JESUS Y LOS OVNIS.
En muchos libros que han circulado desde la mitad del siglo pasado hasta la actualidad, con referente al fenómeno OVNI, siempre han dicho en sus conclusiones, de que estos platos voladores manejados por seres inteligentísimos, de culturas intergalácticas, han visitado la tierra, con el fin de estudiar el comportamiento humano, nuestra civilización, y que no han intervenido directamente en nuestra evolución, pero si han mandado mensajeros, que han ayudado a las culturas de la antigüedad en parte a su desarrollo tecnológico, y dan como explicación la forma que se crearon las pirámides, tanto de de Egipto como en América.
Dicen la mayoría de esta literatura, de que han aportado granitos de arena en la evolución del ser humano y que una veas veces han mandado maestros espirituales, para que vivan entre nosotros y nos enseñen los camino del amor, entre ellos han venido, Buda, Jesucristo, etc.
Ahora bien, ellos tienen la teoría de que la tierra va a cambiar y van a ir a un grado superior de evolución en un futuro cercano, donde muchos que no alcanzan ese grado de evolución serán desterrados de este planeta e irán a otro mundo, inferior a este, para que empiecen de nuevo a desarrollar su civilización para haber así si se dan cuenta que el fin de la civilización es vivir en paz y no en guerra.
El lector que no ha estudiado la biblia podría caer bajo este engaño fácilmente ya que primero se desconoce la divinidad de Cristo, su obra redentora y segundo desconoce porque está viviendo aquí en la tierra, desconoce porque fue creado, y para que fue creado por Dios, y porque este Dios se hizo carne y habito entre nosotros.
Hay actualmente una ovni manía que trasciendo los límites del raciocinio humano, aquí les coloco lo que dice un poco la enciclopedia Wiki pedía,
Lo que actualmente se conoce como el «fenómeno ovni» es fundamentalmente un concepto moderno nacido en la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, hay quienes interpretan algunos pasajes de la Biblia y de otras tradiciones originadas de culturas antiguas, como presuntas evidencias de antiguos avistamientos ovni.
Muchos sostienen que, desde el pasado más remoto, el ser humano trató de adaptar lo que veía a su intelecto, relacionando los distintos avistamientos con objetos conocidos, cercanos a él. Así, a partir de este argumento.
Dentro de algunos grupos ufológicos y creyentes en el fenómeno, también existe quienes plantean que muchas de estas referencias antiguas, serían registros de observaciones reales de supuestas naves alienígenas. También señalan que, si estos vehículos aéreos estaban tripulados, se produciría igualmente el contacto con los eventuales seres extraterrestres, quienes transmitirían a los observadores enseñanzas diversas. Según esta teoría, el origen de muchas de las civilizaciones del pasado (Egipto, Babilonia, etc.) radicaría en estos primitivos contactos. Así sostienen que estas supuestas naves habrían recibido distintas denominaciones en documentos antiguos: vehículo de los dioses, carros de fuego, vimanas, discos solares, nubes, nubes de fuego, el Borax Resplandeciente, nubes con ángeles, carro Pushpaka, maruts (todas ellas en el Ramayana hindú); y también escudo que vuela, luces cósmicas, perlas luminosas, discos solares, flechas ígneas, Serpiente de las Nubes, escudo yacente, espadas voladoras, esferas transparentes, y otros cientos de nombres recibidos en distintas culturas, que serían claros ejemplos de las diferentes naves aéreas que surcaban los cielos.
Entre las supuestas pruebas que aportan, estarían también la que Pablo Sortino y Fernando Martínez Santos llaman «evidencia atmosférica». Para estos parapsicólogos, los halos de santidad que aparecen en las iconografías antiguas, ya sea en la hinduísta, budista y más tarde en las imágenes de los místicos cristianos beatificados, así como en ciertos grabados de los pueblos americanos precolombinos; de la cual postulan que no serán más que una cierta rememoración cultural y religiosa de un aspecto estético de seres divinos, que habrían encerrado literalmente sus rostros en cápsulas, seguramente para lograr respirar en la Tierra.
Igualmente, en la actualidad se sabe que algunas etnias indígenas, como por ejemplo en las culturas mapuches de Chile, se postula que conocen el fenómeno ovni desde hace siglos, en los que tienen una denominación específica para tales sucesos y las relacionan con seres que tienen capacidades de transformarse en fenómenos luminosos, tales como la leyenda del Anchimallén. Historias similares se tienen entre culturas chilotas del sur de Chile, que además incluirían fenómenos ovnis asociados a OSNI (objeto submarino no identificado), en la leyenda del Caleuche.
Sin embargo, esta hipótesis no deja de ser una explicación ad hoc, ya que las nubes y carros de fuego podrían ser metáforas empleadas en los relatos religiosos, y no hay ninguna evidencia de que dichos relatos deban ser interpretados más que de una forma mítica. Así, aunque también cabe señalar que tampoco existe absoluta seguridad científica de que aquellas descripciones sean metáforas religiosas, pues tampoco hay una forma empírica de saber si así ocurrieron los hechos o no; por lo que decir que se trata de naves extraterrestres es solo un argumento desde la ignorancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
PUEDES DEJAR TU COMENTARIO AQUI