La Cena de las Bodas del Cordero |
La iglesia enseña que el cuerpo de creyentes del Mesías pasará siete años con Jesús en el cielo en la cena de las bodas del Cordero, mientras un tiempo de gran tribulación sobreviene sobre todos los que se queden en la tierra. La posición es auspiciada por el sector evangélico quien defiende la tesis del rapto pre-tribulacional y pre-milenial. Pero la Escritura no sostiene necesariamente esta propuesta como certera y veraz.
La cena de las bodas del Cordero aparece registrada una sola vez en la Biblia y es en el libro de Apocalipsis capitulo 19 verso 9, no mencionándose en ningún otro lugar de la Escritura. El Señor Jesús no mencionó el tema, como tampoco fue referido o insinuado por los otros escritores bíblicos. El período de siete años que alude la enseñanza de la cena de las bodas del Cordero tiene su fundamento en el libro de Daniel 9:24-27. Se asume un período o semana faltante también conocida como semana setenta (siete-días). Dios no suministró una específica revelación para esta semana faltante. Por eso, creemos que hasta que Dios no lo haga, concluir arbitrariamente que el pasaje equivale a un tiempo de futura tribulación es cometer un gravísimo error. Bien cierto es que habrá tribulación; Jesús mismo nos habló de ella, sin embargo, no sabemos el comienzo ni duración de la misma. Para que el argumento de la cena de las bodas del Cordero sea una realidad durante “el tiempo de tribulación” se requiere sacar o apartar el episodio de su contexto bíblico. Veamos el escenario de lo que relata el libro de Apocalipsis:
En simples términos, el “sacrificio” o “gran cena de Dios” señalada en Ezequiel corresponde a la “cena de las bodas del Cordero” descrita por Juan en el Apocalipsis, e intentar diseccionar, diferenciar o separar el evento es una violación del contexto bíblico de ambos pasajes. En conclusión, debemos reconocer la “cena de las bodas del Cordero” como un acontecimiento pobremente definido en la Escritura. Es por ello que no debemos forzar la interpretación del pasaje para enfocarlo exclusivamente en la Iglesia. Hacerlo constituiría vanidad, arrogancia o mero orgullo. . . lo que es lo mismo, sería pecado. En efecto, Dios se preocupa intensamente por Su iglesia (la verdadera) y no se dude, ella será poderosamente bendecida. Pero recordemos que Dios está redimiendo a toda Su creación. Al leer Juan 3:16, usualmente se cree que lo que Jesús enseñó es que Dios ama al mundo. Pero entendamos que en ese pasaje el término “mundo” corresponde a la palabra griega “cosmos”, haciendo que el pasaje realmente diga: “Porque de tal manera amó Dios todo lo que creó, cada átomo y partícula, que dio a su Hijo unigénito... ”. Es tiempo ya de que veamos la Escritura a la luz de Dios y no a la luz de nosotros mismos, “reteniendo la palabra fiel que es conforme a la enseñanza, para que seas capaz también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen” (Tito 1:9) |
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