A fin de descubrir su intención y original propósito, debemos al interpretar la Biblia examinar siempre su contexto. |
La cena de las bodas del Cordero aparece registrada una sola vez en la Biblia y es en el libro de Apocalipsis capitulo 19 verso 9, no mencionándose en ningún otro lugar de la Escritura. El Señor Jesús no mencionó el tema, como tampoco fue referido o insinuado por los otros escritores bíblicos.
El período de siete años que alude la enseñanza de la cena de las bodas del Cordero tiene su fundamento en el libro de Daniel 9:24-27. Se asume un período o semana faltante también conocida como semana setenta (siete-días). Dios no suministró una específica revelación para esta semana faltante. Por eso, creemos que hasta que Dios no lo haga, concluir arbitrariamente que el pasaje equivale a un tiempo de futura tribulación es cometer un gravísimo error. Bien cierto es que habrá tribulación; Jesús mismo nos habló de ella, sin embargo, no sabemos el comienzo ni duración de la misma.
Para que el argumento de la cena de las bodas del Cordero sea una realidad durante “el tiempo de tribulación” se requiere sacar o apartar el episodio de su contexto bíblico. Veamos el escenario de lo que relata el libro de Apocalipsis:
- han sido abiertos todos los siete sellos (6:1-17, 8:1);
- han sido tocadas seis de las trompetas (8:1-9:13);
- pasaron dos ayes (9:12, 11:14);
- han llegado la bestia secular y la bestia religiosa a reinar sobre la tierra (13:1-18);
- han sido derramadas las sietes copas de la ira (16:2-17); y
- ha caído Babilonia y la Gran Ramera ha sido juzgada (17:1-18:24).
la gran cena de Dios aparece también registrada en el libro de Ezequiel 39:17-24 donde se le llama el sacrificio de Dios haciéndose honor a cada clase de ave y bestia del campo. |
En simples términos, el “sacrificio” o “gran cena de Dios” señalada en Ezequiel corresponde a la “cena de las bodas del Cordero” descrita por Juan en el Apocalipsis, e intentar diseccionar, diferenciar o separar el evento es una violación del contexto bíblico de ambos pasajes.
En conclusión, debemos reconocer la “cena de las bodas del Cordero” como un acontecimiento pobremente definido en la Escritura. Es por ello que no debemos forzar la interpretación del pasaje para enfocarlo exclusivamente en la Iglesia. Hacerlo constituiría vanidad, arrogancia o mero orgullo. . . lo que es lo mismo, sería pecado. En efecto, Dios se preocupa intensamente por Su iglesia (la verdadera) y no se dude, ella será poderosamente bendecida. Pero recordemos que Dios está redimiendo a toda Su creación. Al leer Juan 3:16, usualmente se cree que lo que Jesús enseñó es que Dios ama al mundo. Pero entendamos que en ese pasaje el término “mundo” corresponde a la palabra griega “cosmos”, haciendo que el pasaje realmente diga: “Porque de tal manera amó Dios todo lo que creó, cada átomo y partícula, que dio a su Hijo unigénito... ”. Es tiempo ya de que veamos la Escritura a la luz de Dios y no a la luz de nosotros mismos, “reteniendo la palabra fiel que es conforme a la enseñanza, para que seas capaz también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen” (Tito 1:9)