó hacia su pleno desarrollo entre diciembre (una vez declarada la guerra a Estados Unidos) y la primavera del 42, cuando surgió definitivamente un programa coordinado de exterminio que se materializaría en la matanza perpetrada en los distintos campos.[81]
La Solución Final
Hay un Mapa que muestra la ubicación de todos los campos de exterminio, la mayoría de los campos de concentración, campos de trabajo, prisiones, ghetos, las principales rutas de deportación y los lugares de masacres.Solución final o Solución final al problema judío (Endlösung der Judenfrage, en alemán) fue el nombre técnico que utilizaron los nazis para identificar su intención genocida respecto de la población judía europea. El término fue acuñado por Adolf Eichmann,[78] un funcionario nazi que supervisó en primera instancia la campaña, a la que se denominaba reinstalación. Tomada la decisión hacia septiembre de 1941, en marzo de 1942 la ejecución del exterminio estaba ya funcionando con el perfil con el que sería definitivamente conocido.
Los rumores en Alemania sobre el destino de los judíos fueron generalizados y contenían datos suficientes como para entender que en el este se estaba produciendo un asesinato masivo de judíos. Incluso, el conocimiento de las gasificaciones y del exterminio en los campos fue relativamente limitado.[79]
Y aunque la planificación y ejecución de la Solución Final se llevó con un grado muy elevado de secretismo, lo que probablemente demuestra que los jerarcas nazis eran conscientes de que no podían contar para ello con el respaldo popular, la misma no
se habría hecho realidad (...) sin la colaboración activa de la Wehrmacht, la única fuerza aún capaz de contener el régimen nazi; o en cualquier caso, sin el consentimiento equivalente a la complicidad activa de la burocracia civil, que se esforzó por satisfacer los requerimientos de vertiginosa discriminación, o de los líderes de las industrias alemanas, que fabricaron la maquinaria de la muerte e instalaron sus fábricas en los campos de concentración. Y dentro del complejo organizativo de las SS-SD-Gestapo, fueron menos los fanáticos raciales que los organizadores ambiciosos y los administradores competentes como Eichmann, y los ejecutores a sangre fría como Höss, quienes convertieron la infernal visión en un infierno en la tierra. [Y tampoco habría sido posible] sin los pasos progresivos que fueron excluyendo paulatinamente a los judíos de la sociedad alemana y que tuvieron lugar delante de todo el mundo, en su forma legal recibidos con la aprobación general de la población, y dando como resultado la despersonalización y la degradación de la figura del judío. No habría sido posible sin la apatía y la indiferencia generalizada, que fue la respuesta común a la propaganda del odio. Y, finalmente, no habría sido posible sin el silencio de las jerarquías de la Iglesia, que no lograron expresar la oposición que pudiera haber a las políticas raciales nazis, y sin el consentimiento en forma de complicidad activa de otras destacadas secciones de la élites alemanas.[80]
Con la aprobación y sanción por parte de Hitler de las distintas fases de intensificación, la Solución Final, como proceso, arrancó en la primavera de 1941 con la planificación de la «Operación Barbarroja», se amplió durante el verano con el paso a un genocidio a gran escala en la Unión Soviética recién invadida (radicalizado en otoño por la deportación masiva hacia el este ordenada por Hitler de los judíos del Reich, Bohemia y Moravia) y se encaminó hacia su pleno desarrollo entre diciembre (una vez declarada la guerra a Estados Unidos) y la primavera del 42, cuando surgió definitivamente un programa coordinado de exterminio que se materializaría en la matanza perpetrada en los distintos campos.[81]
domingo, 5 de septiembre de 2010
TEORIA DEL EXTERMINIO V
El Anticristo preparara su holocausto contra los Cristianos,osea contra los Israelitas en jerusalen, asi como lo preparo Hitler se le llamaba los preambulos del holocausto y aqui esta esta parte para que la lean y lo tomen como un simil para lo que se avecina.
Los preámbulos del Holocausto
[editar] La noche de los cristales rotos y el comienzo de las deportaciones y los guetos
En marzo de 1938 Alemania se anexionó Austria, y con ellos incorporó a su población a los 200.000 judíos austriacos. Como herramienta para alcanzar la aspiración nazi de liberar a Alemania de la población judía, Viena se convirtió en el primer lugar en el que se pondría en práctica la que sería, a partir de entonces, una constante política nazi: la deportación de la comunidad judía de su territorio. Previamente, hubo
una campaña de intimidación particularmente violenta y brutal, [en la que] las SA obligaron a los judíos a fregar las calles de la ciudad con pequeños cepillos bajo la mirada de una multitud que se mofaba de ellos, los negocios pertenecientes a aquella minoría fueron expropiados a la velocidad del rayo y los matones nazis austríacos saquearon sin contemplaciones los hogares judíos.[70]
El antisemitismo ya presente en Austria sirvió para desbordar las medidas antijudías, hasta el punto de que llegaron a servir de modelo para las tomadas en la propia Alemania. Una campaña de detenciones provocó el traslado de unos mil judíos a campos de concentración.
La consecuencia inmediata fue una oledada de emigración judía tanto de Alemania como de Austria. La Conferencia internacional de Evian, en Francia, promovida por Estados Unidos con el objeto de tratar el tema de los refugiados judíos, se resolvió con excusas generalizadas por parte de todos los países presentes para no acoger a un número sustancial de judíos.
La primera deportación en masa se produjo en octubre de 1938, cuando 16000 judíos de origen polaco fueron expulsados de Alemania, siendo abandonados en la frontera con Polonia, que les negó la entrada. El hijo de uno de ellos, Herschel Grynszpan, que residía en París, reaccionó asesinando al tercer secretario de la embajada alemana en París. La propaganda nazi calificó la acción como declaración de guerra y como un acto más de la conspiración judeomasónica mundial. Así, un día después de la muerte del diplomático, el 10 de noviembre, tuvo lugar la noche de los cristales rotos (Reichkristallnacht), pogromo instigado por el ministro de propaganda Joseph Goebbels, pero con la expresa aprobación de Hitler, que constituyó la exhibición pública de antisemitismo más violenta en Alemania desde la época de las cruzadas y un momento decisivo y de gran significación en el camino hacia el Holocausto:[71]
A lo largo y ancho de Alemania, ardieron más de cuatrocientas sinagogas y se saquearon más de siete mil quinientos negocios y otras propiedades judías; por lo menos cien judíos fueron asesinados, muchos más resultaron heridos, y a treinta mil se los despachó de modo sumario a campos de concentración en los cuales sufriían indecibles ultrajes.[72]
Otra consecuencia directa del pogromo fue que Reinhard Heydrich asumió la coordinación centralizada de la Cuestión Judía.
Las agresiones no solo fueron realizadas por los fanáticos ideológicos del partido nazi, sino también por alemanes corrientes. No hubo, además, protestas públicas significativas por parte de las iglesias.
Dos días después, el gobierno alemán reforzó las consecuencias del pogromo imponiendo una multa de mil millones de reichsmarks a la comunidad judía alemana por lo que se calificó como actitud hostil hacia el Reich y su pueblo. Durante la reunión en la que se decidió la medida, se sugirieron diversas medidas discriminatorias muchas de las cuales serían aprobadas por Hitler el mes siguiente. Básicamente, se puso prácticamente fin a toda actividad empresarial de los judíos, a su libertad de movimiento y a sus relaciones con el resto de alemanes.
La radicalización de la actitud hacia los judíos quedó meridianamente reflejada en un artículo del 24 de noviembre de 1938 en el periódico de las SS, Das Schwarze Korps, en el que se afirmaba que
tendríamos que enfrentarnos a la necesidad irrevocable de exterminar el submundo judío del mismo modo que, bajo nuestro gobierno de Ley y Orden, solemos exterminar a cualquier otro criminal, es decir, con el fuego y la espada. El resultado debería ser la eliminación práctica y definitiva de los judíos que hay en Alemania, su aniquilación absoluta.[73]
Dos meses después, en el plazo de una semana, haría dos declaraciones explícitas sobre sus intenciones respecto de los judíos: por un lado, el 21 de enero del 39, en palabras dirigidas al ministro de Asuntos Exteriores checoslovaco, Hitler indicó que los judíos serían destruidos y que su provocación del 9 de noviembre de 1918 no les habría de salir gratis, sino que sería vengada;[74] por otro lado, el 30 de enero, pronunció un discurso en el Parlamento alemán que habría de gravitar sobre todas las decisiones que en adelante se tomarían sobre la cuestión judía. Alardeando de una aptitud profética, afirmó:
Durante la época de mi lucha por el poder, fue en primer lugar la raza judía la que no hizo sino recibir a carcajadas mis profecías cuando dije que algún día asumiría la dirección del Estado y, con ella, la de toda la nación, y que entonces, entre muchas otras cosas, resolvería el problema judío. Sus carcajadas fueron escandalosas, pero creo que, de un tiempo a esta parte, ya solo ríen por dentro. Hoy seré profeta una vez más: si los financieros judíos internacionales de Europa y de fuera de ella logran sumir de nuevo a las naciones en una guerra mundial, ¡el resultado no será la bolchevización de la tierra y, por lo tanto, la victoria de los judíos, sino la aniquilación de la raza judía en Europa.[75]
Hitler recordaría su profecía dos veces en 1942 y tres en 1943, aunque asociándola a una fecha equivocada, el 1 de septiembre de 1939, como forma de vincular el inicio de la guerra a los judíos.
Previamente, en el contexto de sus iniciativas diplomáticas para conseguir que la comunidad internacional se hiciese cargo de la población judía alemana, Hitler había declarado dos meses antes al ministro de Defensa de Sudáfrica, Oswald Pirow, que ya había adoptado una decisión irrevocable sobre ellos y que un día habrían de desaparecer de Europa.[76]
El 30 de abril de 1939 se promulgó una ley qe prohibía a judíos y no judíos compartir el mismo bloque de pisos; como consecuencia de ello, se crearon casas judías y guetos en las grandes ciudades que hicieron aumentar el aislamiento social de la población judía. La obligatoriedad de lucir la estrella de David amarilla que entró en vigor en septiembre de 1941, asentó definitivamente ese aislamiento y allanó el camino hacia la invisibilización de los judíos por medios más drásticos.[77]
Los preámbulos del Holocausto
[editar] La noche de los cristales rotos y el comienzo de las deportaciones y los guetos
En marzo de 1938 Alemania se anexionó Austria, y con ellos incorporó a su población a los 200.000 judíos austriacos. Como herramienta para alcanzar la aspiración nazi de liberar a Alemania de la población judía, Viena se convirtió en el primer lugar en el que se pondría en práctica la que sería, a partir de entonces, una constante política nazi: la deportación de la comunidad judía de su territorio. Previamente, hubo
una campaña de intimidación particularmente violenta y brutal, [en la que] las SA obligaron a los judíos a fregar las calles de la ciudad con pequeños cepillos bajo la mirada de una multitud que se mofaba de ellos, los negocios pertenecientes a aquella minoría fueron expropiados a la velocidad del rayo y los matones nazis austríacos saquearon sin contemplaciones los hogares judíos.[70]
El antisemitismo ya presente en Austria sirvió para desbordar las medidas antijudías, hasta el punto de que llegaron a servir de modelo para las tomadas en la propia Alemania. Una campaña de detenciones provocó el traslado de unos mil judíos a campos de concentración.
La consecuencia inmediata fue una oledada de emigración judía tanto de Alemania como de Austria. La Conferencia internacional de Evian, en Francia, promovida por Estados Unidos con el objeto de tratar el tema de los refugiados judíos, se resolvió con excusas generalizadas por parte de todos los países presentes para no acoger a un número sustancial de judíos.
La primera deportación en masa se produjo en octubre de 1938, cuando 16000 judíos de origen polaco fueron expulsados de Alemania, siendo abandonados en la frontera con Polonia, que les negó la entrada. El hijo de uno de ellos, Herschel Grynszpan, que residía en París, reaccionó asesinando al tercer secretario de la embajada alemana en París. La propaganda nazi calificó la acción como declaración de guerra y como un acto más de la conspiración judeomasónica mundial. Así, un día después de la muerte del diplomático, el 10 de noviembre, tuvo lugar la noche de los cristales rotos (Reichkristallnacht), pogromo instigado por el ministro de propaganda Joseph Goebbels, pero con la expresa aprobación de Hitler, que constituyó la exhibición pública de antisemitismo más violenta en Alemania desde la época de las cruzadas y un momento decisivo y de gran significación en el camino hacia el Holocausto:[71]
A lo largo y ancho de Alemania, ardieron más de cuatrocientas sinagogas y se saquearon más de siete mil quinientos negocios y otras propiedades judías; por lo menos cien judíos fueron asesinados, muchos más resultaron heridos, y a treinta mil se los despachó de modo sumario a campos de concentración en los cuales sufriían indecibles ultrajes.[72]
Otra consecuencia directa del pogromo fue que Reinhard Heydrich asumió la coordinación centralizada de la Cuestión Judía.
Las agresiones no solo fueron realizadas por los fanáticos ideológicos del partido nazi, sino también por alemanes corrientes. No hubo, además, protestas públicas significativas por parte de las iglesias.
Dos días después, el gobierno alemán reforzó las consecuencias del pogromo imponiendo una multa de mil millones de reichsmarks a la comunidad judía alemana por lo que se calificó como actitud hostil hacia el Reich y su pueblo. Durante la reunión en la que se decidió la medida, se sugirieron diversas medidas discriminatorias muchas de las cuales serían aprobadas por Hitler el mes siguiente. Básicamente, se puso prácticamente fin a toda actividad empresarial de los judíos, a su libertad de movimiento y a sus relaciones con el resto de alemanes.
La radicalización de la actitud hacia los judíos quedó meridianamente reflejada en un artículo del 24 de noviembre de 1938 en el periódico de las SS, Das Schwarze Korps, en el que se afirmaba que
tendríamos que enfrentarnos a la necesidad irrevocable de exterminar el submundo judío del mismo modo que, bajo nuestro gobierno de Ley y Orden, solemos exterminar a cualquier otro criminal, es decir, con el fuego y la espada. El resultado debería ser la eliminación práctica y definitiva de los judíos que hay en Alemania, su aniquilación absoluta.[73]
Dos meses después, en el plazo de una semana, haría dos declaraciones explícitas sobre sus intenciones respecto de los judíos: por un lado, el 21 de enero del 39, en palabras dirigidas al ministro de Asuntos Exteriores checoslovaco, Hitler indicó que los judíos serían destruidos y que su provocación del 9 de noviembre de 1918 no les habría de salir gratis, sino que sería vengada;[74] por otro lado, el 30 de enero, pronunció un discurso en el Parlamento alemán que habría de gravitar sobre todas las decisiones que en adelante se tomarían sobre la cuestión judía. Alardeando de una aptitud profética, afirmó:
Durante la época de mi lucha por el poder, fue en primer lugar la raza judía la que no hizo sino recibir a carcajadas mis profecías cuando dije que algún día asumiría la dirección del Estado y, con ella, la de toda la nación, y que entonces, entre muchas otras cosas, resolvería el problema judío. Sus carcajadas fueron escandalosas, pero creo que, de un tiempo a esta parte, ya solo ríen por dentro. Hoy seré profeta una vez más: si los financieros judíos internacionales de Europa y de fuera de ella logran sumir de nuevo a las naciones en una guerra mundial, ¡el resultado no será la bolchevización de la tierra y, por lo tanto, la victoria de los judíos, sino la aniquilación de la raza judía en Europa.[75]
Hitler recordaría su profecía dos veces en 1942 y tres en 1943, aunque asociándola a una fecha equivocada, el 1 de septiembre de 1939, como forma de vincular el inicio de la guerra a los judíos.
Previamente, en el contexto de sus iniciativas diplomáticas para conseguir que la comunidad internacional se hiciese cargo de la población judía alemana, Hitler había declarado dos meses antes al ministro de Defensa de Sudáfrica, Oswald Pirow, que ya había adoptado una decisión irrevocable sobre ellos y que un día habrían de desaparecer de Europa.[76]
El 30 de abril de 1939 se promulgó una ley qe prohibía a judíos y no judíos compartir el mismo bloque de pisos; como consecuencia de ello, se crearon casas judías y guetos en las grandes ciudades que hicieron aumentar el aislamiento social de la población judía. La obligatoriedad de lucir la estrella de David amarilla que entró en vigor en septiembre de 1941, asentó definitivamente ese aislamiento y allanó el camino hacia la invisibilización de los judíos por medios más drásticos.[77]
sábado, 4 de septiembre de 2010
TEORIA DEL ESTERMINIO IV. El antisemitismo en Hitler y el nazismo, Sera parecido al del anticristo
Generalmente es un lider politico que tiene mucho poder es quien manda a matar o ejecutar a personas que piensan diferentes a el, y eso se ha visto mucho en los paises donde los dictadores tienen todo el poder del pueblo concentrado en ellos, algo muy peligroso, siguiendo con esta teoria del exterminio Hitler aunque fue en el siglo pasado concentraba todo el poder para si, esto va a ser igual cuando se presente el Anticristo, va a querer a eliminar como solucion final al pueblo Judio y a los cristianos, porque el fracaso y los desastres del mundo que se avecinan, a ellos se les echara la culpa.
El antisemitismo en Hitler y el nazismo
En este contexto fue en el que surgió el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (NSDAP), el partido nazi, fundado en Múnich en 1919, cuyo programa oficial de 1920 proponía la unión de todos los alemanes dentro de una Gran Alemania y que sólo las personas de sangre o raza alemana pudiesen ser nacionales (ciudadanas del Estado) y directores de medios de comunicación. Explícitamente, además, el NSDAP propugnaba un cristianismo constructivo y luchaba contra el espíritu judeomaterialista en el interior y el exterior del país.[40]
La primera declaración política conocida de su principal líder, el ex cabo del ejército alemán Adolf Hitler, expuesta en una carta del 16 de septiembre de 1919, incidía sobre la cuestión judía partiendo de la base de que la comunidad judía era un grupo estrictamente racial y no religioso. Además,
describe las acciones de dicha colectividad como causantes "de una tuberculosis racial de los pueblos". Desecha los pogromos como una respuesta meramente "emocional" al problema y exige un "antisemitismo racional" que imponga una ley de extranjería a los judíos, con el fin de revocar sus "privilegios especiales". El objetivo final, según le escribe al destinatario de la carta, "debe ser la extirpación [Entfernung] completa de los judíos".[41]
Con sus fundamentos nacionalistas y antisemitas, el partido nazi se fue desarrollando poco a poco sobre la base de una intensa y llamativa actividad casi diaria de sus militantes. Entre 1919 y 1924 su zona de acción se reducía a Baviera, donde captó a una heterogénea masa de alemanes compuesta de antiguos soldados, de anticomunistas y antisemitas y, en general, de desclasados atraídos por la idea de una revolución nacional. Sus ideas antisemitas eran expuestas con frecuencia en diversos discursos pronunciados tanto por Hitler como por otros nazis, como Alfred Rosenberg, Julius Streicher o Hermann Esser, e insistían en la necesidad de tomar medidas contundentes contra los judíos de forma que su influencia sobre la sociedad alemana se eliminase por completo.
En noviembre de 1923, el NSDAP intentó hacerse con el poder para marchar, a continuación, sobre Berlín con el objeto de derrocar a la República de Weimar. El conocido como putsch de Múnich fracasó con la simple intervención de la policía, y Hitler fue detenido.
Sin embargo, el juicio subsiguiente se convirtió en una plataforma publicitaria para Hitler y su partido, y durante los nueve meses que pasó en la cárcel en 1924 tuvo tiempo para escribir su autobiografía política, titulada Mein Kampf, que terminaría por convertirse en la biblia del movimiento nazi y en un texto esencial del antisemitismo, que el autor, según su propia confesión, había aprendido de personajes como el compositor Richard Wagner, Karl Lueger, alcalde de Viena, y el nacionalista extremista Georg von Schönerer.
Wagner, a quien musicalmente admiraba Hitler por encima de cualquier otro músico, había expuesto en numerosas ocasiones auténticas diatribas contra el papel corruptor de los judíos en el arte en general, a quienes consideraba la conciencia maligna de nuestra civilización moderna o el versátil genio corruptor de la humanidad.[42]
De Lueger tomaría la inspiración para utilizar el antisemitismo como un instrumento de movilización de masas, en tanto podía materializar los resentimientos del ciudadano común (el judío como asesino de Cristo, el judío como usurero enriquecido mientras los demás se arruinan...).
Y en cuanto a von Schönerer, Hitler había asumido íntegramente sus postulados radicales
sobre la necesidad de un antisemitismo étnico intransigente -basado en la sangre y la raza-, [y adoptado] su odio hacia la "prensa judía" y la "socialdemocracia dirigida por judíos".[43]
Además de estas influencias, determinadas experiencias personales del propio Hitler relatadas en Mi lucha, le llevaron a convertirse en un antisemita fríamente racional, comprendiendo, además, la naturaleza judaica de la socialdemocracia internacionalista austríaca.[44]
Como consecuencia de lo anterior
Hitler llamó, desde principios de la década de 1920, a una guerra sin cuartel contra "la doctrina judaica del marxismo", que impugnaba "la relevancia de la nacionalidad y la raza", negaba el valor de la personalidad y se oponía a las "leyes eternas de la naturaleza" con sus doctrinas igualitarias.[45]
Hasta 1924, la demagogia global antisemita era el tema principal en casi todos los discursos de Hitler y se dirigía, especialmente, contra los judíos por su supuesto papel como finacieros, capitalistas, responsables del mercado negro y aprovechados. Sin embargo, el impacto de la guerra civil rusa modificó está línea discursiva hacia la identificación de los judíos con el bolchevismo y hacia un explícito antimarxismo (que Hitler igualaba a la lucha contra los judíos).[46]
Así, pues,
hacia 1924 el núcleo central de la visión del mundo de Hitler -la historia como lucha racial y la aniquilación tanto del judaísmo (lo que quiera que eso pudiese significar en términos concretos), como de su más peligrosa manifestación política e ideológica, el marxismo -era una concepción firmemente instaurada en su pensamiento.[47]
También en Mi lucha (1925-1926) habla de lo oportuno que hubiese sido gasear de doce mil a quince mil judíos o hebreos corruptores durante la Primera Guerra Mundial, convencido como estaba, al igual que otros muchos ex soldados, de que Alemania había sufrido en esa guerra la traición de pacifistas y marxistas, todos ellos incitados por los judíos. La fijación de esta culpa haría que a principios de 1939 le expresase al Ministro de Asuntos Exteriores checo su pretensión de destruir a los judíos como castigo por lo que habían hecho el 9 de noviembre de 1918 (fecha de la rendición de Alemania y de la consecuente instauración de la República de Weimar).[48] A través de su identificación del judío con el marxismo y el bolchevismo, también responsabilizaba a los judíos de lo que denominaba genocidio judeobolchevique durante la Revolución rusa.
Haciendo uso de un lenguaje no solo extremo, sino que apuntaba hacia una mentalidad proto genocida,[49] era característico asimismo de los discursos de Hitler, cuando tocaba la cuestión judía, la deshumanización constante a la que sometía a los judíos
por medio de un lenguaje zoológico que los calificaba de raza inferior, de "plaga" de la que había que hacer limpieza o también de gérmenes, bacilos y microbios que atacaban y envenenaban el organismo hasta que se los erradicaba. Se presentaba a la comunidad judía como el equivalente de una peste bubónica medieval, con la salvedad que, en este caso, las metáforas médicas se habían modernizado y evocaban enfermedades mortales como el cáncer o la tuberculosis. (...) Se percibía a los judíos como una "contrarraza" diametralmente opuesta a los "arios" alemanes, y se los consideraba intrínsecamente destructivos, parasitarios y agentes de descomposición (Zersetzung).[50]
Todo este antisemitismo tuvo, además, diversas publicaciones como herramientas para llegar al gran público. Destacó entre ellas Der Stürmer, donde se acusaba habitualmente a los judíos de violar a jóvenes alemanas y explotarlas como prostitutas, de raptar a niños y luego asesinarlos ritualmente, y de pretender empozoñar la sangre alemana a través de las relaciones sexuales para destruir la familia y el Volk (pueblo) alemanes.
También entre 1926 y 1928 Hitler se fue interesando cada vez más por la cuestión del territorio, cuya escasez por parte de Alemania se habría de solventar sustentándose en su creencia en el darwinismo social y en su teoría de la historia racial, por lo cual el más débil debía caer en beneficio del más fuerte. Así las cosas,
según su punto de vista, hay tres valores decisivos en lo que al destino de un pueblo se refiere: el valor de la sangre o la raza, el valor de la personalidad y su espíritu guerrero o espíritu de supervivencia. Estos tres valores, encarnados por la "raza aria", corrían, bajo el punto de vista de Hitler, un riesgo mortal por culpa de los tres "vicios" del "marxismo judío": la democracia, el pacifismo y el internacionalismo.[51]
Con todo, sólo una minoría del partido nazi consideraba el antisemitismo como la cuestión principal, siendo un tema menos atractivo a la hora de conseguir seguidores como lo podían ser el anticomunismo, el nacionalismo o el desempleo. Aun así, constituyó un elemento clave en el reclutamiento entre los jóvenes, hasta el punto de convertirse en el trampolín para que los nazis pudiesen llegar a dominar las universidades alemanas ya hacia 1930, y fue relativamente fácil propagarlo entre las clases médicas y profesorales, donde se fomentó la competitividad con los numerosos judíos presentes en ellas.
El movimiento hitleriano fue un fenómeno minúsculo y marginal políticamente hablando hasta la elección del Reichstag en mayo de 1928. Sin embargo, el nazismo se fue extendiendo en las zonas rurales y la clase media urbana ya a finales de la década, justo en plena crisis económica, permitiendo que en las elecciones de septiembre de 1930 el partido se convirtiese en la segunda fuerza política de Alemania. Dos años después, sería la primera. Durante esos años, el mensaje nazi se centró más en la necesidad de un nacionalismo integral antes que en insistir en el antisemitismo, habida cuenta de que Hitler había percibido que no era el elemento más efectivo para captar votos por no ser una preocupación de primer orden entre el electorado.
No obstante, fue empleado con gran efectividad para exacerbar los agravios locales, para satisfacer los afanes anticapitalistas radicales de las bases de las SA y para reforzar las campañas callejeras contra los partidos marxistas.[52]
En este contexto, en 1931 el jefe de las SS Heinrich Himmler y Richard Darré fundaron la «Oficina General de la Raza y la Repoblación» (conocida por sus siglas RuSHA, de Rasse-und Siedlungshauptamt) y en 1932 un grupo de nazis fundó el «Movimiento de la Fe» de los alemanes cristianos, para radicalizar los ideales antisemitas, anticatólicos y antimarxistas en el nacionalismo alemán.
El antisemitismo en Hitler y el nazismo
En este contexto fue en el que surgió el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (NSDAP), el partido nazi, fundado en Múnich en 1919, cuyo programa oficial de 1920 proponía la unión de todos los alemanes dentro de una Gran Alemania y que sólo las personas de sangre o raza alemana pudiesen ser nacionales (ciudadanas del Estado) y directores de medios de comunicación. Explícitamente, además, el NSDAP propugnaba un cristianismo constructivo y luchaba contra el espíritu judeomaterialista en el interior y el exterior del país.[40]
La primera declaración política conocida de su principal líder, el ex cabo del ejército alemán Adolf Hitler, expuesta en una carta del 16 de septiembre de 1919, incidía sobre la cuestión judía partiendo de la base de que la comunidad judía era un grupo estrictamente racial y no religioso. Además,
describe las acciones de dicha colectividad como causantes "de una tuberculosis racial de los pueblos". Desecha los pogromos como una respuesta meramente "emocional" al problema y exige un "antisemitismo racional" que imponga una ley de extranjería a los judíos, con el fin de revocar sus "privilegios especiales". El objetivo final, según le escribe al destinatario de la carta, "debe ser la extirpación [Entfernung] completa de los judíos".[41]
Con sus fundamentos nacionalistas y antisemitas, el partido nazi se fue desarrollando poco a poco sobre la base de una intensa y llamativa actividad casi diaria de sus militantes. Entre 1919 y 1924 su zona de acción se reducía a Baviera, donde captó a una heterogénea masa de alemanes compuesta de antiguos soldados, de anticomunistas y antisemitas y, en general, de desclasados atraídos por la idea de una revolución nacional. Sus ideas antisemitas eran expuestas con frecuencia en diversos discursos pronunciados tanto por Hitler como por otros nazis, como Alfred Rosenberg, Julius Streicher o Hermann Esser, e insistían en la necesidad de tomar medidas contundentes contra los judíos de forma que su influencia sobre la sociedad alemana se eliminase por completo.
En noviembre de 1923, el NSDAP intentó hacerse con el poder para marchar, a continuación, sobre Berlín con el objeto de derrocar a la República de Weimar. El conocido como putsch de Múnich fracasó con la simple intervención de la policía, y Hitler fue detenido.
Sin embargo, el juicio subsiguiente se convirtió en una plataforma publicitaria para Hitler y su partido, y durante los nueve meses que pasó en la cárcel en 1924 tuvo tiempo para escribir su autobiografía política, titulada Mein Kampf, que terminaría por convertirse en la biblia del movimiento nazi y en un texto esencial del antisemitismo, que el autor, según su propia confesión, había aprendido de personajes como el compositor Richard Wagner, Karl Lueger, alcalde de Viena, y el nacionalista extremista Georg von Schönerer.
Wagner, a quien musicalmente admiraba Hitler por encima de cualquier otro músico, había expuesto en numerosas ocasiones auténticas diatribas contra el papel corruptor de los judíos en el arte en general, a quienes consideraba la conciencia maligna de nuestra civilización moderna o el versátil genio corruptor de la humanidad.[42]
De Lueger tomaría la inspiración para utilizar el antisemitismo como un instrumento de movilización de masas, en tanto podía materializar los resentimientos del ciudadano común (el judío como asesino de Cristo, el judío como usurero enriquecido mientras los demás se arruinan...).
Y en cuanto a von Schönerer, Hitler había asumido íntegramente sus postulados radicales
sobre la necesidad de un antisemitismo étnico intransigente -basado en la sangre y la raza-, [y adoptado] su odio hacia la "prensa judía" y la "socialdemocracia dirigida por judíos".[43]
Además de estas influencias, determinadas experiencias personales del propio Hitler relatadas en Mi lucha, le llevaron a convertirse en un antisemita fríamente racional, comprendiendo, además, la naturaleza judaica de la socialdemocracia internacionalista austríaca.[44]
Como consecuencia de lo anterior
Hitler llamó, desde principios de la década de 1920, a una guerra sin cuartel contra "la doctrina judaica del marxismo", que impugnaba "la relevancia de la nacionalidad y la raza", negaba el valor de la personalidad y se oponía a las "leyes eternas de la naturaleza" con sus doctrinas igualitarias.[45]
Hasta 1924, la demagogia global antisemita era el tema principal en casi todos los discursos de Hitler y se dirigía, especialmente, contra los judíos por su supuesto papel como finacieros, capitalistas, responsables del mercado negro y aprovechados. Sin embargo, el impacto de la guerra civil rusa modificó está línea discursiva hacia la identificación de los judíos con el bolchevismo y hacia un explícito antimarxismo (que Hitler igualaba a la lucha contra los judíos).[46]
Así, pues,
hacia 1924 el núcleo central de la visión del mundo de Hitler -la historia como lucha racial y la aniquilación tanto del judaísmo (lo que quiera que eso pudiese significar en términos concretos), como de su más peligrosa manifestación política e ideológica, el marxismo -era una concepción firmemente instaurada en su pensamiento.[47]
También en Mi lucha (1925-1926) habla de lo oportuno que hubiese sido gasear de doce mil a quince mil judíos o hebreos corruptores durante la Primera Guerra Mundial, convencido como estaba, al igual que otros muchos ex soldados, de que Alemania había sufrido en esa guerra la traición de pacifistas y marxistas, todos ellos incitados por los judíos. La fijación de esta culpa haría que a principios de 1939 le expresase al Ministro de Asuntos Exteriores checo su pretensión de destruir a los judíos como castigo por lo que habían hecho el 9 de noviembre de 1918 (fecha de la rendición de Alemania y de la consecuente instauración de la República de Weimar).[48] A través de su identificación del judío con el marxismo y el bolchevismo, también responsabilizaba a los judíos de lo que denominaba genocidio judeobolchevique durante la Revolución rusa.
Haciendo uso de un lenguaje no solo extremo, sino que apuntaba hacia una mentalidad proto genocida,[49] era característico asimismo de los discursos de Hitler, cuando tocaba la cuestión judía, la deshumanización constante a la que sometía a los judíos
por medio de un lenguaje zoológico que los calificaba de raza inferior, de "plaga" de la que había que hacer limpieza o también de gérmenes, bacilos y microbios que atacaban y envenenaban el organismo hasta que se los erradicaba. Se presentaba a la comunidad judía como el equivalente de una peste bubónica medieval, con la salvedad que, en este caso, las metáforas médicas se habían modernizado y evocaban enfermedades mortales como el cáncer o la tuberculosis. (...) Se percibía a los judíos como una "contrarraza" diametralmente opuesta a los "arios" alemanes, y se los consideraba intrínsecamente destructivos, parasitarios y agentes de descomposición (Zersetzung).[50]
Todo este antisemitismo tuvo, además, diversas publicaciones como herramientas para llegar al gran público. Destacó entre ellas Der Stürmer, donde se acusaba habitualmente a los judíos de violar a jóvenes alemanas y explotarlas como prostitutas, de raptar a niños y luego asesinarlos ritualmente, y de pretender empozoñar la sangre alemana a través de las relaciones sexuales para destruir la familia y el Volk (pueblo) alemanes.
También entre 1926 y 1928 Hitler se fue interesando cada vez más por la cuestión del territorio, cuya escasez por parte de Alemania se habría de solventar sustentándose en su creencia en el darwinismo social y en su teoría de la historia racial, por lo cual el más débil debía caer en beneficio del más fuerte. Así las cosas,
según su punto de vista, hay tres valores decisivos en lo que al destino de un pueblo se refiere: el valor de la sangre o la raza, el valor de la personalidad y su espíritu guerrero o espíritu de supervivencia. Estos tres valores, encarnados por la "raza aria", corrían, bajo el punto de vista de Hitler, un riesgo mortal por culpa de los tres "vicios" del "marxismo judío": la democracia, el pacifismo y el internacionalismo.[51]
Con todo, sólo una minoría del partido nazi consideraba el antisemitismo como la cuestión principal, siendo un tema menos atractivo a la hora de conseguir seguidores como lo podían ser el anticomunismo, el nacionalismo o el desempleo. Aun así, constituyó un elemento clave en el reclutamiento entre los jóvenes, hasta el punto de convertirse en el trampolín para que los nazis pudiesen llegar a dominar las universidades alemanas ya hacia 1930, y fue relativamente fácil propagarlo entre las clases médicas y profesorales, donde se fomentó la competitividad con los numerosos judíos presentes en ellas.
El movimiento hitleriano fue un fenómeno minúsculo y marginal políticamente hablando hasta la elección del Reichstag en mayo de 1928. Sin embargo, el nazismo se fue extendiendo en las zonas rurales y la clase media urbana ya a finales de la década, justo en plena crisis económica, permitiendo que en las elecciones de septiembre de 1930 el partido se convirtiese en la segunda fuerza política de Alemania. Dos años después, sería la primera. Durante esos años, el mensaje nazi se centró más en la necesidad de un nacionalismo integral antes que en insistir en el antisemitismo, habida cuenta de que Hitler había percibido que no era el elemento más efectivo para captar votos por no ser una preocupación de primer orden entre el electorado.
No obstante, fue empleado con gran efectividad para exacerbar los agravios locales, para satisfacer los afanes anticapitalistas radicales de las bases de las SA y para reforzar las campañas callejeras contra los partidos marxistas.[52]
En este contexto, en 1931 el jefe de las SS Heinrich Himmler y Richard Darré fundaron la «Oficina General de la Raza y la Repoblación» (conocida por sus siglas RuSHA, de Rasse-und Siedlungshauptamt) y en 1932 un grupo de nazis fundó el «Movimiento de la Fe» de los alemanes cristianos, para radicalizar los ideales antisemitas, anticatólicos y antimarxistas en el nacionalismo alemán.
viernes, 3 de septiembre de 2010
TEOLOGIA DEL EXTERMINIO, El antisemitismo en la sociedad alemana
El antisemitismo en la sociedad alemana
El recrudecimiento en Alemania del sentir antisemita, una constante histórica en Europa desde el origen del cristianismo, se hizo notar ya a finales del siglo XIX. Fue durante ese siglo cuando algunos judíos intentaron resolver la marginalidad a la que les llevaba la observancia de las normas de su religión por medio bien de la asimilación al cristianismo, bien transformándose en una nueva clase de judíos.[28] La consecuencia fue una presencia social entre los no judíos que no pasó inadvertida para muchos de estos, lo que posibilitó la aparición de reacciones antisemitas incluso en medios intelectuales. Así, por ejemplo, en unos artículos de 1879 y 1880, el historiador nacionalista alemán Heinrich von Treitschke llegó a escribir que «los judíos son nuestra desgracia» (Die Juden sind unser Unglück), una frase que sería retomada más adelante como eslogan por parte de los nazis.[29] Y fue también en esos años cuando Wilhem Marr acuñó los términos «antisemita» y «antisemitismo» y se hizo muy conocido con su ensayo La victoria del judaísmo frente al germanismo: desde un punto de vista confesional, en donde insistía en la peculiaridad racial, y no tanto religiosa, de los judíos, además de crear una organización llamada «Liga Antisemita», cuyo ideario era esencialmente antijudío.[30]
Ya en el siglo XX, la culpabilización de los judíos como responsables de la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial fue una actitud general entre los soldados que participaron en ella. El 25 de diciembre de 1918, por ejemplo, un grupo de veteranos creó la asociación Stahlhelm («Casco de acero»), de carácter nacionalista y antisemita.
Por su parte, los nacionalistas de derecha, los monárquicos conservadores y las viejas élites, atemorizados por la revolución de Octubre, asociaban el bolchevismo con el judaísmo y creían en la posibilidad de una conspiración judía. En cuanto a las clases medias y bajas, la creencia en que los judíos habían obtenido ganancias económicas a costa de la guerra y las reparaciones posteriores era también frecuentes. En general, existía un cierto malestar por la inmigración de judíos desde el Este (entre 1918 y 1933 la política antisemita del gobierno de Polonia había llevado a 60.000 judíos a emigrar a Alemania) y por la convicción de que el capital estaba en manos de judíos (aun así, en 1925 los judíos constituían apenas el 0'9% de la población alemana, 564.379 personas).[31]
Así las cosas, y teniendo en cuenta que justo tras la guerra ya se había convertido en un éxito de ventas el panfleto antisemita ruso Protocolos de los sabios de Sión,
en 1933, ya había en Alemania más de cuatrocientas asociaciones y entidades antisemitas, así como unas setecientas publicaciones periódicas antijudías [que, en buena parte], retrataban a los judíos no sólo como una amenaza económica y política, sino también como un peligro para las mujeres alemanas y la pureza de la raza. Los medios de opinión más respetables y conservadores deploraban la permisividad de costumbres, la cultura modernista y la actividad política radical de Berlín de los años veinte, que atribuían a la influencia judía y marxista.[32]
También, en 1923 empezó a circular en Núremberg (donde entre 1922 y 1933 se profanaron alrededor de 200 tumbas judías, profanación que fue generalizada en todo el país en 1927) el periódico pronazi y antisemita Der Stürmer («El asaltante»), que retomó la frase «Los judíos son nuestra desgracia» como eslogan. El 4 de julio de 1927, Goebbels publica el número uno del también antisemita Der Angriff («El ataque»), con el objeto de mantener vivo el espíritu del partido nazi los años en que fue ilegal en Berlín. Constituido en órgano oficial del partido nazi, incitaba a la violencia contra los judíos.
En 1929 se creó, por un lado, la «Liga de Médicos Alemanes Nacional-Socialistas», con el objeto de centralizar el interés en la eugenesia, y, por otro, la «Liga para Luchar por la Cultura Alemana», una asociación antisemita y anti-bolchevique dirigida por Alfred Rosenberg que centró sus acciones en la lucha contra el arte degenerado.
Las zonas de mayor antisemitismo (en el siglo XIX, la violencia antijudía era habitual en ellas)[33] y, por tanto, más receptivas a las ideas nazis al respecto fueron Franconia, Hesse, Westfalia y otras partes de Baviera. Allí, los elementos de hostilidad arcaica hacia los judíos, se fusionaron a finales del XIX con las nuevas corrientes ideológicas del nacionalismo völkisch, el antisemitismo racial que fue la base del racismo nazi.
Con todo,
cuando los no judíos se vieron confrontados, ante sus propios ojos, con la brutalidad y el salvajismo nazi contra la minoría judía, o sintieron sus intereses económicos o incluso su medio de vida amenazado por el estrecho boicot sobre los negocios judíos, reaccionaron a menudo de forma negativa, incluso con rabia y repugnancia (aunque pocas veces, al parecer, por compasión humanitaria hacia las víctimas).[34]
Posteriormente, cuando se vieron obligados a evitar el contacto social y económico con ellos, los alemanes desarrollaron, según la interpretación del historiador Ian Kershaw, una «indiferencia fatídica» hacia el destino de los judíos. Así, pues, la política antijudía llevada a cabo en los años previos al comienzo de la guerra contó con una amplia aprobación social por cuanto no afectaba a las experiencias diarias de la gran mayoría de la población.[35] Desde otro punto de vista, los historiadores Otto Dov Kulba y Aaron Rodrigue han preferido calificar de «complicidad pasiva» a la actitud de la ciudadanía alemana ante el trato dado a los judíos por parte del nazismo.
En general, la historiografía distingue entre la actitud durante los años anteriores a la guerra y la actitud durante la misma. Así, en la época previa la sociedad alemana mantuvo una amplia diversidad de puntos de vista sobre los distintos asuntos que la afectaban, fiel reflejo de la pluralidad de influencias de muy diversa índole que la afectaban. En este sentido, hubo variados obstáculos a la penetración ideológica nazi generalizada, sobre todo en asuntos relacionados con las esferas de interés de las iglesias de confesión cristiana y en las preocupaciones económicas del día a día, especialmente las relaciones laborales, respecto de las cuales se produjeron protestas colectivas y acciones de desobediencia civil. Respecto de la cuestión judía, se han señalado cuatro actitudes básicas:[36] violenta y agresiva, sobre todo por parte de los radicales nazis; de aceptación de las normas legales de discriminación y exclusión; crítica, por motivos morales, religiosos, humanistas, éticos, económicos e idológicos, por parte de diversos sectores sociales; y de indiferencia.
Respecto de la Iglesia, aunque
fue prácticamente el único organismo libre del pensamiento nazi en Alemania y conservó tanto una enorme influencia sobre la formación de opinión, como el potencial (...) para formar y fomentar una opinión popular independiente y contraria a la propaganda y la política nazi,[37]
la actitud de sus líderes ante el racismo fue ambivalente, dada la tradición cristiana de antijudaísmo que aún conservaba fuerzas a comienzos del siglo XX, por lo que las declaraciones públicas tajantes contra el antisemitismo fueron excepcionales. Así, en enero de 1933 el obispo de Linz, Gfollner, indicaba en una de sus pastorales que era deber de los católicos el adoptar una «forma moral de antisemitismo».[38]
Pero cuando se fue aproximando la guerra, las actitudes generales se fueron endureciendo, incluso entre el amplio sector de la población que mantenían cierta apatía al respecto. Además, la propia idiosincrasia del nazismo permitió la aparición de denuncias como forma de control social, de modo que vecinos y compañeros de trabajo de los judíos colaboraron activamente para construir un clima de represión y terror.
En conclusión,
el apoyo popular al nacionalsocialismo se basó en normas ideológicas que poco tenían que ver con el antisemitismo y la persecución de los judíos, y que pueden resumirse del modo más adecuado con el sentido de orden social, político y moral personificado por el término Volkesgemeinschaft («comunidad nacional»), garantizado por un Estado fuerte que sofocaría el conflicto para asegurar su fortaleza a través de la unidad. (...) La opinión popular, mayoritariamente indiferente e imbuida de un antisemitismo latente fomentado aún más por la propaganda, proporcionó el clima necesario para que la agresividad creciente de los nazis hacia los judíos pudiera ir avanzando sin que nada la desafiara. Pero no provocó la radicalización. El odio fue lo que construyó el camino hacia Auschwitz, y la indiferencia lo que lo pavimentó.[39]
El recrudecimiento en Alemania del sentir antisemita, una constante histórica en Europa desde el origen del cristianismo, se hizo notar ya a finales del siglo XIX. Fue durante ese siglo cuando algunos judíos intentaron resolver la marginalidad a la que les llevaba la observancia de las normas de su religión por medio bien de la asimilación al cristianismo, bien transformándose en una nueva clase de judíos.[28] La consecuencia fue una presencia social entre los no judíos que no pasó inadvertida para muchos de estos, lo que posibilitó la aparición de reacciones antisemitas incluso en medios intelectuales. Así, por ejemplo, en unos artículos de 1879 y 1880, el historiador nacionalista alemán Heinrich von Treitschke llegó a escribir que «los judíos son nuestra desgracia» (Die Juden sind unser Unglück), una frase que sería retomada más adelante como eslogan por parte de los nazis.[29] Y fue también en esos años cuando Wilhem Marr acuñó los términos «antisemita» y «antisemitismo» y se hizo muy conocido con su ensayo La victoria del judaísmo frente al germanismo: desde un punto de vista confesional, en donde insistía en la peculiaridad racial, y no tanto religiosa, de los judíos, además de crear una organización llamada «Liga Antisemita», cuyo ideario era esencialmente antijudío.[30]
Ya en el siglo XX, la culpabilización de los judíos como responsables de la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial fue una actitud general entre los soldados que participaron en ella. El 25 de diciembre de 1918, por ejemplo, un grupo de veteranos creó la asociación Stahlhelm («Casco de acero»), de carácter nacionalista y antisemita.
Por su parte, los nacionalistas de derecha, los monárquicos conservadores y las viejas élites, atemorizados por la revolución de Octubre, asociaban el bolchevismo con el judaísmo y creían en la posibilidad de una conspiración judía. En cuanto a las clases medias y bajas, la creencia en que los judíos habían obtenido ganancias económicas a costa de la guerra y las reparaciones posteriores era también frecuentes. En general, existía un cierto malestar por la inmigración de judíos desde el Este (entre 1918 y 1933 la política antisemita del gobierno de Polonia había llevado a 60.000 judíos a emigrar a Alemania) y por la convicción de que el capital estaba en manos de judíos (aun así, en 1925 los judíos constituían apenas el 0'9% de la población alemana, 564.379 personas).[31]
Así las cosas, y teniendo en cuenta que justo tras la guerra ya se había convertido en un éxito de ventas el panfleto antisemita ruso Protocolos de los sabios de Sión,
en 1933, ya había en Alemania más de cuatrocientas asociaciones y entidades antisemitas, así como unas setecientas publicaciones periódicas antijudías [que, en buena parte], retrataban a los judíos no sólo como una amenaza económica y política, sino también como un peligro para las mujeres alemanas y la pureza de la raza. Los medios de opinión más respetables y conservadores deploraban la permisividad de costumbres, la cultura modernista y la actividad política radical de Berlín de los años veinte, que atribuían a la influencia judía y marxista.[32]
También, en 1923 empezó a circular en Núremberg (donde entre 1922 y 1933 se profanaron alrededor de 200 tumbas judías, profanación que fue generalizada en todo el país en 1927) el periódico pronazi y antisemita Der Stürmer («El asaltante»), que retomó la frase «Los judíos son nuestra desgracia» como eslogan. El 4 de julio de 1927, Goebbels publica el número uno del también antisemita Der Angriff («El ataque»), con el objeto de mantener vivo el espíritu del partido nazi los años en que fue ilegal en Berlín. Constituido en órgano oficial del partido nazi, incitaba a la violencia contra los judíos.
En 1929 se creó, por un lado, la «Liga de Médicos Alemanes Nacional-Socialistas», con el objeto de centralizar el interés en la eugenesia, y, por otro, la «Liga para Luchar por la Cultura Alemana», una asociación antisemita y anti-bolchevique dirigida por Alfred Rosenberg que centró sus acciones en la lucha contra el arte degenerado.
Las zonas de mayor antisemitismo (en el siglo XIX, la violencia antijudía era habitual en ellas)[33] y, por tanto, más receptivas a las ideas nazis al respecto fueron Franconia, Hesse, Westfalia y otras partes de Baviera. Allí, los elementos de hostilidad arcaica hacia los judíos, se fusionaron a finales del XIX con las nuevas corrientes ideológicas del nacionalismo völkisch, el antisemitismo racial que fue la base del racismo nazi.
Con todo,
cuando los no judíos se vieron confrontados, ante sus propios ojos, con la brutalidad y el salvajismo nazi contra la minoría judía, o sintieron sus intereses económicos o incluso su medio de vida amenazado por el estrecho boicot sobre los negocios judíos, reaccionaron a menudo de forma negativa, incluso con rabia y repugnancia (aunque pocas veces, al parecer, por compasión humanitaria hacia las víctimas).[34]
Posteriormente, cuando se vieron obligados a evitar el contacto social y económico con ellos, los alemanes desarrollaron, según la interpretación del historiador Ian Kershaw, una «indiferencia fatídica» hacia el destino de los judíos. Así, pues, la política antijudía llevada a cabo en los años previos al comienzo de la guerra contó con una amplia aprobación social por cuanto no afectaba a las experiencias diarias de la gran mayoría de la población.[35] Desde otro punto de vista, los historiadores Otto Dov Kulba y Aaron Rodrigue han preferido calificar de «complicidad pasiva» a la actitud de la ciudadanía alemana ante el trato dado a los judíos por parte del nazismo.
En general, la historiografía distingue entre la actitud durante los años anteriores a la guerra y la actitud durante la misma. Así, en la época previa la sociedad alemana mantuvo una amplia diversidad de puntos de vista sobre los distintos asuntos que la afectaban, fiel reflejo de la pluralidad de influencias de muy diversa índole que la afectaban. En este sentido, hubo variados obstáculos a la penetración ideológica nazi generalizada, sobre todo en asuntos relacionados con las esferas de interés de las iglesias de confesión cristiana y en las preocupaciones económicas del día a día, especialmente las relaciones laborales, respecto de las cuales se produjeron protestas colectivas y acciones de desobediencia civil. Respecto de la cuestión judía, se han señalado cuatro actitudes básicas:[36] violenta y agresiva, sobre todo por parte de los radicales nazis; de aceptación de las normas legales de discriminación y exclusión; crítica, por motivos morales, religiosos, humanistas, éticos, económicos e idológicos, por parte de diversos sectores sociales; y de indiferencia.
Respecto de la Iglesia, aunque
fue prácticamente el único organismo libre del pensamiento nazi en Alemania y conservó tanto una enorme influencia sobre la formación de opinión, como el potencial (...) para formar y fomentar una opinión popular independiente y contraria a la propaganda y la política nazi,[37]
la actitud de sus líderes ante el racismo fue ambivalente, dada la tradición cristiana de antijudaísmo que aún conservaba fuerzas a comienzos del siglo XX, por lo que las declaraciones públicas tajantes contra el antisemitismo fueron excepcionales. Así, en enero de 1933 el obispo de Linz, Gfollner, indicaba en una de sus pastorales que era deber de los católicos el adoptar una «forma moral de antisemitismo».[38]
Pero cuando se fue aproximando la guerra, las actitudes generales se fueron endureciendo, incluso entre el amplio sector de la población que mantenían cierta apatía al respecto. Además, la propia idiosincrasia del nazismo permitió la aparición de denuncias como forma de control social, de modo que vecinos y compañeros de trabajo de los judíos colaboraron activamente para construir un clima de represión y terror.
En conclusión,
el apoyo popular al nacionalsocialismo se basó en normas ideológicas que poco tenían que ver con el antisemitismo y la persecución de los judíos, y que pueden resumirse del modo más adecuado con el sentido de orden social, político y moral personificado por el término Volkesgemeinschaft («comunidad nacional»), garantizado por un Estado fuerte que sofocaría el conflicto para asegurar su fortaleza a través de la unidad. (...) La opinión popular, mayoritariamente indiferente e imbuida de un antisemitismo latente fomentado aún más por la propaganda, proporcionó el clima necesario para que la agresividad creciente de los nazis hacia los judíos pudiera ir avanzando sin que nada la desafiara. Pero no provocó la radicalización. El odio fue lo que construyó el camino hacia Auschwitz, y la indiferencia lo que lo pavimentó.[39]
jueves, 2 de septiembre de 2010
LA IDEOLOGIO ALEMANA PARA EL HOLOCAUSTO
Para que hubiese un holocausto, tenia que haber un pensamiento que lo insitara a ello,, asi que se expone esta idea, por parte del pueblo Aleman, y que de una u otra forma muchos paises y religiones apoyaron para la exterminacion etnica de un pueblo.
Fundamentos históricos e ideológicos del Holocausto
Tras la Primera Guerra Mundial, el Imperio Alemán (Deutsches Reich) se dotó de una Constitución que lo definía como una República, de ahí el nombre de República de Weimar con el que habitualmente se conoce a Alemania en el periodo que va de 1919 a 1933.[21]
Desde un punto de vista sociológico, la República de Weimar se estableció
sobre el telón de fondo de unos traumas nacionales sin precedentes: en los alemanes pesaban gravemente la derrota inesperada en la Gran Guerra, la abdicación del emperador, la amenaza de la revolución comunista en su propio país, la humillación del Tratado de Versalles y la perspectiva del pago de exorbitantes reparaciones de guerra a los Aliados occidentales.[22]
Hubo también, a partir de la guerra, un generalizado incremento de la violencia en Alemania, hasta el punto de que desde 1918 esta fue una de sus principales características: la violencia de la guerra total fue vista como un presagio de una nueva sociedad, dura y moderna, donde la virilidad y la crueldad serían factores esenciales. Muchos de los miebros de las unidades de Frikorps que habían continuado la lucha tras la Gran Guerra en Polonia y el Báltico, regresaron a Alemania y se integraron en grupos paramilitares como el en formación movimiento nazi, y fueron responsables entre 1919 y 1922 de más de 300 asesinatos políticos. La reacción de la judicatura, sobre todo en los casos en que las víctimas eran claramente izquierdistas, fue benevolente. Este estado de cosas, facilitó que el ciudadano medio viese con indulgencia la escalada de violencia que acompañó al nazismo en su llegada al poder entre 1930 y 1932. Así, cuando se produjeron el ataque nazi de 1933 contra la izquierda y las purgas en su propio movimiento al años siguiente, Hitler, que había admitido su responsabilidad, consiguió la aprobación generalizada y un aumento de popularidad.[23]
A lo anterior hay que añadir un considerable caos económico y político, todo lo cual repercutió en que la derecha nacionalista empezase a perfilarse como enemiga de un régimen al que hacía responsable de la situación, incidiendo especialmente en determinadas consecuencias del tratado, como el reconocimiento por parte de Alemania de su culpabilidad de guerra, la pérdida de territorios, la reducción del ejército y la dependencia de préstamos extranjeros. Una inflación masiva en 1923 y el consecuente colapso monetario, que afectaron duramente a las clases trabajadora y media, redondearon un contexto ideal para el surgimiento de una oposición radical al régimen.
Simultáneamente, ya desde 1918, la económicamente fuerte población judía alemana (poco más de medio millón de personas) fue objeto de atención por una
propaganda intensiva que (...) llevaron a cabo las organizaciones antisemitas völkisch (racistas), que marcaron a los judíos con el estigma de haberse dedicado a acaparar para enriquecerse en tiempo de guerra, a actividades en el mercado negro y a la especulación bursátil, así como con el de ser responsables de la derrota en la Primera Guerra Mundial.[24]
En el contexto del interés global europeo por diversas teorías de raza seudocientíficas, desarrolladas mucho antes de la Primera Guerra Mundial y con el objeto de justificar la exclusión y represión de determinados sectores de la sociedad,[25] estos sentimientos antijudíos se recrudecieron con las crisis económicas y políticas que se desarrollaron entre 1918 y 1923. Por un lado, se empezó a asociar a los judíos con actividades subversivas por el papel desempeñado por diversos socialistas y comunistas judíos (Rosa Luxemburg, Kurt Eisner, Gustav Landauer, Eugen Leviné, Hugo Haase, etc.) en las frustradas revoluciones de 1918-1919. La mayoría de ellos terminarían siendo asesinados por miembros de la derecha nacionalista, incluido Walter Rathenau, el primer judío que había llegado al cargo de ministro de Asuntos Exteriores de Alemania.
Por otro lado, desde 1920 se experimentó una inmigración masiva de judíos polacos en Berlín. Sin trabajo y con dificultades para adaptarse por el idioma, se convirtieron en objetivo para las quejas xenófobas de muchos.
Así, el nuevo nacionalismo adoptó la violencia como un modo de alcanzar la salvación nacional. Desde principios de la década de 1920, una nueva generación de estudiantes universitarios bien preparados de clase media asimiló las ideas völkisch de nacionalismo racista extremo; ideas que, diez o quince años después de terminas sus estudios, cuando llegaron a los puestos más altos de las SS y la Policía de Seguridad, y a los puestos estratégicos del Estado y del partido, pondrían en práctica.[26]
En definitiva, la sociedad de la República de Weimar se fue polarizando, tanto en la clases privilegiadas como en las populares, en dos grandes grupos: por un lado, aquellos que cerraron filas ante los entendidos como los valores tradicionales y auténticos de Alemania, y, por otro, aquellos que amenzaban con su modernidad a estos: el socialismo, el capitalismo y, especialmente, como cabeza de turco de estos dos, los judíos. Y, paulatinamente,
la ideología de la raza fue absorbida por una generación de alemanes cultos que alcanzaron la madurez durante los años posteriores a la Primera Guerra Mundial y que posteriormente llegaron a destacar en el mando de las SS, la policía y el aparato de seguridad, es decir, la fuerza ejecutiva ideológiga del régimen y el motor más importante de la política racial.[27]
Fundamentos históricos e ideológicos del Holocausto
Tras la Primera Guerra Mundial, el Imperio Alemán (Deutsches Reich) se dotó de una Constitución que lo definía como una República, de ahí el nombre de República de Weimar con el que habitualmente se conoce a Alemania en el periodo que va de 1919 a 1933.[21]
Desde un punto de vista sociológico, la República de Weimar se estableció
sobre el telón de fondo de unos traumas nacionales sin precedentes: en los alemanes pesaban gravemente la derrota inesperada en la Gran Guerra, la abdicación del emperador, la amenaza de la revolución comunista en su propio país, la humillación del Tratado de Versalles y la perspectiva del pago de exorbitantes reparaciones de guerra a los Aliados occidentales.[22]
Hubo también, a partir de la guerra, un generalizado incremento de la violencia en Alemania, hasta el punto de que desde 1918 esta fue una de sus principales características: la violencia de la guerra total fue vista como un presagio de una nueva sociedad, dura y moderna, donde la virilidad y la crueldad serían factores esenciales. Muchos de los miebros de las unidades de Frikorps que habían continuado la lucha tras la Gran Guerra en Polonia y el Báltico, regresaron a Alemania y se integraron en grupos paramilitares como el en formación movimiento nazi, y fueron responsables entre 1919 y 1922 de más de 300 asesinatos políticos. La reacción de la judicatura, sobre todo en los casos en que las víctimas eran claramente izquierdistas, fue benevolente. Este estado de cosas, facilitó que el ciudadano medio viese con indulgencia la escalada de violencia que acompañó al nazismo en su llegada al poder entre 1930 y 1932. Así, cuando se produjeron el ataque nazi de 1933 contra la izquierda y las purgas en su propio movimiento al años siguiente, Hitler, que había admitido su responsabilidad, consiguió la aprobación generalizada y un aumento de popularidad.[23]
A lo anterior hay que añadir un considerable caos económico y político, todo lo cual repercutió en que la derecha nacionalista empezase a perfilarse como enemiga de un régimen al que hacía responsable de la situación, incidiendo especialmente en determinadas consecuencias del tratado, como el reconocimiento por parte de Alemania de su culpabilidad de guerra, la pérdida de territorios, la reducción del ejército y la dependencia de préstamos extranjeros. Una inflación masiva en 1923 y el consecuente colapso monetario, que afectaron duramente a las clases trabajadora y media, redondearon un contexto ideal para el surgimiento de una oposición radical al régimen.
Simultáneamente, ya desde 1918, la económicamente fuerte población judía alemana (poco más de medio millón de personas) fue objeto de atención por una
propaganda intensiva que (...) llevaron a cabo las organizaciones antisemitas völkisch (racistas), que marcaron a los judíos con el estigma de haberse dedicado a acaparar para enriquecerse en tiempo de guerra, a actividades en el mercado negro y a la especulación bursátil, así como con el de ser responsables de la derrota en la Primera Guerra Mundial.[24]
En el contexto del interés global europeo por diversas teorías de raza seudocientíficas, desarrolladas mucho antes de la Primera Guerra Mundial y con el objeto de justificar la exclusión y represión de determinados sectores de la sociedad,[25] estos sentimientos antijudíos se recrudecieron con las crisis económicas y políticas que se desarrollaron entre 1918 y 1923. Por un lado, se empezó a asociar a los judíos con actividades subversivas por el papel desempeñado por diversos socialistas y comunistas judíos (Rosa Luxemburg, Kurt Eisner, Gustav Landauer, Eugen Leviné, Hugo Haase, etc.) en las frustradas revoluciones de 1918-1919. La mayoría de ellos terminarían siendo asesinados por miembros de la derecha nacionalista, incluido Walter Rathenau, el primer judío que había llegado al cargo de ministro de Asuntos Exteriores de Alemania.
Por otro lado, desde 1920 se experimentó una inmigración masiva de judíos polacos en Berlín. Sin trabajo y con dificultades para adaptarse por el idioma, se convirtieron en objetivo para las quejas xenófobas de muchos.
Así, el nuevo nacionalismo adoptó la violencia como un modo de alcanzar la salvación nacional. Desde principios de la década de 1920, una nueva generación de estudiantes universitarios bien preparados de clase media asimiló las ideas völkisch de nacionalismo racista extremo; ideas que, diez o quince años después de terminas sus estudios, cuando llegaron a los puestos más altos de las SS y la Policía de Seguridad, y a los puestos estratégicos del Estado y del partido, pondrían en práctica.[26]
En definitiva, la sociedad de la República de Weimar se fue polarizando, tanto en la clases privilegiadas como en las populares, en dos grandes grupos: por un lado, aquellos que cerraron filas ante los entendidos como los valores tradicionales y auténticos de Alemania, y, por otro, aquellos que amenzaban con su modernidad a estos: el socialismo, el capitalismo y, especialmente, como cabeza de turco de estos dos, los judíos. Y, paulatinamente,
la ideología de la raza fue absorbida por una generación de alemanes cultos que alcanzaron la madurez durante los años posteriores a la Primera Guerra Mundial y que posteriormente llegaron a destacar en el mando de las SS, la policía y el aparato de seguridad, es decir, la fuerza ejecutiva ideológiga del régimen y el motor más importante de la política racial.[27]
miércoles, 1 de septiembre de 2010
TEOLOGIA DEL EXTERMINIO.
Las diferentes teologias que han habido con referente al pueblo Judio desde comienzos de la hitoria, siempre ha habido una que ha sido la que se ha utilizado con mas frecuencia, la del exterminio; veremos en el transcurso de variaos dias lo que quiero exponer, pero ahora doy la informacion de la ultima y creo que fue la mas atroz , la de la segunda guerra mundial.
En Historia, se identifica desde finales de la década de 1950 con el nombre de Holocausto[1] a lo que técnicamente también se conoce, siguiendo la propia terminología del Estado nazi, como Solución Final (en alemán, Endlösung) de la cuestión judía, esto es, el intento de aniquilar totalmente a la población judía de Europa.[2]
La decisión fue tomada, con bastante probabilidad, entre finales del verano y principios del otoño de 1941[3] y el programa emergió en su plenitud en la primavera de 1942;[4] su arquitecto y organizador administrativo fue Heinrich Himmler.[5] El resultado fue el asesinato de algo más de seis millones de judíos[6] [7] mediante gas venenoso, balas, horcas, porras, puños, hambre y trabajo extenuante.
La palabra «Holocausto» proviene de la traducción griega de la Biblia hebrea conocida como Versión de los setenta, en la que el término holokaustos (ὁλόκαυστον: de ὁλον, ‘completamente’, y καυστον, ‘quemado’) traduce el hebreo olah, que hace referencia a una ofrenda completamente consumida por el fuego.[8]
También se utiliza para nombrarlo, aunque con menor frecuencia, el término shoah (sho'ah),[9] adaptación de la forma latinizada ha'shoáh, del hebreo השואה, que significa «masacre». El término apareció por primera vez en un folleto publicado en Jerusalén en 1940 por el «Comité Unido de Ayuda a los Judíos en Polonia».[10] La palabra forma parte de la expresión Yom ha-Sho'ah, con la que se nombra en Israel al día oficial de memoria del Holocausto. También se llegó a utilizar a principios de esa década la palabra yidis churb'n, «destrucción».[11]
El uso de la palabra holocausto para referirse al genocidio de aproximadamente seis millones de judíos europeos durante la Segunda Guerra Mundial,[12] se justifica a través de su referencia etimológica a algo quemado, pues tras el uso de la herramienta genocida más característica de la solución final, las cámaras de gas, los cuerpos de los asesinados eran incinerados en hornos crematorios.
La persecución y el asesinato de los judíos no se desarrolló sólo ni en Alemania, ni en los distintos campos de concentración creados a tal fin, sino que se extendió a Rusia, Europa Oriental y la península Balcánica, donde los alemanes y sus colaboradores (austriacos, lituanos, letones, ucranianos, húngaros, rumanos, croatas y otros) llevaron a cabo múltiples matanzas de judíos en fosas, bosques, barrancos y trincheras.[13]
Aunque se discute el grado de elaboración del plan que terminaría por provocar el genocidio, y la responsabilidad última, técnicamente hablando, de Adolf Hitler, el sustento ideológico de ese plan es bien conocido:
una ideología o Weltanschauung (concepción del mundo) milenarista que proclamaba que "el judío" constituía el origen de todos los males, en especial del internacionalismo, el pacifismo, la democracia y el marxismo, y que era el responsable del surgimiento del cristianismo, la Ilustración y la masonería. Se estigmatizaba a los judíos como "un fermento de descomposición", desorden, caos y "degeneración racial", y se los identificaba con la fragmentación interna de la civilización urbana, el ácido disolvente del racionalismo crítico y la relajación moral; se hallaban detrás del "cosmopolitismo desarraigado" del capital internacional y de la amenaza de la revolución mundial. Eran el Weltfeind (el "enemigo mundial") contra el cual el nacionalsocialismo definió su propia y grandiosa utopía racista de un Reich que duraría mil años.[14]
Además de esta ideología, la ejecución del genocidio tuvo como soporte a la sociedad alemana, la más moderna y con más nivel de desarrollo técnico de Europa, y que contaba con una burocracia perfectamente organizada.[15]
El antisemitismo presente, en mayor o menor medida, en Europa Occidental y Estados Unidos, además de los problemas económicos derivados de la Gran Depresión, provocaron también
la desgana de los responsables políticos británicos y estadounidenses a la hora de realizar algún esfuerzo significativo de salvamento de judíos europeos durante el Holocausto.[16]
Junto con los judíos, otros grupos humanos como gitanos, soviéticos (especialmente, los prisioneros de guerra), comunistas, Testigos de Jehová, polacos étnicos, otros pueblos eslavos, los discapacitados, los hombres homosexuales y disidentes políticos y religiosos, fueron también objeto de persecución y asesinato durante el nazismo.[17]
Según el criterio más o menos restringido que se adopte para definir el Holocausto, la cifra de víctimas varía. Algunos historiadores lo circunscriben al genocidio judíos a manos del Tercer Reich (algo más de 6 millones de víctimas).[7] [6] [18] [19] Otros estudiosos consideran que debe aplicarse asimismo a las víctimas polacas y a otros pueblos eslavos y gitanos. Un tercer grupo amplía el término para que abarque igualmente a los homosexuales, los disminuidos físicos y mentales y los Testigos de Jehová, de modo que se estiman en 11 o 12 millones las víctimas del Holocausto, de las cuales más de la mitad eran judíos.[20]
En Historia, se identifica desde finales de la década de 1950 con el nombre de Holocausto[1] a lo que técnicamente también se conoce, siguiendo la propia terminología del Estado nazi, como Solución Final (en alemán, Endlösung) de la cuestión judía, esto es, el intento de aniquilar totalmente a la población judía de Europa.[2]
La decisión fue tomada, con bastante probabilidad, entre finales del verano y principios del otoño de 1941[3] y el programa emergió en su plenitud en la primavera de 1942;[4] su arquitecto y organizador administrativo fue Heinrich Himmler.[5] El resultado fue el asesinato de algo más de seis millones de judíos[6] [7] mediante gas venenoso, balas, horcas, porras, puños, hambre y trabajo extenuante.
La palabra «Holocausto» proviene de la traducción griega de la Biblia hebrea conocida como Versión de los setenta, en la que el término holokaustos (ὁλόκαυστον: de ὁλον, ‘completamente’, y καυστον, ‘quemado’) traduce el hebreo olah, que hace referencia a una ofrenda completamente consumida por el fuego.[8]
También se utiliza para nombrarlo, aunque con menor frecuencia, el término shoah (sho'ah),[9] adaptación de la forma latinizada ha'shoáh, del hebreo השואה, que significa «masacre». El término apareció por primera vez en un folleto publicado en Jerusalén en 1940 por el «Comité Unido de Ayuda a los Judíos en Polonia».[10] La palabra forma parte de la expresión Yom ha-Sho'ah, con la que se nombra en Israel al día oficial de memoria del Holocausto. También se llegó a utilizar a principios de esa década la palabra yidis churb'n, «destrucción».[11]
El uso de la palabra holocausto para referirse al genocidio de aproximadamente seis millones de judíos europeos durante la Segunda Guerra Mundial,[12] se justifica a través de su referencia etimológica a algo quemado, pues tras el uso de la herramienta genocida más característica de la solución final, las cámaras de gas, los cuerpos de los asesinados eran incinerados en hornos crematorios.
La persecución y el asesinato de los judíos no se desarrolló sólo ni en Alemania, ni en los distintos campos de concentración creados a tal fin, sino que se extendió a Rusia, Europa Oriental y la península Balcánica, donde los alemanes y sus colaboradores (austriacos, lituanos, letones, ucranianos, húngaros, rumanos, croatas y otros) llevaron a cabo múltiples matanzas de judíos en fosas, bosques, barrancos y trincheras.[13]
Aunque se discute el grado de elaboración del plan que terminaría por provocar el genocidio, y la responsabilidad última, técnicamente hablando, de Adolf Hitler, el sustento ideológico de ese plan es bien conocido:
una ideología o Weltanschauung (concepción del mundo) milenarista que proclamaba que "el judío" constituía el origen de todos los males, en especial del internacionalismo, el pacifismo, la democracia y el marxismo, y que era el responsable del surgimiento del cristianismo, la Ilustración y la masonería. Se estigmatizaba a los judíos como "un fermento de descomposición", desorden, caos y "degeneración racial", y se los identificaba con la fragmentación interna de la civilización urbana, el ácido disolvente del racionalismo crítico y la relajación moral; se hallaban detrás del "cosmopolitismo desarraigado" del capital internacional y de la amenaza de la revolución mundial. Eran el Weltfeind (el "enemigo mundial") contra el cual el nacionalsocialismo definió su propia y grandiosa utopía racista de un Reich que duraría mil años.[14]
Además de esta ideología, la ejecución del genocidio tuvo como soporte a la sociedad alemana, la más moderna y con más nivel de desarrollo técnico de Europa, y que contaba con una burocracia perfectamente organizada.[15]
El antisemitismo presente, en mayor o menor medida, en Europa Occidental y Estados Unidos, además de los problemas económicos derivados de la Gran Depresión, provocaron también
la desgana de los responsables políticos británicos y estadounidenses a la hora de realizar algún esfuerzo significativo de salvamento de judíos europeos durante el Holocausto.[16]
Junto con los judíos, otros grupos humanos como gitanos, soviéticos (especialmente, los prisioneros de guerra), comunistas, Testigos de Jehová, polacos étnicos, otros pueblos eslavos, los discapacitados, los hombres homosexuales y disidentes políticos y religiosos, fueron también objeto de persecución y asesinato durante el nazismo.[17]
Según el criterio más o menos restringido que se adopte para definir el Holocausto, la cifra de víctimas varía. Algunos historiadores lo circunscriben al genocidio judíos a manos del Tercer Reich (algo más de 6 millones de víctimas).[7] [6] [18] [19] Otros estudiosos consideran que debe aplicarse asimismo a las víctimas polacas y a otros pueblos eslavos y gitanos. Un tercer grupo amplía el término para que abarque igualmente a los homosexuales, los disminuidos físicos y mentales y los Testigos de Jehová, de modo que se estiman en 11 o 12 millones las víctimas del Holocausto, de las cuales más de la mitad eran judíos.[20]
lunes, 30 de agosto de 2010
Los Judios y la segunda venida de Cristo
la segunda venida de Cristo, tambien lo esperan os Judios que se ha entregado o han reconocido a Cristo como su salvador, han reconocido que era y es el Mesias que tanto esperaban, podemos leer en el nuevo testamento lo siguiente.""La Venida del Mesías glorioso, en un momento determinado de la historia se vincula al reconocimiento del Mesías por "todo Israel" (Rm 11, 26; Mt 23, 39) del que "una parte está endurecida" (Rm 11, 25) en "la incredulidad" respecto a Jesús (Rm 11, 20). San Pedro dice a los judíos de Jerusalén después de Pentecostés: "Arrepentíos, pues, y convertíos para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús, a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de que Dios habló por boca de sus profetas" (Hch 3, 19-21). Y San Pablo le hace eco: "si su reprobación ha sido la reconciliación del mundo ¿qué será su readmisión sino una resurrección de entre los muertos?" (Rm 11, 5). La entrada de "la plenitud de los judíos" (Rm 11, 12) en la salvación mesiánica, a continuación de "la plenitud de los gentiles (Rm 11, 25; cf. Lc 21, 24), hará al Pueblo de Dios "llegar a la plenitud de Cristo" (Ef 4, 13) en la cual "Dios será todo en nosotros" (1 Co 15, 28).
Hago notar estos pasajes, pues los primeros cristians, por miles fueron Judios, posteriormente, fueron persegidos y masacrados por todo el mundo, " ... Ni el hades podra contra la iglesia de jesus".
Grasias a los Judios, sobre todo Pedro y Pablo, tenemos conocimiento de que Jesus vendra otra vez.
Hago notar estos pasajes, pues los primeros cristians, por miles fueron Judios, posteriormente, fueron persegidos y masacrados por todo el mundo, " ... Ni el hades podra contra la iglesia de jesus".
Grasias a los Judios, sobre todo Pedro y Pablo, tenemos conocimiento de que Jesus vendra otra vez.
domingo, 29 de agosto de 2010
PERSECUCION DEL JUDAISMO
PERSECUCION DEL JUDAISMO
Durante siglos, el concepto de Judaísmo, se ha tenido que es una religión que aunque cree en un solo Dios, monoteísta, no cree que Jesús, es ese Dios, y se piensa que ellos mismo mataron al Mesías que venía a salvarlos, pero eso no es así, creo que es una mala interpretación, pues ya el mesías, el Cristo haba dicho, que nadie le quitaba nada, sino que El ponía su vida, para sacrificarla por los pecados del mundo y así vez decía que el mismo la tomaría de nuevo, nadie se la quitaba sino que él la ponía hay que luego la tomaba otra vez, como lo hizo al tercer día, de hecho fue muerto en la cruz, porque era necesario ser Crucificado, y asesinado por ellos, pero también era necesario que resucitara, entonces, lo mataron?, si y no, pues murió por tres días, pero venció a la muerte.
Ese concepto nunca se ha explicado y por lo tanto ha habido durante siglos gran repudió hacia los Judíos , tanto ha sido que los han perseguido durante toda la historia, echándole la culpa de la muerte de Jesús, pero y por qué no le echan la culpa también que gracias a esa muerte y posteriormente la resurrección, somos salvo?.
Muchos llamados cristianos a través de los siglos se han olvidado que Jesucristo es aun Judío, y va a venir y a gobernar al mundo, Un Judío va a gobernar a todas las naciones, dice la escritura “ Que todo ojo le vera y toda rodilla se doblara y toda lengua confesara que Jesucristo es el señor”, Rey de reyes y señor de señores, Dios con nosotros.
Aquellos que lo traspasaron, durante más de dos mil años, persiguiendo a su pueblo, lo verán reinar en Jerusalén, no en la Casa Blanca, ni en Roma, ni en Moscú, solo en JERUSALEN, será señor de los Musulmanes, de los Budistas etc., y es solo un Judío.
Durante siglos, el concepto de Judaísmo, se ha tenido que es una religión que aunque cree en un solo Dios, monoteísta, no cree que Jesús, es ese Dios, y se piensa que ellos mismo mataron al Mesías que venía a salvarlos, pero eso no es así, creo que es una mala interpretación, pues ya el mesías, el Cristo haba dicho, que nadie le quitaba nada, sino que El ponía su vida, para sacrificarla por los pecados del mundo y así vez decía que el mismo la tomaría de nuevo, nadie se la quitaba sino que él la ponía hay que luego la tomaba otra vez, como lo hizo al tercer día, de hecho fue muerto en la cruz, porque era necesario ser Crucificado, y asesinado por ellos, pero también era necesario que resucitara, entonces, lo mataron?, si y no, pues murió por tres días, pero venció a la muerte.
Ese concepto nunca se ha explicado y por lo tanto ha habido durante siglos gran repudió hacia los Judíos , tanto ha sido que los han perseguido durante toda la historia, echándole la culpa de la muerte de Jesús, pero y por qué no le echan la culpa también que gracias a esa muerte y posteriormente la resurrección, somos salvo?.
Muchos llamados cristianos a través de los siglos se han olvidado que Jesucristo es aun Judío, y va a venir y a gobernar al mundo, Un Judío va a gobernar a todas las naciones, dice la escritura “ Que todo ojo le vera y toda rodilla se doblara y toda lengua confesara que Jesucristo es el señor”, Rey de reyes y señor de señores, Dios con nosotros.
Aquellos que lo traspasaron, durante más de dos mil años, persiguiendo a su pueblo, lo verán reinar en Jerusalén, no en la Casa Blanca, ni en Roma, ni en Moscú, solo en JERUSALEN, será señor de los Musulmanes, de los Budistas etc., y es solo un Judío.
jueves, 26 de agosto de 2010
QUE ES EL JUDAISMO CRIATIANO
Los Judios que siempre han sido persegidos por todas las naciones del mundo, pues todas estas han tenido gran odio hacia el pueblo elegido por Dios, elgedo para Nacer en el, para vivir en el, para morir por todos en el, para reesucitar por todos, en el, para regresar en el, para reinar eternamente en el, ha sido persegido como dije antes por todas las naciones del mundo, aqui tomado de la enciclopedia de Wikipedia expongo que son los Judios cristianos,.
El judaísmo mesiánico tiene sus raíces en el judaísmo,no en el cristianismo sus practicantes aceptan a la figura de Jesús de Nazareth como [[Yahshúa] ישוע o "El Mesías" practican su fe de manera que ellos se consideran a sí mismos auténticos observantes de la Torá. Sin embargo, ninguna de las corrientes del judaísmo 1 , desde los ultraortodoxos hasta los reformistas, 2 consideran al judaísmo mesiánico como una forma de judaísmo, debido que el Judaísmo Mesianico acepta el Nuevo Testamento y a Jesús de Nazaret como Mesías, por otro lado muchos cristianos consideran al Judaísmo Mesianico como una forma de cristianismo.3 Los judíos mesiánicos no son considerados como judíos por las leyes del Estado de Israel.4
Para el año 1993 existían 160.000 partidarios del judaísmo mesiánico en Norteamérica y 350.000 en todo el mudo. Para el 2003, ya había 400 agrupaciones mesiánicas en todo el mundo.5 En 2008, el número de Mesianicos en los Estados Unidos fue de alrededor de un cuarto de millón.6 El número de Judíos Mesianicos reportados en Israel es de 6000 a 15000 miembros.7 8
Se originó como un movimiento Hebreo-Cristiano en la Inglaterra del siglo XIX, donde congregaciones hebreo-cristianas comenzaron a fundarse, la primera de estas fue "Ben Abraham" en la ciudad de Londres, fundada con cuarenta y un miembros de no origen judio.9 En ese mismo siglo en Europa Oriental surge uno de los principales precursores del Judaísmo Mesiánico, Ignatz Lichtenstein de Hungría, quien a mediados de 1890 contribuyó con lo que ciertos estudiosos denominan literatura mesiánica clásica, en el idioma alemán.
En 1866, la Alianza Hebreo-Cristiana de Gran Bretaña fue organizada con sucursales en varios países europeos y los Estados Unidos. Un grupo similar, Alianza Hebreo-Cristiana Americana (HCAA), fue organizado en Estados Unidos en 1915. La Alianza Hebreo-Cristiana Internacional (IHCA) fue organizada en 1925 (más tarde haciéndose la Alianza Internacional Mesiánica Judía). Grupos adicionales fueron formados durante décadas subsecuentes.10
El Judaísmo Mesiánico moderno renació en los años 60.11 Un cambio importante en el ocurrió cuando Martin Chernoff se hizo Presidente del HCAA (1971-1975). En junio de 1973 el HCAA se llamaría la Alianza Judía Mesiánica de América (MJAA) y el nombre oficialmente fue cambiado en junio de 1975. El cambio de nombre no era solamente "una expresión semántica". Como lo declara Rausch, "representó una evolución en los procesos de pensamiento, de la perspectiva religiosa y filosófica hacia una expresión más ferviente de la identidad judía."12
Hoy en día existen grandes organizaciones judías mesiánicas que representan la mayoría de las sinagogas y Congregaciones Mesiánicas a nivel mundial, como la Unión de Congregaciones Judíos Mesiánicas (UMJC por sus siglas en inglés), la Alianza Internacional de Judíos Mesiánicos (IMJA por sus siglas en inglés) y la Federación Internacional de Judíos Mesiánicos (IFMJ por sus siglas en inglés).
Existen diferentes denominaciones del Judaísmo Mesiánico y, por lo tanto, diferencias en las Teologías. En esta sección sólo se toman en cuenta las teología de las grandes organizaciones mesiánicas,13 las cuales cuentan con los mayores estudiosos del Judaísmo Mesiánico. Para mayor información de las teologías divergentes, véase la sección "judíos mesiánicos diVERSOS".
Escrituras
Los judíos mesiánicos creen que la Tanaj(Antiguo Testamento)y el Berit hadashah(Nuevo Testamento) son la palabra inspirada de Dios14 15 .
Dios
Los mesiánicos creen en el Dios de la Biblia, que él es todo-poderoso, omni-presente, eterno, existe fuera de la creación, infinitamente significante y benevolente. Creen en su Unidad Divina,16 cuya perfecta Unidad (EJAD) está compuesta por el Padre (Abba), Yahshua (Salvación, el Hijo, Mesías)17 y el Ruaj HaKodesh(Espíritu Santo).18
El concepto Unitario del Judaísmo Mesiánico marca la división principal con el judaísmo tradicional considerándolo una forma de idolatría.19Yahshua
Contrariamente al Judaísmo, el Judaísmo Mesiánico afirma que Yahshua —Jesús de Nazaret para los cristianos— es el Mesías levantado del pueblo de Israel, una creencia que difiere de una gran parte de las doctrinas normativas cristiano-católicas y musulmanas en cuanto a la naturaleza y la identidad de [yahshua]] (ישוע).
Las principales ramas del Judaísmo Mesiánico lo aceptan como "Dios hecho carne" y la "Torah (Palabra) hecha carne" (Juan 1). La fe judía mesiánica tiene como base que Yahshua cumplió todas las profecías escritas en la Tanaj.20
Su doctrina afirma que en vez de un Mesías físico que salvaría a Israel de la ocupación y restauraría el Reino Davídico, [Yahsua]]ישוע , según el punto de vista judío mesiánico, rescató primeramente el mundo de la esclavitud espiritual, sólo que esta vez Él rescatará el mundo de la opresión física y establecerá su Reino interminable, una creencia que es compartida con la opinión cristiana del Mesías, que espera la segunda venida de Yahsuaישוע. Pero no así con las ideologías musulmanas y ebionitas que sólo ven en [[Yahshua]ישוע un profeta más del pueblo judío. Fuera de la principales organizaciones mesiánicas algunos grupos mesiánicos niegan la divinidad de Yahshua al contrario de los cristinos Torá
EL tema de la observancia de la Torá es discutible dentro del Judaísmo Mesiánico. Generalmente, las congregaciones "observantes de la Torá" mantienen la ley judía, fiestas bíblicas, y el Shabat [1]. A diferencia del cristiano tradicional que niega las leyes rituales y civiles específicas del Pentateuco (pero todavía afirmando que la Tora es la palabra de Dios) se aplica directamente a ellos, las referencias21 en cuanto a la observancia de la Torá en el Nuevo Testamento son usualmente citados por los Mesiánicos afirmando que la Torá no fue suprimida.
La Mayor parte de los Mesiánicos cree que la observancia de la Torá causa la santificación, y no la salvación que es dada sólo por el Mesías.22
[editar] Prácticas religiosas
[editar] Observancia de las Festividades
[editar] Shabat
Su principal festividad es el Shabat (el sábado). Los fieles se reúnen en las tardes de los viernes (Erev Shabbat), sábados en la mañana y noche (Havdala).
[editar] Rosh Hashaná
Es el "Año Nuevo", 1 y 2 de Tishrei (primer mes del calendario hebreo).
[editar] Yom Kipur
El "Día del Perdón", 10 de Tishrei.
[editar] Sucot
Las "Fiesta de las Cabañas" o de los "Tabernáculos", del 15 al 22 de Tishrei. Según la tradición de los mesiánicos, el Mesías Yahshua nació el primer día de la Fiestas de las Cabañas, el 15 de Tishrei.
[editar] Pésaj
La Pascua judía, es el 14 de Nisán, con la fiesta de los panes sin levadura del 15 al 22 de Nisán.
[editar] Shavuot
Se celebra cada 6 de Siván, este día "permite conectar Éxodo 19 con el capítulo 2 del libro de Hechos de los apóstoles. El festival une la entrega de la Torá en el Sinaí con la entrega del Espíritu Santo en Jerusalén, estos dos acontecimientos inseparablemente están unidos.".14 La Fiesta de Shavuot es originariamente el Pentecostés de los cristianoS
[editar] Judaísmo Ortodoxo Netzarim
~~~~
El judaísmo Netzarim Ortodoxo (Netzarim) considera que Yahshua Ben Yosef fue el Mesías Humilde del pueblo de Israel, pero sólo reconocen la Tanaj Hebrea como inspirada por Dios. El Judaísmo Nethzarim no reconoce la validez divina de ninguno de los documentos conocidos por el cristianismo como Nuevo Testamento. Aun así, no se considera parte del Judaísmo y el Judaísmo tradicional lo ve como herético. Reconocen a la persona de Yehoshuah Ben Yosef como un ser humano nacido de la unión marital de un hombre y una mujer (Yosef y Miriam), posiblemente casado y sin carácter divino. Reconocen a Un Solo Dios y rechazan cualquier reconocimiento de Dios hecho carne o Dios en tres personas. Consideran al apóstol Pablo de Tarso como un no judío que insistió en su reconocimiento como "apóstol" contra la halaja que se había establecido por el judío llamado Yahoshuah HaMashiaj quien eligió a su grupo de amigos de entre los habitantes de Judea. Pese a esto, el Judaísmo tradicional considera a este movimiento como cristianismo por su creencia en Jesús o "Yahshua" como figura mesiánico de cualquier tipo. Debe notarse que ninguna autoridad rabínica tradicional acepta al Judaísmo Ortodoxo Netzarim. En el sur de la florida y en Latinoamérica, este movimiento ha llevado a cabo campañas misioneras.
[editar] Referencias
1. ↑ Kaplan, Dana Evan (August de 2005). «Introduccion», Dana Evan Kaplan (ed.) (ed.). The Cambridge companion to American Judaism, New York, NY: Cambridge University Press, pp. pg. 9. LCCN 2004024336. ISBN 0521822041. «Para la mayoría de Judíos Américanos , es aceptable combinar cierto grado de elementos extranjeros espirituales con el judaísmo. La única excepción es el cristianismo, que se percibe como incompatible con cualquier forma de judaísmo mesiánico judío .... tales grupos son, por lo tanto considerados como la antítesis al judaísmo y son totalmente rechazados por la mayoría de los Judíos.»
2. ↑
Ortodoxo
«Porque los Judíos no creen en Jesus?». Ask the Rabbi. Aish HaTorah (February 1, 2001). Consultado el 25-09-2008.
Conservadores
Waxman, Jonathan (2006). «Judíos Mesianicos no son Judíos». Union de Sinagogas Judías Conservadoras. Consultado el 25-09-2008. «Hebreo-cristiano, judío cristiano, Judío de Jesús, Judío Mesiánico, Judío completo. El nombre puede haber cambiado en el transcurso del tiempo, pero todos los nombres reflejan el mismo fenómeno: una que afirma que él es el caballo valla teológica entre el cristianismo y el judaísmo, pero en verdad es firmemente en el lado cristiano. ... Que debemos afirmar, como hizo el Tribunal Supremo de Israel en el conocido Hermano Daniel caso de que al adoptar el cristianismo es haber cruzado la línea de la comunidad judía.»
Reformistas
«Misionero Imposible». Hebrew Union College (August 9, 1999). Consultado el 25-09-2008. «Misionero imposible, un imaginativo video y guía curricular para los profesores, educadores, y los rabinos judíos para enseñar a los jóvenes cómo reconocer y responder a "Judios por Jesús", "Judios mesiánicos", y otros prozelitadores cristianos, ha sido producido por seis estudiantes rabínicos de Hebrew Union College, Instituto Judío de Religión de la Escuela de Cincinnati. Los estudiantes que crearon el vídeo como una herramienta para la enseñanza judía por qué la universidad y la escuela secundaria los jóvenes y Judíos en parejas entre sí son los principales objetivos de los misioneros cristianos.
El judaísmo mesiánico tiene sus raíces en el judaísmo,no en el cristianismo sus practicantes aceptan a la figura de Jesús de Nazareth como [[Yahshúa] ישוע o "El Mesías" practican su fe de manera que ellos se consideran a sí mismos auténticos observantes de la Torá. Sin embargo, ninguna de las corrientes del judaísmo 1 , desde los ultraortodoxos hasta los reformistas, 2 consideran al judaísmo mesiánico como una forma de judaísmo, debido que el Judaísmo Mesianico acepta el Nuevo Testamento y a Jesús de Nazaret como Mesías, por otro lado muchos cristianos consideran al Judaísmo Mesianico como una forma de cristianismo.3 Los judíos mesiánicos no son considerados como judíos por las leyes del Estado de Israel.4
Para el año 1993 existían 160.000 partidarios del judaísmo mesiánico en Norteamérica y 350.000 en todo el mudo. Para el 2003, ya había 400 agrupaciones mesiánicas en todo el mundo.5 En 2008, el número de Mesianicos en los Estados Unidos fue de alrededor de un cuarto de millón.6 El número de Judíos Mesianicos reportados en Israel es de 6000 a 15000 miembros.7 8
Se originó como un movimiento Hebreo-Cristiano en la Inglaterra del siglo XIX, donde congregaciones hebreo-cristianas comenzaron a fundarse, la primera de estas fue "Ben Abraham" en la ciudad de Londres, fundada con cuarenta y un miembros de no origen judio.9 En ese mismo siglo en Europa Oriental surge uno de los principales precursores del Judaísmo Mesiánico, Ignatz Lichtenstein de Hungría, quien a mediados de 1890 contribuyó con lo que ciertos estudiosos denominan literatura mesiánica clásica, en el idioma alemán.
En 1866, la Alianza Hebreo-Cristiana de Gran Bretaña fue organizada con sucursales en varios países europeos y los Estados Unidos. Un grupo similar, Alianza Hebreo-Cristiana Americana (HCAA), fue organizado en Estados Unidos en 1915. La Alianza Hebreo-Cristiana Internacional (IHCA) fue organizada en 1925 (más tarde haciéndose la Alianza Internacional Mesiánica Judía). Grupos adicionales fueron formados durante décadas subsecuentes.10
El Judaísmo Mesiánico moderno renació en los años 60.11 Un cambio importante en el ocurrió cuando Martin Chernoff se hizo Presidente del HCAA (1971-1975). En junio de 1973 el HCAA se llamaría la Alianza Judía Mesiánica de América (MJAA) y el nombre oficialmente fue cambiado en junio de 1975. El cambio de nombre no era solamente "una expresión semántica". Como lo declara Rausch, "representó una evolución en los procesos de pensamiento, de la perspectiva religiosa y filosófica hacia una expresión más ferviente de la identidad judía."12
Hoy en día existen grandes organizaciones judías mesiánicas que representan la mayoría de las sinagogas y Congregaciones Mesiánicas a nivel mundial, como la Unión de Congregaciones Judíos Mesiánicas (UMJC por sus siglas en inglés), la Alianza Internacional de Judíos Mesiánicos (IMJA por sus siglas en inglés) y la Federación Internacional de Judíos Mesiánicos (IFMJ por sus siglas en inglés).
Existen diferentes denominaciones del Judaísmo Mesiánico y, por lo tanto, diferencias en las Teologías. En esta sección sólo se toman en cuenta las teología de las grandes organizaciones mesiánicas,13 las cuales cuentan con los mayores estudiosos del Judaísmo Mesiánico. Para mayor información de las teologías divergentes, véase la sección "judíos mesiánicos diVERSOS".
Escrituras
Los judíos mesiánicos creen que la Tanaj(Antiguo Testamento)y el Berit hadashah(Nuevo Testamento) son la palabra inspirada de Dios14 15 .
Dios
Los mesiánicos creen en el Dios de la Biblia, que él es todo-poderoso, omni-presente, eterno, existe fuera de la creación, infinitamente significante y benevolente. Creen en su Unidad Divina,16 cuya perfecta Unidad (EJAD) está compuesta por el Padre (Abba), Yahshua (Salvación, el Hijo, Mesías)17 y el Ruaj HaKodesh(Espíritu Santo).18
El concepto Unitario del Judaísmo Mesiánico marca la división principal con el judaísmo tradicional considerándolo una forma de idolatría.19Yahshua
Contrariamente al Judaísmo, el Judaísmo Mesiánico afirma que Yahshua —Jesús de Nazaret para los cristianos— es el Mesías levantado del pueblo de Israel, una creencia que difiere de una gran parte de las doctrinas normativas cristiano-católicas y musulmanas en cuanto a la naturaleza y la identidad de [yahshua]] (ישוע).
Las principales ramas del Judaísmo Mesiánico lo aceptan como "Dios hecho carne" y la "Torah (Palabra) hecha carne" (Juan 1). La fe judía mesiánica tiene como base que Yahshua cumplió todas las profecías escritas en la Tanaj.20
Su doctrina afirma que en vez de un Mesías físico que salvaría a Israel de la ocupación y restauraría el Reino Davídico, [Yahsua]]ישוע , según el punto de vista judío mesiánico, rescató primeramente el mundo de la esclavitud espiritual, sólo que esta vez Él rescatará el mundo de la opresión física y establecerá su Reino interminable, una creencia que es compartida con la opinión cristiana del Mesías, que espera la segunda venida de Yahsuaישוע. Pero no así con las ideologías musulmanas y ebionitas que sólo ven en [[Yahshua]ישוע un profeta más del pueblo judío. Fuera de la principales organizaciones mesiánicas algunos grupos mesiánicos niegan la divinidad de Yahshua al contrario de los cristinos Torá
EL tema de la observancia de la Torá es discutible dentro del Judaísmo Mesiánico. Generalmente, las congregaciones "observantes de la Torá" mantienen la ley judía, fiestas bíblicas, y el Shabat [1]. A diferencia del cristiano tradicional que niega las leyes rituales y civiles específicas del Pentateuco (pero todavía afirmando que la Tora es la palabra de Dios) se aplica directamente a ellos, las referencias21 en cuanto a la observancia de la Torá en el Nuevo Testamento son usualmente citados por los Mesiánicos afirmando que la Torá no fue suprimida.
La Mayor parte de los Mesiánicos cree que la observancia de la Torá causa la santificación, y no la salvación que es dada sólo por el Mesías.22
[editar] Prácticas religiosas
[editar] Observancia de las Festividades
[editar] Shabat
Su principal festividad es el Shabat (el sábado). Los fieles se reúnen en las tardes de los viernes (Erev Shabbat), sábados en la mañana y noche (Havdala).
[editar] Rosh Hashaná
Es el "Año Nuevo", 1 y 2 de Tishrei (primer mes del calendario hebreo).
[editar] Yom Kipur
El "Día del Perdón", 10 de Tishrei.
[editar] Sucot
Las "Fiesta de las Cabañas" o de los "Tabernáculos", del 15 al 22 de Tishrei. Según la tradición de los mesiánicos, el Mesías Yahshua nació el primer día de la Fiestas de las Cabañas, el 15 de Tishrei.
[editar] Pésaj
La Pascua judía, es el 14 de Nisán, con la fiesta de los panes sin levadura del 15 al 22 de Nisán.
[editar] Shavuot
Se celebra cada 6 de Siván, este día "permite conectar Éxodo 19 con el capítulo 2 del libro de Hechos de los apóstoles. El festival une la entrega de la Torá en el Sinaí con la entrega del Espíritu Santo en Jerusalén, estos dos acontecimientos inseparablemente están unidos.".14 La Fiesta de Shavuot es originariamente el Pentecostés de los cristianoS
[editar] Judaísmo Ortodoxo Netzarim
~~~~
El judaísmo Netzarim Ortodoxo (Netzarim) considera que Yahshua Ben Yosef fue el Mesías Humilde del pueblo de Israel, pero sólo reconocen la Tanaj Hebrea como inspirada por Dios. El Judaísmo Nethzarim no reconoce la validez divina de ninguno de los documentos conocidos por el cristianismo como Nuevo Testamento. Aun así, no se considera parte del Judaísmo y el Judaísmo tradicional lo ve como herético. Reconocen a la persona de Yehoshuah Ben Yosef como un ser humano nacido de la unión marital de un hombre y una mujer (Yosef y Miriam), posiblemente casado y sin carácter divino. Reconocen a Un Solo Dios y rechazan cualquier reconocimiento de Dios hecho carne o Dios en tres personas. Consideran al apóstol Pablo de Tarso como un no judío que insistió en su reconocimiento como "apóstol" contra la halaja que se había establecido por el judío llamado Yahoshuah HaMashiaj quien eligió a su grupo de amigos de entre los habitantes de Judea. Pese a esto, el Judaísmo tradicional considera a este movimiento como cristianismo por su creencia en Jesús o "Yahshua" como figura mesiánico de cualquier tipo. Debe notarse que ninguna autoridad rabínica tradicional acepta al Judaísmo Ortodoxo Netzarim. En el sur de la florida y en Latinoamérica, este movimiento ha llevado a cabo campañas misioneras.
[editar] Referencias
1. ↑ Kaplan, Dana Evan (August de 2005). «Introduccion», Dana Evan Kaplan (ed.) (ed.). The Cambridge companion to American Judaism, New York, NY: Cambridge University Press, pp. pg. 9. LCCN 2004024336. ISBN 0521822041. «Para la mayoría de Judíos Américanos , es aceptable combinar cierto grado de elementos extranjeros espirituales con el judaísmo. La única excepción es el cristianismo, que se percibe como incompatible con cualquier forma de judaísmo mesiánico judío .... tales grupos son, por lo tanto considerados como la antítesis al judaísmo y son totalmente rechazados por la mayoría de los Judíos.»
2. ↑
Ortodoxo
«Porque los Judíos no creen en Jesus?». Ask the Rabbi. Aish HaTorah (February 1, 2001). Consultado el 25-09-2008.
Conservadores
Waxman, Jonathan (2006). «Judíos Mesianicos no son Judíos». Union de Sinagogas Judías Conservadoras. Consultado el 25-09-2008. «Hebreo-cristiano, judío cristiano, Judío de Jesús, Judío Mesiánico, Judío completo. El nombre puede haber cambiado en el transcurso del tiempo, pero todos los nombres reflejan el mismo fenómeno: una que afirma que él es el caballo valla teológica entre el cristianismo y el judaísmo, pero en verdad es firmemente en el lado cristiano. ... Que debemos afirmar, como hizo el Tribunal Supremo de Israel en el conocido Hermano Daniel caso de que al adoptar el cristianismo es haber cruzado la línea de la comunidad judía.»
Reformistas
«Misionero Imposible». Hebrew Union College (August 9, 1999). Consultado el 25-09-2008. «Misionero imposible, un imaginativo video y guía curricular para los profesores, educadores, y los rabinos judíos para enseñar a los jóvenes cómo reconocer y responder a "Judios por Jesús", "Judios mesiánicos", y otros prozelitadores cristianos, ha sido producido por seis estudiantes rabínicos de Hebrew Union College, Instituto Judío de Religión de la Escuela de Cincinnati. Los estudiantes que crearon el vídeo como una herramienta para la enseñanza judía por qué la universidad y la escuela secundaria los jóvenes y Judíos en parejas entre sí son los principales objetivos de los misioneros cristianos.
martes, 24 de agosto de 2010
Dispensacionalismo
Hay una teoria que habla sobre el Israel literal y asume que ha sido cambiado por la iglesia de cristo a esto se le llama Israel espiritual y que ambas no son una sola sino dos cosas diferentes, aqui les coloco esta teoria.
Dispensacionalismo
El dispensacionalismo es un sistema teológico cristiano que afirma que Dios ha empleado diferentes medios de administración de su voluntad y su gracia en diferentes períodos de la historia humana. Lo distintivo del dispensacionalismo es que sostiene que Israel como nación y la Iglesia como cuerpo de Cristo, no forman un único pueblo de Dios, sino dos pueblos con profecías, promesas y destinos diferentes.
De acuerdo a este sistema existen siete dispensaciones:
Inocencia: en el Edén, Adam y Eva tenían que obedecer el mandato divino de no comer del árbol prohibido, con lo cual aseguraban ser inocentes de pecado. Ambos fallaron.
Conciencia: desde la caída hasta Noé, el ser humano tuvo la posibilidad de controlar libremente sus decisiones en base a lo que su consciencia le indicaba, fallaron en esto ya que el designio del corazón de ellos fue de continuo solamente el mal, no buscando a Dios.
Gobierno Civil: de Noé a Abraham, ya que la conciencia personal no fue una guía adecuada para el ser humano, se le encomendó a los gobiernos el administrar justicia y moral.
Promesa: al fallar los gobiernos en su cometido, Dios escogió a Abraham para ser el padre de la fe y le prometió que en el serían benditas todas las naciones de la tierra.
Ley: Desde Moisés a Jesús, el ser humano solo podría acercarse a Dios a través del cumplimiento de la ley mosaica.
Gracia: La ley, dada su condición de perfecta, fue imposible de cumplir, en ella se revela el pecado y la maldición de este. Solo al reconocer nuestra incapacidad de lograr algo bueno (consciencia de pecado) podemos reconocer que es Jesús el único mediador entre Dios y los hombre "porque no hay otro nombre debajo del cielo en quien podamos ser salvos"
Reino: Al fin de los tiempos surgirá un período de 1000 años en los cuales Jesús reinará en la tierra, será una época de esplendor sin precedentes. Al finalizar este tiempo, Satanás será liberado con el objetivo de probar por última vez la fe del ser humano, tras este período se acabará el tiempo y surgirá una nueva tierra y un cielo nuevo, ya que todo lo conocido será destruido.
Los dispensacionalistas interpretan la Biblia sobre la base de estas u otras supuestas dispensaciones. Debe notarse que en la Biblia, la palabra "dispensación", que proviene del latín "dispensare" (distribuir) traduce dos vocablos griegos, diakonia o servicio (2 Corintios 3:7-9) y oikonomia, administración, comisión, encargo (1 Corintios 9:17; Efesios 1:10; 3:9; Col. 1:25.) Nunca significa un "período" o economía, que, aunque ciertamente no indica período,sí refiere la forma en que Dios interactúa con el ser humano durante algún período.El dispensacionalismo fue iniciado por John Nelson Darby y perfeccionado por Cyrus Scofield y Lewis Sperry Chafer.
Cada dispensación es "un período durante el cual el hombre es probado con respecto a alguna revelación específica de la voluntad de Dios".
Dispensacionalismo
El dispensacionalismo es un sistema teológico cristiano que afirma que Dios ha empleado diferentes medios de administración de su voluntad y su gracia en diferentes períodos de la historia humana. Lo distintivo del dispensacionalismo es que sostiene que Israel como nación y la Iglesia como cuerpo de Cristo, no forman un único pueblo de Dios, sino dos pueblos con profecías, promesas y destinos diferentes.
De acuerdo a este sistema existen siete dispensaciones:
Inocencia: en el Edén, Adam y Eva tenían que obedecer el mandato divino de no comer del árbol prohibido, con lo cual aseguraban ser inocentes de pecado. Ambos fallaron.
Conciencia: desde la caída hasta Noé, el ser humano tuvo la posibilidad de controlar libremente sus decisiones en base a lo que su consciencia le indicaba, fallaron en esto ya que el designio del corazón de ellos fue de continuo solamente el mal, no buscando a Dios.
Gobierno Civil: de Noé a Abraham, ya que la conciencia personal no fue una guía adecuada para el ser humano, se le encomendó a los gobiernos el administrar justicia y moral.
Promesa: al fallar los gobiernos en su cometido, Dios escogió a Abraham para ser el padre de la fe y le prometió que en el serían benditas todas las naciones de la tierra.
Ley: Desde Moisés a Jesús, el ser humano solo podría acercarse a Dios a través del cumplimiento de la ley mosaica.
Gracia: La ley, dada su condición de perfecta, fue imposible de cumplir, en ella se revela el pecado y la maldición de este. Solo al reconocer nuestra incapacidad de lograr algo bueno (consciencia de pecado) podemos reconocer que es Jesús el único mediador entre Dios y los hombre "porque no hay otro nombre debajo del cielo en quien podamos ser salvos"
Reino: Al fin de los tiempos surgirá un período de 1000 años en los cuales Jesús reinará en la tierra, será una época de esplendor sin precedentes. Al finalizar este tiempo, Satanás será liberado con el objetivo de probar por última vez la fe del ser humano, tras este período se acabará el tiempo y surgirá una nueva tierra y un cielo nuevo, ya que todo lo conocido será destruido.
Los dispensacionalistas interpretan la Biblia sobre la base de estas u otras supuestas dispensaciones. Debe notarse que en la Biblia, la palabra "dispensación", que proviene del latín "dispensare" (distribuir) traduce dos vocablos griegos, diakonia o servicio (2 Corintios 3:7-9) y oikonomia, administración, comisión, encargo (1 Corintios 9:17; Efesios 1:10; 3:9; Col. 1:25.) Nunca significa un "período" o economía, que, aunque ciertamente no indica período,sí refiere la forma en que Dios interactúa con el ser humano durante algún período.El dispensacionalismo fue iniciado por John Nelson Darby y perfeccionado por Cyrus Scofield y Lewis Sperry Chafer.
Cada dispensación es "un período durante el cual el hombre es probado con respecto a alguna revelación específica de la voluntad de Dios".
domingo, 22 de agosto de 2010
ISRAEL ESPIRITUAL E ISRAEL LITERAL
ISRAEL ESPIRITUAL E ISRAEL LITERAL.
Puede parecer que existen dos Israelíes según el titulo que presento. Pero es lo que muchos han creído durante más de un siglo, ya que separan al Israel donde vivió Jesús con la Iglesia de Cristo que El fundo, haciendo ver que son dos cosas distintas, se dice que la iglesia de Cristo ha sustituido y ha venido hacer la Nueva Israel y que la antigua, ha quedado ya para juicio y condenación, pero es todo lo contrario ya que ambas son una en distintas formas.
Ahora bien si vemos a Israel Geopolíticamente, claro que es diferente en comparación, con la iglesia Romana, que tiene su centro en el Vaticano y piensan que ellos son la primera iglesia u original iglesia que fundó Jesús, cuando llamo a Simón, piedra, ellos estaban, Cesárea de Filipo era una ciudad literalmente edificada sobre una roca. Fue en esta área donde Cristo preguntó a sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?"(Mateo 16:13). Varias respuestas fueron dadas. Unos estaban diciendo que era Juan el Bautista, resucitado de los muertos; otros pensaban de El cómo Elías; y todavía otros decían que El era Jeremías o uno de los profetas. Luego el Señor les hizo la pregunta directamente a los discípulos: Y ustedes, ¿quién dicen que soy? (Mateo 16:15). Entonces hizo Pedro una confesión noble de su fe: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente". Muchas cosas condujeron a Pedro hacia esta conclusión. Había visto los milagros de nuestro Señor, emocionado por sus discursos incomparables, y contempló su vida perfecta. Pedro tal vez habló con los sentimientos de los otros apóstoles, porque ninguno lo contradijo.
Después de la confesión de fe de Pedro, de aquel como el Hijo de Dios, Cristo dijo: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos" (Mateo 16:17-19, Claramente dice “ sobre esta roca”, esa roca es la confesión de Pedro, no Pedro mismo así que sobre la confesión de Pedro, se funda la Iglesia de Cristo, hacemos notar tanto Jesús como Pedro y los otros eran Judíos, varones Israelitas quiere decir que la iglesia, la que conocemos es Judía, e Israelita’ Ahora bien el termino iglesia significa congregación, así que Jesús edifica una congragación basada en la fe, de que El es el Cristo, y el que tiene fe entonces en Dios es salvo.
Hay tres palabras griegas en Mateo 16:18 que deben ser notadas cuidadosamente:
1. Petros.- Traducida "Pedro", un sustantivo, género masculino, significando una piedra (roca), un pedazo de piedra.
2. Petra.- Traducida "piedra", "roca", un sustantivo, género femenino, significando "el fundamento", una piedra sólida o una gran peña (una palabra diferente a Petros).
3. Ekklesía.- Traducida "iglesia", un sustantivo, género femenino, significando una asamblea o congregación (Hechos 19:32,39,41). Aquí significa la asamblea de la gente del Señor llamada del mundo en un sentido espiritual.
Los que creen que la iglesia fue edificada sobre Pedro creen que Cristo dijo aquí: "Pedro, tú eres una piedra, y sobre ti edificaré mi iglesia". De esto infieren la primacía de Pedro sobre los otros apóstoles y también sobre toda la iglesia. Pero Cristo no dijo esto.
Centenares de años antes de que Cristo naciera, Isaías profetizó: Por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sión por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; y el que creyere, no se apresure." (Isaías 28:16).
CRISTO PROMETIO ESTABLECER SOLAMENTE UNA IGLESIA.
Además, Cristo habló de la iglesia o congregación en singular. En el sentido de organizaciones religiosas diferenciándose la una de la otra en nombre, doctrina y práctica, Cristo estableció solamente una. Es "iglesia" (singular), y no "iglesias" (plural). "Sobre esta roca edificaré mi iglesia". Aunque el Nuevo Testamento habló de muchas congregaciones, Jesús edificó solamente una; y la Biblia repetidamente habla con énfasis de la unidad de la iglesia, (ver I corintios 12:12, 20:27; 8:5-6; Efesios 1:22-23; 4:4-6). Hay un cuerpo. Ese cuerpo es la iglesia. Hay solamente un cuerpo, así como existe solamente un Señor.
Por eso, la expresión, las iglesias de Cristo, significa las congregaciones locales pertenecientes a Cristo, las cuales tienen la misma fe y práctica. La única unidad de organización de la iglesia del Señor es la congregación local, independiente en su gobierno; dirigida por ancianos, y cuya dirección suprema es Cristo (ver Hechos 14:23)...
Entonces podemos concluir que la Iglesia o asamblea Creada o fundada por Cristo, fue primeramente con Judíos, y estos son el pueblo escogido de Dios, y fueron escogidos para siempre, como pueblo amado, no porque eran buenos, sino por amor a su nombre El los ama y los escogió, ahora bien un m misterio había que se pensaban que los únicos elegidos eran ellos sino que le fue develado a Pablo pues los que eran y son gentiles podían ser parte de este pueblo elegido por Dios a través de Jesús, la fe en El, y así el gentil que creyera que Jesús es el Mesías, llegaba entonces a pertenecer al pueblo escogido de Dios, heredando para si las riquezas y promesas que Dios ha tenido para su pueblo, también pablo dice que somos un solo pueblo, no hay gentil ni Judío, somos todos uno en Cristo Jesús.
También Pedro dijo esto, 1 Ped. 2: 9-10:
"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia".
Entonces ¿hay una diferencia entre uno y otro?, no porque Somos uno en Cristo
Puede parecer que existen dos Israelíes según el titulo que presento. Pero es lo que muchos han creído durante más de un siglo, ya que separan al Israel donde vivió Jesús con la Iglesia de Cristo que El fundo, haciendo ver que son dos cosas distintas, se dice que la iglesia de Cristo ha sustituido y ha venido hacer la Nueva Israel y que la antigua, ha quedado ya para juicio y condenación, pero es todo lo contrario ya que ambas son una en distintas formas.
Ahora bien si vemos a Israel Geopolíticamente, claro que es diferente en comparación, con la iglesia Romana, que tiene su centro en el Vaticano y piensan que ellos son la primera iglesia u original iglesia que fundó Jesús, cuando llamo a Simón, piedra, ellos estaban, Cesárea de Filipo era una ciudad literalmente edificada sobre una roca. Fue en esta área donde Cristo preguntó a sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?"(Mateo 16:13). Varias respuestas fueron dadas. Unos estaban diciendo que era Juan el Bautista, resucitado de los muertos; otros pensaban de El cómo Elías; y todavía otros decían que El era Jeremías o uno de los profetas. Luego el Señor les hizo la pregunta directamente a los discípulos: Y ustedes, ¿quién dicen que soy? (Mateo 16:15). Entonces hizo Pedro una confesión noble de su fe: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente". Muchas cosas condujeron a Pedro hacia esta conclusión. Había visto los milagros de nuestro Señor, emocionado por sus discursos incomparables, y contempló su vida perfecta. Pedro tal vez habló con los sentimientos de los otros apóstoles, porque ninguno lo contradijo.
Después de la confesión de fe de Pedro, de aquel como el Hijo de Dios, Cristo dijo: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos" (Mateo 16:17-19, Claramente dice “ sobre esta roca”, esa roca es la confesión de Pedro, no Pedro mismo así que sobre la confesión de Pedro, se funda la Iglesia de Cristo, hacemos notar tanto Jesús como Pedro y los otros eran Judíos, varones Israelitas quiere decir que la iglesia, la que conocemos es Judía, e Israelita’ Ahora bien el termino iglesia significa congregación, así que Jesús edifica una congragación basada en la fe, de que El es el Cristo, y el que tiene fe entonces en Dios es salvo.
Hay tres palabras griegas en Mateo 16:18 que deben ser notadas cuidadosamente:
1. Petros.- Traducida "Pedro", un sustantivo, género masculino, significando una piedra (roca), un pedazo de piedra.
2. Petra.- Traducida "piedra", "roca", un sustantivo, género femenino, significando "el fundamento", una piedra sólida o una gran peña (una palabra diferente a Petros).
3. Ekklesía.- Traducida "iglesia", un sustantivo, género femenino, significando una asamblea o congregación (Hechos 19:32,39,41). Aquí significa la asamblea de la gente del Señor llamada del mundo en un sentido espiritual.
Los que creen que la iglesia fue edificada sobre Pedro creen que Cristo dijo aquí: "Pedro, tú eres una piedra, y sobre ti edificaré mi iglesia". De esto infieren la primacía de Pedro sobre los otros apóstoles y también sobre toda la iglesia. Pero Cristo no dijo esto.
Centenares de años antes de que Cristo naciera, Isaías profetizó: Por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sión por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; y el que creyere, no se apresure." (Isaías 28:16).
CRISTO PROMETIO ESTABLECER SOLAMENTE UNA IGLESIA.
Además, Cristo habló de la iglesia o congregación en singular. En el sentido de organizaciones religiosas diferenciándose la una de la otra en nombre, doctrina y práctica, Cristo estableció solamente una. Es "iglesia" (singular), y no "iglesias" (plural). "Sobre esta roca edificaré mi iglesia". Aunque el Nuevo Testamento habló de muchas congregaciones, Jesús edificó solamente una; y la Biblia repetidamente habla con énfasis de la unidad de la iglesia, (ver I corintios 12:12, 20:27; 8:5-6; Efesios 1:22-23; 4:4-6). Hay un cuerpo. Ese cuerpo es la iglesia. Hay solamente un cuerpo, así como existe solamente un Señor.
Por eso, la expresión, las iglesias de Cristo, significa las congregaciones locales pertenecientes a Cristo, las cuales tienen la misma fe y práctica. La única unidad de organización de la iglesia del Señor es la congregación local, independiente en su gobierno; dirigida por ancianos, y cuya dirección suprema es Cristo (ver Hechos 14:23)...
Entonces podemos concluir que la Iglesia o asamblea Creada o fundada por Cristo, fue primeramente con Judíos, y estos son el pueblo escogido de Dios, y fueron escogidos para siempre, como pueblo amado, no porque eran buenos, sino por amor a su nombre El los ama y los escogió, ahora bien un m misterio había que se pensaban que los únicos elegidos eran ellos sino que le fue develado a Pablo pues los que eran y son gentiles podían ser parte de este pueblo elegido por Dios a través de Jesús, la fe en El, y así el gentil que creyera que Jesús es el Mesías, llegaba entonces a pertenecer al pueblo escogido de Dios, heredando para si las riquezas y promesas que Dios ha tenido para su pueblo, también pablo dice que somos un solo pueblo, no hay gentil ni Judío, somos todos uno en Cristo Jesús.
También Pedro dijo esto, 1 Ped. 2: 9-10:
"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia".
Entonces ¿hay una diferencia entre uno y otro?, no porque Somos uno en Cristo
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