El despertar mundial de los anusim
Saludos desde Toledo (Sefarad /España), la ciudad de la cruz o de la espada, según se mire, en donde seguimos sirviendo al Eterno, consolando a su pueblo Israel e informando sin compromiso alguno a todo/a aquél/la que tenga interés.
Nuestro deseo y oración es que a la llegada de este e-mail te encuentres bien, gozando de las ricas y abundantes bendiciones del Señor. Nosotros estamos con cinco nietos ya (los que nos han dado Ruth y Dani) y con David (aun sin casar) haciendo un Master en Emergencias y Desastres en la Universidad de Tel Aviv.
Lo que pretendemos al mandarte estas notas es lo siguiente:
1. Informarte y ponerte al día de algo muy interesante que está pasando delante de nuestros ojos;
2. Ayudarte a saber quién pudieras ser, con el fin de que vivas y actúes consecuentemente;
3. Pedirte un pequeño favor.
En lo que va de año, el Eterno me ha dado el privilegio de asistir a muchas conferencias: una en Portugal, otra en Palma de Mallorca, la tercera en Italia y las dos últimas en Israel (acabo de llegar de allí después de estar 22 días). En todas se ha tratado el mismo tema: “El despertar internacional de los anusim”. En cada una se dieron las mismas respuestas a las mismas preguntas: “¿Qué hacemos frente a la avalancha que se nos viene encima?”. “Srs.”, dijo el ex-presidente de Israel Isaac Navón en la recién inaugurada oficina que se ocupa del tema dentro de la Universidad de Netanya (Israel): “Hay que buscarles, informarles, traerles a casa lo antes posible y ayudarles para que entren por miles por la puerta grande, sin que se sientan que se les fuerza ('viola') de nuevo, y esta vez por nosotros”.
Dime amigo/a, ¿sabías que existían los anusim y los marranos, qué quieren decir esas palabras, quiénes son, de dónde proceden, dónde se encuentran y en dónde terminarán?
Me encantaría escribirte larga y tendidamente acerca del tema, pero en esta ocasión no lo haré, pues me llevaría mucho tiempo y espacio. Mientras tanto, te recomendaría que hagas tus propios deberes y empieces a dar “pasitos” hacia la meta, de la cuál te voy a hablar. Si “te atascas”, escríbeme y, como siempre hice, ahí estaré a tu entera disposición.
Anusim es una palabra que se usaba y se sigue usando entre los hebreos para describir a una persona violada o forzada a hacer algo que no quiere. La palabra marrano, en cambio, la usaban los gentiles (los no judíos) para identificar o insultar a aquéllos hebreos que, habiendo prometido no practicar la Torá o el Judaísmo, lo seguían haciendo a escondidas. De ahí el porqué la “Santa” Inquisición, sus persecuciones y sus Autos de Fe.
Aunque la palabra anusim se puede usar en plan general, hoy nos referimos a los descendientes de aquéllos que salieron de Israel hace unos 2.000 años, los que pasando por Italia y otros países mediterráneos terminaron en Sefarad (la Península Ibérica), para salir de ella en el Siglo XV.
¿Sabías que en esa Península Ibérica (la de los hebreos) son más los que tienen “alma hebrea” (aunque no lo sepan) que los que no la tienen? ¡Ni qué decirte de los que hay repartidos por todo el mundo, cuyos ascendentes fueron expulsados de España y Portugal en los años 1492 y 1496!
La mayoría, -sean quienes sean y estén donde estén- no sabe “que tiene 'pedegrí' hebreo”. Ellos viven dentro de las “sepulturas de las naciones”, llevando el “uniforme nacional” que les dieron al nacer
(españoles, portugueses, colombianos, argentinos, chilenos, peruanos, puertorriqueños, cubanos, ingleses, americanos, italianos, griegos, chinos, etíopes, marroquíes, árabes e incluso palestinos, etc.) y profesando, como no, la fe de los “nativos”. Son católicos, protestantes, evangélicos, pentecostales, bautistas, hermanos de Plimuth, adventistas, testigos de Jehová, mormones, etc.
Entonces, ¿quiénes son realmente los anusim? Sólo el Eterno lo sabe con toda certeza, pues, como dice la Biblia:“el buen Pastor conoce a sus ovejas y las llama por nombre”. Lo que sí es seguro es que hoy, más que nunca, estamos presenciando su “resurrección” gracias a un montón de medios que Él está usando, incluyendo ADN.
¿Y qué va a pasar ahora? El profeta Isaías dejó bien escrito que el Señor les llevaría a casa (a Eretz Israel) “por aire, mar y tierra”, terminando así la larga Diáspora (la que ha durado unos 2.000 años). Esto dará paso a lo que el Eterno siempre quiso que existiera: las naciones buscándole y sirviéndole, sí, pero con un “piso piloto” llamado Israel en medio de ellas, formado por las 12 tribus más ex-gentiles tipo Ruth la moabita y otros gentiles por el estilo. Todos ellos: circuncidados de carne y corazón, dispuestos a ser una nación santa (consagrada) de sacerdotes para ser luz y sal, que no se cansarán de ser testigos del poder del Todopoderoso y de anunciar la salvación que Él ofrece a través de ellos, el Dios de Adán, Noe, Abraham, Isaac y Jacob.
¿Y cuando será esto? Ya está ocurriendo. Cada día son más los que quieren hacer “aliyá” y regresar
a casa, procedentes del norte, sur, este y oeste.
Y yo, ¿dónde encajo en todo esto, Samuel? Ahí es donde quiero llevarte, a que indagues, te asesores y veas si eres o no uno/a de esos millones de anusim.
Si no lo has hecho ya, ¿por qué no das un “primer pasito” e indagas para salir de la duda? ¡Nunca te arrepentirás! Te lo dice un servidor. Para hacerlo, tendrás que buscar y leer un poco de historia ( con la ayuda del Internet: el amigo Google, Facebook, etc.), preguntar a los que saben y, sobre todo, echarle una miradita a lo que está escrito en la Biblia, teniendo en cuenta lo que el profeta Ezequiel quiso decir cuando en el cap. 37 se refirió a “los huesos secos (los de la casa de Israel y la de Judá) y a su resurreción al final de los días”.
Si entras en la página <http://es.wikipedia.org/wiki/> y escribes la palabra 'anusim' y otras, como 'marrano', 'converso', 'inquisición', 'autos de fe', 'antisionismo', 'antisemitismo', etc., encontrarás un tema que, al final, te llegará a interesar muchísimo, creo yo.
Dime, ¿estás seguro/a de que tus apellidos no son judíos? Aquí tienes algunas páginas en las que puedes ver si lo son o no. Si los ves ahí, no hace falta que indagues más, los son.
¿Y qué cambiaría si se confirmara que soy hebreo/a y lo que es más, uno de esos anusim? Cambiaría todo; sería algo así como despertar de un largo sueño que ha durado unos quinientos años. Después y, poco a poco, sabrías que:
a. No eres un “gentil” como creías;
b. Eres “único, especial y santo” (creado y separado para ser y hacer algo muy especial e
importante);
c. Perteneces a la nación de Israel (la única en cuyo nombre está escrita la palabra
“EL” / Dios);
d. Que eres parte del proyecto del Señor aun sin terminar;
e. Que la Torá se escribió pensando en ti; por eso tendrías que tenerla en cuenta y revisarla
para ponerla en práctica;
f. etc.
¡Menudo privilegio y menuda responsabilidad!, ¿verdad? Digo 'responsabilidad' porque tendrías que hacer un trabajo del cuál muy pocos están apercibidos, quieren hacer o hacen.
¿Y por qué no lo hemos sabido antes? Sencillamente porque:
a. nos impusieron por cerca de dos mil años que Israel no existía;
b. ese tema ha sido siempre un “tabú”;
c. no ha habido enseñanza, y si existía, era mala;
d. la mayoría de las iglesias, unas y otras, siguen sin saberlo (algunas sí, pero no lo enseñan)
(entre otras cosas por sostener la doctrina del reemplazamiento);
f. etc., etc.
Sí, amigo/a, lo que está pasando es algo que nadie puede parar, porque en el “reloj” y en el “agenda” del Eterno es el momento, repito, el del “despertar mundial de los anusim o huesos secos”.
Como enseguida te darás cuenta, es una historia larga y triste, pero con un final precioso. Hay quien dice, y yo lo creo también, que somos muchos millones los descendientes de aquellos “forzados o violados” por no quererse convertir al cristianismo. Lo curioso es que muchos (como era mi caso) no saben que son anusim y, lo que es peor, se han asimilado o viven fuera de Israel. Pero “un gato es un gato y tarde o temprano “mahullará”, aunque le hayan obligado a ser o ir vestido de conejo” (decía mi profesor). Te doy varios ejemplos:
- ¿Por qué crees que mi bisabuela, que le echaba sal a la carne y la lavaba antes de guisarla, siendo una de esas super-beatas católicas del pueblo, que encendía las velas en la iglesia, que tenía la casa llena de escapularios y de santos (imágenes), que se chupaba todas las misas que se hacían (pagándolas, claro, y de ahí su ruina económica), que rezaba el rosario, etc., etc., cortara por lo sano con el catolicismo romano cuando leyó en la Biblia el segundo mandamiento (Ex. 20:1,2)? Allí prohíbe tener estatuas, adorarlas o inclinarse ante ellas. Sin embargo, el sistema religioso ha manipulado al mundo entero (cosa que sigue haciendo) arruinándolo desde que se inventó y oficializó el cristianismo allá por los años 325).
- ¿Por qué a la gente le da por averiguar con tanto ahinco el “porqué, para qué y hasta cuándo un Israel entre los gentiles” (los que no son hebreos)?
- ¿Por qué han surgido tantos grupos en todos los países del mundo interesados en el Israel de hoy?
- ¿Por qué quieren ir a Israel tan pronto como puedan?
- ¿Por qué ha crecido tanto y en tan poco tiempo la Red Cultural Tarbut Sefarad(www.tarbutsefarad. org) y muchas más?
- ¿Por que se enfadan y reaccionan algunas personas (y cada día son más) cuando oyen hablar mal de Israel?
- ¿Por qué les da por estudiar hebreo?
- ¿Por qué Jesús (Yeshúa en hebreo) está de moda, y por qué cada vez hay más personas que quieren saber quién era realmente, si llevaba razón o no y si era judío?
- Etc., etc.
Yo no tengo otra respuesta: Tarde o temprano a los hebreos que Dios (YHVH) esparció para estar dos días (dos mil años) entre las naciones para bendecirlas (Oseas 3:4,5; 5:15; 6:1-3), les saldrá el alma judía, sentirán el “soplo” y la llamada de lo Alto, y tendrán que hacer (quieran o no) lo que está escrito en Isaías 43:5,6, Jeremías 31:10, Zacarías 8:8, etc.: irse a casa, tal y como hacen las aves, aunque sólo sea “con una pata”. Mientras tanto, llegarán sucesivas olas del viento divino (el Espíritu del Santo),
el que soplará con el fin de convertir a los “huesos secos” en una gran nación y en un gran ejército (de ahí que las naciones, unas y otras, estén “con la mosca detrás de la oreja”. ¿Te has dado cuenta? (Salmo 83:1-8).
¿Qué tendría que hacer? En eso estamos...
a. Hay que saber quienes somos y ponerse en marcha;
b. Hay que seguir informándonos tanto como podamos;
c. Hay que pasar información;
d. Hay que buscar, hablar, convencer y llevar a Israel a todos los interesados;
e. Hay que crear un equipo internacional, nacional y local que colabore con las
autoridades oficiales (el Gobierno Israelí, la Agencia Judía, Tarbut Sefarad, etc.);
f. Hay que meterse dentro de la red e invitar a otros que lo hagan;
g. Tenemos que leer, estudiar, empaparnos de la Biblia y practicarla;
i. Tenemos que prepararnos para la llegada del Mesías;
j. Tenemos que seguir anunciando el mensaje de salvación y de redención;
k. Tenemos que orar y, sobre todo, amar más.
¿Nos queda mucho tiempo? No. Como he dicho antes, estamos al final de “los dos últimos días”
(los famosos Hajarit Hayamim hebreos). En Israel no se hace otra cosa que hablar de ellos y afuera, las puertas se nos están cerrando por minutos.
De momento, debido a la presión que ejercen los líderes ortodoxos (los que tienen la “llave” de la conversión hoy por hoy), dejan pasar uno a uno o en pequeños grupos, como si de gotas se tratara. Pero el día viene, y no está muy lejos, cuando los anusim del siglo XXI saldrán por miles y apresuradamente del “Egipto de hoy” (sea cual sea y esté donde esté), tal y como lo hicieron en aquél entonces guiados por Moisés.
¿Tan urgente es, Samuel? Sí, más de lo que te piensas. El “reloj” está a punto de marcar las doce. ¿Crées que es pura casualidad que se haya levantado tanto antisemitismo y, sobre todo, antisionismo últimamente? No, no es casualidad. Está escrito que “conforme se vayan acercando los días del 'alumbramiento', (la llegada del Mesías), los dolores del parto serán cada vez más frecuentes y más fuertes”.
¿Has pensado en ir a ISRAEL? Creo que es una de las primeras cosas que deberías hacer, si es que no has ido todavía. Aparte de sentirte en casa, allí creerías estar dentro de la Biblia, verías cómo las profecías se han hecho y se hacen realidad, y presenciarías uno de los milagros más grandes de todos los tiempos: la restauración física y espiritual de Eretz Israel (toda la tierra de Israel) tal y como estaba profetizado. ¿Te imaginas a ti mismo colaborando con el Eterno en ese gran proyecto aún por terminar?
Ir a Israel te ayudará a ponerte al día y a conocer la VERDAD en medio de tanta mentira y confusión, para pasarla a los que la desconocen. Recuerda, aunque hay cinco sentidos o canales por donde recibimos toda la información externa, hay otros dos que debemos tener muy en cuenta: el horizontal que nos dice lo que pasa (TV, periódicos, radio, etc.) y el VERTICAL (la Torá, la Biblia), el del Eterno, que nos dice por qué pasa. Infórmate, sí, pero no olvides de compararlo con lo que dice EL LIBRO DE INSTRUCCONES que el Eterno nos ha dado para que TODO nos salga bien (Josué 1:6-8). Comparando todo lo que se nos diga con esa “biblioteca” o ese “metro” divino será imposible que nos engañen.
¿Y en cuanto al islam, qué me dices? Al igual que el cristianismo histórico, es un tema para otra ocasión. De todas formas, si no sabes por dónde van los “tiros" islámicos con relación a Israel y a la redención universal, escríbeme y te pasaré algunos apuntes para saber cómo orar y actuar frente a esos dos espíritus que tienen ciegos y cautivos a más de 3.500 millones de almas. Por favor, no me mal entiendas: debemos amar al “enfermo” pero odiar al “virus” que los está matando. Mientras tanto, no estaría mal que estudiaras la historia de Israel, la del cristianismo y la del islam.
Permíteme que te pida un pequeño favor: Aparte de hacer tus deberes, ¿podrías pasar estas notas a todos tus contactos para que a su vez hagan lo mismo con los suyos? Recuerda: se trata del despertar internacional de los anusim y su vuelta a CASA.Créetelo:“Tu granito y tu esfuerzo son muy importantes a la hora de reconstruir el granero”.
Eso es todo por hoy, amigo/a. Sólo me queda animarte como siempre y decirte una vez más: ¡ADELANTE!, ¡SIEMPRE ADELANTE a la hora de hacer lo que el Eterno quiere que hagas allí donde ÉL te ha puesto para servirle (Ester 3:8-9; 4:13-14; 8:6). No dejes de ponerle en el primer lugar de tu vida, a tu familia después, a tu prójimo (o próximo) más cercano y, ¿por qué no?, a ésos que no les caes bien. Mientras tanto, sigamos esperando al Mesías, Quien vendrá para establecer su REINO DE PAZ tal y como está escrito en las Sagradas Escrituras.
Mientras tanto, repito, sigamos anunciando “Las Buenas Nuevas de Reconciliación, Redención y Salvación" en este mundo que se nos muere por segundos, pues, al fin y al cabo, es lo que Israel debe hacer -entre otras cosas- con todos los que estén injertados en ella.
Shalom, shalom y hasta siempre.
Samuel del Coso Román
(Toledo – Sefarad/España)
Uno de los muchos anusim o marranos todavía sin "matrícula" (papeles oficiales), pero que, como está escrito con el dedo del Eterno, va de camino a “casa” (Israel),
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Los versículos que verás más abajo son unos cuantos (entre cientos y cientos más) que te ayudarán a estar al corriente (no te olvides de leer sus contextos también). Si los estudias, te darán una perspectiva impresionante "a vista de pájaro".
Repito: es importantísimo saber el porqué, para qué y hasta cuándo un Israel entre los gentiles, del trabajo que el Eterno les ha asignado a través de todas las generaciones y del llamamiento que Él hace a las naciones (el de injertarse en el OLIVO) para hacer con ellos el trabajo que les encomendó el Eterno (el de ser de bendición física y espiritual a todo el mundo).
Tan impresionado/a quedarás después de leerlos que los pasarás y los comentarás a todos los que el Eterno, bendito sea su santo Nombre, te ponga en el camino para que se beneficien y se pongan en marcha también. Aquí los tienes:
Gén. 3:15; 12:1-3; Juan 4: 22; Isa. 41:11; 13:14-17; 15:13-16; 15:18-21; 17:8; Éxodo 23: 24-31; Núm. 34:1-14; Josué 1:3; Ez. 47:13-20; Deut. 28-30; Éxodo 33:16-17; Núm. 9:29; Núm. 23:9b; Ester 3:8; Deut. 30:4; Isaías 14:1-3; 43:5 -7; 49:14-26; Jer. 16:14-16; 23:3; 30; 31; 33; Ezeq. 36:24-38; 37; Oseas 3:4-5; 5:15; 6:1-3; Joel 3:1-3; 16-21; Amós 9:11-15; Salmos 2, 74; 83:1-8; 102:12-18; 106:47; Isaías 40:1; 54; 55; 60-62 ; Salmos 132:13-14; 87:3; 147:2-3; 83; 8:6; Ez. 5:5; Zac. 8-14; Rom. 11:1,12,15,17,25; Isaías 28:14-18; Jer. 6:13-14: Ez. 13:16-14; 1ª Tes. 5:1-11; 2ª Tes. 2:1-12; Mateo 25:31-46; Rev. 16; Isaías 58:12; 14:1-2; Rom. 15: 25-27; Ruth 1:16-17; Ester 3:8-9; 4:13-14; 8:6; Isaías 62:1 y ss; 66; 2:2-4); ABDÍAS 20, 21
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